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DEL FIELATO AL BOSQUE DEL GUMIAL (Aller)
Domingo 13 de noviembre de 2022
En marzo de este año descubrí el bosque del Gumial, un lugar de ensueño en el que todo lo que te rodea parece mágico. Desde entonces apenas he hecho senderismo puesto que he aprovechado para viajar al máximo ahora que la pandemia por el COVID -19 está desapareciendo. Por ello cuando mi chico me propuso volver este fin de semana al bosque del Gumial para vivir allí el otoño, no lo dudé. La idea inicial era repetir la ruta tal y como la había hecho con mi madre hace unos meses, pero las circunstancias nos permitieron disponer de dos vehículos por lo que rápidamente cambiamos de planes para transformar la ruta, iniciando la misma en El Fielato.
Todos los puntos visitados a lo largo de esta ruta están recogidos en este mapa de «Asturias variado»: ver mapa.
Para PASARLO A LA APP MAPS.ME (que es la que me guía en todos mis viajes y rutas por mostrar mucho mejor los senderos que Google Maps y por funcionar a la perfección sin conexión) solo tenéis que seguir estas instrucciones.
DATOS PRÁCTICOS DE LA RUTA:
Parking:
Tipo de ruta:
Yo siempre había pensado que las rutas lineales son aquellas en las que se hace la ida y la vuelta por un mismo camino mientras que las circulares eran en las que la ida se hace por un camino y la vuelta por otro diferente, volviendo tanto en las lineales como en las circulares al mismo punto de partida. Pero un día un experto montañero me sacó de mi error y me explicó que las rutas LINEALES son aquellas que se inician en un punto y se terminan en otro, mientras que las rutas CIRCULARES son aquellas que se inician y finalizan en un mismo punto, independientemente de que la vuelta se haga por el mismo camino o no.
Dicho todo esto, la ruta del Fielato al bosque del Gumial es lineal, siendo imprescindible llevar dos vehículos:
NUESTRA RUTA:
Salimos de Gijón en coche a las diez de la mañana. Habíamos quedado con mi amiga Lauri en el parking del Gumial. A medida que nos acercábamos al estacionamiento ya íbamos viendo que los pequeños apartaderos (que tenéis marcados en mi mapa) en los que entraban uno o dos vehículos estaban llenos, por lo que no nos sorprendimos cuando al llegar al parking propio de la ruta al bosque del Gumial vimos que no había ningún sitio libre. Tuvimos que dar la vuelta y aparcar a poco más de un kilómetro del mismo, en un apartadero en el que aún había hueco.
Nada más bajarnos del coche y aunque la luz no iluminaba la montaña, ya vimos que hoy iba a ser un día especial puesto que cientos de árboles en tonos anaranjados y marrones poblaban la ladera mostrando el otoño en su máximo esplendor.
Dejamos en este lugar uno de los dos vehículos y nos metimos los cinco integrantes de la ruta de hoy en mi coche. Nos dispusimos a subir por una zigzagueante carretera de montaña hasta llegar al mirador de Zuvillaga. Es la tercera vez que visito este lugar y nunca dejará de maravillarme. Hay parking abundante para dejar los coches y, en este caso, no había nadie más estacionado.
El río San Isidro no bajaba muy cargado pero la estampa de la cascada protegida por dos preciosos árboles anaranjados, no podía ser más bella.
Avanzamos río arriba hasta llegar al puente en el que hay una cabaña de hormigón con vistas a las montañas. No sé por qué pero esta zona me tiene de lo más enamorada y cada vez que vengo me gusta aún más si cabe.
El viento sopla muy potente y gélido y nos quedamos helados en un minuto. Pese a ello podría quedarme aquí todo el día pero aún nos queda una gran aventura por vivir, así que arrancamos de nuevo el coche y estacionamos a solo ochocientos metros. Aunque el aparcamiento del bosque del Gumial estaba lleno, aquí hay aún mucho espacio disponible.
Cambiamos los playeros por las botas de monte impermeables porque esto es Asturias y muchas de las rutas suelen estar bastante embarradas.
Junto a unas cabañas de piedra ubicadas en el puerto Braña encontramos el cartel indicativo de la ruta. No es habitual encontrar estos paneles en tan buen estado, porque la gente tiende a hacer pintadas y tonterías por el estilo.
La ruta está perfectamente señalizada con las rayas blanca y amarilla de PR (sendero de Pequeño Recorrido), por lo que no es preciso mirar el mapa en ningún momento si vais siguiendo las indicaciones pintadas en rocas y árboles. No tiene pérdida ninguna.
Iniciamos la aventura a las 11.45 horas. Al poco de empezar la caminata ya empezamos a apreciar la magnificencia de lo que nos rodea. La zona es preciosa y las vistas del valle a nuestras espaldas no dejaron de maravillarme en ningún momento durante la subida.
Para que os vayáis mentalizando, a partir de aquí es todo cuesta arriba hasta dentro de algo más de tres kilómetros. Con los bastones de trekking (los que yo uso son los básicos del Decathlon) se hace sin ninguna dificultad.
El viento continuaba soplando gélido e imparable. ¡¡Menudo frío!!
Llegamos a Brañarreonda a las 12.15 horas, media hora después de haber iniciado el paseo. Se encuentra ubicada a 1.368 metros de altitud. Os diré que no teníamos ninguna prisa y nos tomamos la ruta con bastante calma puesto que me encanta sacar montones de fotos y apreciar al detalle la naturaleza que me rodea.
