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SENDA DEL VALLE INVISIBLE (San Roque del Acebal)
Domingo 17 de abril de 2022
Hoy vamos a hacer la senda del Valle Invisible. Ubicada en San Roque del Acebal, en tierras del Valle de Mijares, está basada en el libro «El Valle Invisible», del escritor Miguel Ángel Galguera, nacido en el propio San Roque. La senda está salpicada aquí y allá con atriles donde leer fragmentos del libro.
Hace meses que tengo muchísimas ganas de esta aventura. Me han hablado muy bien de ella y llevo las expectativas muuuuyyy altas. En especial estoy deseando conocer dos puntos concretos de la ruta que tienen una pinta espectacular.
Todos los puntos visitados a lo largo de esta ruta están recogidos en este mapa de «Asturias variado»: ver mapa.
Para PASARLO A LA APP MAPS.ME (que es la que me guía en todos mis viajes y rutas por mostrar mucho mejor los senderos que Google Maps y por funcionar a la perfección sin conexión) solo tenéis que seguir estas instrucciones.
DATOS PRÁCTICOS DE LA RUTA:
Parking:
Tipo de ruta:
Yo siempre había pensado que las rutas lineales son aquellas en las que se hace la ida y la vuelta por un mismo camino mientras que las circulares eran en las que la ida se hace por un camino y la vuelta por otro diferente, volviendo tanto en las lineales como en las circulares al mismo punto de partida. Pero un día un experto montañero me sacó de mi error y me explicó que las rutas LINEALES son aquellas que se inician en un punto y se terminan en otro, mientras que las rutas CIRCULARES son aquellas que se inician y finalizan en un mismo punto, independientemente de que la vuelta se haga por el mismo camino o no.
NUESTRA RUTA:
Salimos de Gijón en coche a las 10.35 horas. Tardamos una hora en llegar a San Roque del Acebal. Aparcamos sin problema en la explanada de la sidrería parrilla Europa, al lado de la Renault.
Cambiamos los playeros por las botas de monte impermeables porque esto es Asturias y muchas de las rutas suelen estar bastante embarradas.
A las 11.40 horas nos ponemos en marcha. Seguimos la carretera nacional en dirección a la Citröen. Justo antes del concesionario vemos un sendero con un cartel de «La Concha» a la entrada, que es el que debemos de tomar.
La ruta está muy bien señalizada mediante carteles en verde y blanco con las iniciales «VI» del Valle Invisible, por lo que solo hay que seguirlos.
Por este sendero llegamos de nuevo a la carretera, donde toca girar a mano derecha.
Cruzando la carretera, en el arcén de la izquierda encontramos el primero de los puntos de interés de la ruta, la Malatería de San Lázaro. Hay un cartel informativo con una amplia explicación. «San Lázaro nos deriva a Lazareto y de ahí a leprosería. En Asturias, una leprosería era conocida como malatería y los leprosos como malatos. Aquí pueden contemplarse todavía las paredes de lo que fue un hospital para leprosos«.
De la malatería apenas podemos ver unos restos de piedra, pero por el camino nos encontramos con unos adorables caballos, dóciles y sociables.
Toca dar media vuelta hasta la carretera, pues la ruta continúa por el margen derecho de la misma. Este tema no está muy claro con las indicaciones y tuvimos que tirar de nuestro propio mapa para centrarnos.
A los pocos metros de ascender por la carretera, encontramos un cartel indicativo del mirador del Cuera, donde debemos tomar el desvío.
Hoy nos acompaña un día con bastante niebla por lo que las vistas son bastante reducidas.
Avanzamos por un camino asfaltado donde nos encontraremos con la primera de las varias tallas de madera ubicadas a lo largo de la ruta: un águila con las alas desplegadas. Me parece que está genial hecha.
La primavera avanza con rapidez y nos encontramos muchas flores de distintos colores a lo largo del día. ¡Me encantan!
Solo en tres ocasiones durante la senda del Valle Invisible tuvimos que sacar el mapa para comprobar la dirección a seguir. La mayor parte de los caminos estaban perfectamente señalizados.
Tomamos el desvío que señaliza la fuente del Casar. Un estrecho sendero embarrado nos conduce hasta dicha fuente, donde encontramos la segunda talla de madera.
La fuente en sí no me despierta ningún interés, pero la talla me parece preciosa.
Desandamos camino hasta tomar la senda principal. Vamos atravesando el barrio de Cañamal, sin nada significativo para ver. Al poco nos adentramos en la zona boscosa de Las Llanchas. Este tipo de terreno ya es más de mi estilo.
Además de los carteles indicativos blancos y verdes que os comentaba al principio, el otro tipo de señalizaciones que encontramos son flechas verdes rotuladas sobre rocas o troncos. A veces cuesta un poco encontrarlas porque se mimetizan demasiado bien con el entorno pero, si buscáis bien, seguro que las acabáis localizando.
El letrero del río Cagalín nos invita a salirnos de la senda principal para visitar la laguna y molino de Cagalín.
En Cagalín se encuentra el mayor de los manantiales de San Roque del Acebal. El lugar es muy llamativo puesto que de ese manantial emerge un pequeño río. Sale de debajo de unas rocas para luego desaparecer discretamente en una cueva, después de impulsar un molino a la entrada de la misma.
Según el panel informativo, a este lugar venían los vecinos más próximos para abrevar su ganado. Además las mujeres traían la colada en un cubo de zinc y lavaban la ropa sobre una piedra.
Toda la zona, iluminada por el sol, es preciosa. Solo el trinar de los pájaros y el agua correr nos acompañan en nuestra visita. Lástima que no consiguiésemos reflejar con las fotos la belleza que allí contemplamos.
Nos ponemos en marcha de nuevo hasta llegar al panel informativo del punto que más ilusión me hacía de toda la ruta, la cueva de la Collubina.
De camino a la cueva nos encontramos con otra preciosa talla de madera. ¡Hay que ver qué bien están hechas!
La cueva está ubicada en una especie de hondonada. Un entorno idílico rodeado de verde musgo y pajaritos trinando por doquier. El marco me parece maravilloso. Me recuerda en parte a las cuevas de Andina, declaradas Monumento Natural de Asturias desde el 2002.
Como os decía, una de mis mayores ilusiones de hacer esta ruta era visitar la cueva. Venía preparadísima con una potente linterna frontal, dos linternas de mano y pilas de repuesto; además de pantalones chubasqueros para no mancharnos por si teníamos que arrastrarnos por el suelo.
Una vez preparados para entrar, nada nos retenía fuera. Me sentía ansiosa y emocionada por empezar a explorar. Hacía meses que estaba deseando vivir esta aventura.
A los pocos metros de entrar nos encontramos con una cavidad enorme y ¡¡¡alucinanteeee!!!. Hay muchas estalacTitas (con «t» de techo) y estalagmitas, además de alguna columna (unión de estalactitas con estalagmitas).
Varias de las paredes e incluso el techo tienen tonos dorados que destellan al pasar con la luz por encima. No sé si será por algún tipo de hongo, pero es una auténtica pasada.
https://youtube.com/shorts/ebFKiUh1XCA?feature=share
Toca atravesar un estrecho pasadizo en el que tenemos que quitarnos las mochilas porque sino no entramos. Me parece muy importante adentrarse a explorar con una linterna potente y no con la del móvil, porque además de que no podréis apreciar la cueva en su máximo esplendor, yo no me atrevería a meterme por lugares así sin luz suficiente.
¡¡¡La cueva es alucinanteeeee!!! Me recuerda a las cuevas del Soplao en Cantabria, con la diferencia de que en estas últimas estaba prohibido sacar fotos y la visita era guiada obligatoriamente. Aquí estamos completamente solos y exploramos a nuestras anchas. Ese hecho hace que la experiencia sea mucho más intensa.
Tras atravesar el pasadizo llegamos a una sala enorme, con las paredes mucho más lisas. No hay indicación ninguna como es lógico. Lo único que teníamos para guiarnos además del mapa del cartel informativo, eran las instrucciones de @peregrinoenelcamino que la conocía bien y me había dado unas pautas: «al entrar hay una sala grande. Luego hay que seguir el cauce del río, que estará sin agua pero con la arena húmeda. Esa zona es la más estrecha. Luego se abre una sala con una gran columna donde hay una pequeña rampa resbaladiza de un par de metros que hay que ascender. Se llega a una zona de estalactitas oscuras que sería el final de la cueva. El regreso hay que hacerlo por el mismo camino. Eso sería la galería principal, luego hay ramificaciones cortas donde se puede entrar a investigar, volviendo siempre al cauce principal«.
El caso es que tratando de seguir esas instrucciones, no tenía claro cuál era el camino por el que debíamos continuar. En la sala de paredes más lisas encontré un pasadizo al fondo a la derecha. Cuando tuve que empezar a reptar entre la arena y el cercano techo para poder avanzar, sin tener claro si iba por el camino correcto, decidí dar la vuelta y disfrutar de la primera galería, que era espectacular y no conllevaba riesgo ninguno. Me da rabia no haber llegado a la cavidad final, pero para mí es difícil de encontrar sin ir con un guía. Ojalá hubiese ido con alguien que nos dijese a ciencia cierta por donde había que avanzar. Teniendo en cuenta que mis conocimientos de espeleología eran «ninguno», creo que la aventura estuvo de cine.
Durante un rato apagamos las linternas escuchando únicamente el sonido de las gotas caer. La experiencia sensorial es indescriptible. Lástima no haber grabado el vídeo con la luz apagada durante un poco más de tiempo para poder mostrároslo…
Finalmente hemos estado en el interior una hora, que se me ha pasado volando. Solos en todo momento… Ha superado ampliamente mis expectativas.
Tras salir y aún alucinando, decidimos hacer nuestro picnic en este lugar mágico, sentados a la entrada de la cueva de la Collubina.
A las 14.50 horas nos ponemos en marcha de nuevo. Esta vez no toca desandar camino, sino que dejamos la cueva a nuestra izquierda (flecha azul) y seguimos el rastro de las flechas verdes. Esta fue una de las veces que tuvimos que sacar el móvil para ver el track de Wikiloc, porque no habíamos visto la flecha en el tronco.
Seguimos avanzando, teniendo que hacer un pequeño tramo por la carretera nacional.
Nos encontramos con la capilla de las ánimas. «Construida hace cientos de años en la Calella de las Ánimas, realmente es un humilladero, denominado oratoriu en Asturias, para el culto a las ánimas del Purgatorio. Como signo de humildad, los peregrinos y parroquianos se paraban en ella, rezaban, encendían velas y dejaban limosna. Los leprosos pasaban por la noche recogiendo lo que allí les habían dejado«.
La historia es curiosa, pero el lugar en sí no despierta mi interés.
El sendero que estamos recorriendo no es especialmente bonito y tenemos la sensación de que desde que abandonamos la cueva, la ruta no ha tenido nada de particular.
Llegamos a las vías del tren, donde pasamos un rato entretenidos sacando fotos y vídeos. ¡Hay que ver lo fotogénicas que nos pueden resultar unas simples vías de tren! Jajaja.
https://youtube.com/shorts/QICPAO460X4
En este punto de nuevo tenemos que sacar el mapa, pues no vemos ninguna señal. Resulta que hay que atravesar las vías del tren continuando el sendero que vemos enfrente. Unos metros más allá descubrimos la señal que nos confirma que vamos por el camino correcto.
Tras la señal nos encontramos con unos cables que indican que llevan electricidad. No tenemos claro por dónde ir. Toca sortear los cables y seguir el único sendero que vemos.
Y de repente, sin darnos cuenta, empezamos a subir. Una empinada pendiente nos conduce ladera arriba en línea recta. Me da la sensación de que se trata de subir por subir, puesto que llegamos a una zona con una especie de mirador con vistas entre otras cosas a la autopista (no me di cuenta de sacar la foto), para luego volver a bajar.
Vamos siguiendo los distintos «punto de interés» que marca la ruta pero no vemos nada especialmente llamativo.
Esta zona que transcurre a la orilla de un riachuelo sin apenas caudal es de lo más bonito que vemos desde que salimos de la cueva.
Llegamos de nuevo a las vías del tren. No sabría si recomendar seguir las vías a mano derecha la primera vez que las encontramos, para ahorrarnos el subir el monte. Subida muy intensa y sin mucho sentido, desde mi punto de vista…
Encontramos una nueva figura de madera tallada. Hay que ir fijándose porque a veces las pasamos de largo sin darnos cuenta, al no estar señalizadas y estar mimetizadas con el entorno.
Puntualmente vemos alguna estampa bonita, pero reconozco que la ruta me está decepcionando. Traía grandes expectativas que no se están viendo cumplidas…
Os voy adjuntando los distintos «puntos de interés» de la ruta, para que juzguéis por vosotros mismos, pues yo solo os doy mi humilde opinión.
Accedemos a una zona con varios pequeños meandros que sería preciosa si el cauce no estuviese completamente seco, cosa de lo más inusual estando en Asturias. Aparte de arena en zonas puntuales y la preciosa talla de unos osos al pie de un curioso tronco, poco más había.
Muy desmotivada por una ruta que no me está llenando y por la ausencia de agua, llegamos al segundo punto que más ilusión me hacía de toda la senda, la cascada de l’ Escaniellu. Suerte que bajaba con algo de agua, porque ya me temía que iba a estar seca.
El rincón me encanta y da mucho juego para una amante de cualquier tipo de salto de agua como yo. Además, la figura de la ninfa le da un toque muy coqueto. En Asturias se las conoce como xanas, y son uno de los personajes más conocidos de las creencias populares del folclore asturiano.
https://youtube.com/shorts/3zLrg9ZZcSw?feature=share
Teniendo en cuenta que quería hacer la senda del Valle Invisible principalmente para conocer la cueva de la Collubina y la cascada de l’ Escaniellu, que ya estamos cansados, y que la ruta no nos está llenando, decidimos poner fin aquí a nuestra aventura. Me encanta caminar y no me importa hacer los kilómetros que sean necesarios cuando el lugar lo merece, pero en este caso, caminar por caminar sabiendo que no voy a ver nada de interés, hoy siento que no me compensa.
Suele pasar que cuando traes las expectativas tan altas de un lugar, te llevas un buen chasco. Creía que la senda del Valle Invisible me iba a encantar y me he llevado una pequeña decepción… Repito que la cueva es alucinante y la cascada es preciosa, pero para mí todo lo demás es poco impresionante y bastante prescindible.
A modo de COMENTARIOS Y CONSEJOS VARIOS, decir que:
Os dejo un listado de espectaculares lugares (y algunas fotos ejemplificativas) que visitar por la zona, por si queréis exprimir el día al máximo.
POSDATAS
Posdata 1: todos los puntos visitados a lo largo de esta ruta están recogidos en este mapa de «Asturias variado»: ver mapa. Para PASARLO A LA APP MAPS.ME (que es la que me guía en todos mis viajes y rutas por mostrar mucho mejor los senderos que Google Maps) solo tenéis que seguir estas instrucciones.
Posdata 2: todas las fotos están hechas con mi móvil Samsung Galaxy S10+ sin ningún tipo de filtro o retoque, todas en modo normal o en modo gran angular.
Posdata 3: me encantaría que dejases un COMENTARIO con tu opinión sobre lo que has leído. ¡Venga, anímate! Siempre se agradece un buen feedback…
¿Os gustaría conocer más rutas por Asturias? Os dejo un listado por si queréis echar un vistazo:
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