Aquí nos encontramos con una graciosísima vaca de montaña con un tupido flequillo rubio. Seguro que con ese pelazo no tiene frío por la cabeza, jajaja.
Seguimos subiendo y subiendo contemplando a cada paso el paisaje a nuestras espaldas, que parecía sacado del Señor de los Anillos.
Nos cruzamos con bastantes personas, varias de ellas en amplios grupos de excursionistas.
Me llamó muchísimo la atención un chico que vimos haciendo toda esta subida con la bici a sus espaldas. Al pasar a mi lado le pregunté y me dijo que pesaría unos quince kilos, añadidos a la mochila que iba cargando. ¡¡Vaya moral!!
En Collá Beldoso, ubicado a 1.682 metros de altitud, el viento no puede ser más matador, pero queda totalmente compensado con las vistas que obtenemos desde tan alto.
Continuamos nuestro ascenso por la ladera de la montaña hasta que en un momento dado nos equivocamos de sendero puesto que íbamos concentrados mirando dónde poner los pies mientras atravesábamos un riachuelo. La verdad es que fue culpa nuestra por completo porque las señales eran claras y evidentes pero había un sendero tan marcado que lo tomamos directamente sin fijarnos en que habíamos dejado de ver las señales blancas y amarillas de Pequeño Recorrido (PR).
Os dejo marcado con una «x» roja el sendero que NO debéis tomar. A la izquierda de la foto se ve claramente las señales marcadas en la roca.
Continuamos ascendiendo lo que nos permite contemplar unas panorámicas brutales.
Aproximadamente a los 3,3 kilómetros de haber iniciado la ruta, finalizamos el ascenso para mantenernos durante un pequeño tramo en una zona llana. Luego empieza el descenso constante hasta llegar al coche. Podría pensarse que el hecho de que un gran tramo de la ruta sea bajando la haría mucho más sencilla, pero debo decir que gran parte de la bajada es muy «rompe piernas» por el desnivel y porque hay muchas rocas sueltas, muchas de ellas ocultas con la hojarasca, que además nos hace resbalar con asiduidad. Acabamos cuatro de los cinco integrantes del grupo con molestias en las rodillas gran parte de la segunda mitad de la ruta.
A las 14.45 horas vemos por primera vez a lo lejos la braña del Gumial.
Ya en la braña, ubicada a 1.328 metros de altitud, paramos a hacer un descanso protegidas del intensísimo viento tras la pared de una de las cabañas.
Al poco rato de abandonar la braña del Gumial, empieza un sueño hecho de otoño: con densa hojarasca marrón en el suelo, árboles de hojas amarillas, verde musgo cubriendo las rocas y pequeñas cascadas siguiendo el curso del río… Os adjunto cuatro mini vídeos para que os podáis hacer una idea de la belleza que nos rodeaba por todas partes.
Cuanto más avanzamos, más me vuelvo a enamorar de este lugar que tan marcada me dejó en marzo. Es un bosque que parece sacado de un cuento de hadas. Tan precioso y tan mágico que a cada paso que doy, me encandila más aún si cabe.
Sacamos montones de fotografías, jugamos lanzando las hojas al aire y, simplemente, disfrutamos de la bellísima naturaleza que nos envuelve. Sin lugar a dudas este es uno de mis bosques favoritos en Asturias.
Pese a que parte del descenso por el bosque se realiza a través de pronunciados zigzags con montones de rocas sueltas tapadas por la hojarasca, lo que dificulta la bajada, a mí todo me da igual porque me siento levitando por la felicidad que me invade al estar en un lugar tan especial.
Cuando ya nos queda poco para finalizar la ruta, nos encontramos con una amplia panorámica del valle donde dejó el coche mi amiga Lauri, con todos los árboles anaranjados que os comentaba al principio. La estampa no podría ser mejor tras un día de espectaculares aventuras.
Pero es que si continuamos descendiendo, nos encontramos con preciosas cabañas de piedra con musgo sobre sus tejados y el valle de fondo. Me cuesta saber hacia qué lado mirar porque es todo espectacular.
Puesto que no pudimos dejar el coche en el parking oficial del Gumial, hacemos todo el trayecto hasta nuestro vehículo por un sendero paralelo a la carretera nacional. Es el punto final perfecto para esta ruta puesto que las imágenes que tenemos de la ladera en tonos otoñales me deja totalmente eclipsada y desbordando energía y felicidad por la belleza que nos rodea. ¡¡¡Menudos paisajes más brutales que hemos podido contemplar hoy!!!
Llegamos al coche a las 15.50 horas tras 6 horas de aventura y 11,1 kilómetros (algo menos de dos de ellos fueron extra por no haber podido encontrar estacionamiento en el parking oficial). Nuevamente el bosque del Gumial ha marcado mi corazoncito y me deja con muchísimas ganas de repetir. Toda la ruta ha tenido estampas maravillosas pero, si tuviese que concretar, nada puede superar al bosque del Gumial. La próxima vez que venga no sé si repetiría el recorrido de hoy o volvería a hacer el bosque del Gumial en exclusiva, porque es tan maravilloso que siento que me han faltado horas para disfrutar de su belleza…
A modo de COMENTARIOS Y CONSEJOS VARIOS, decir que:
POSDATAS
Posdata 1: todos los puntos visitados a lo largo del día están recogidos en este mapa de «Asturias variado»: ver mapa. Para PASARLO A LA APP MAPS.ME (que es la que me guía en todos mis viajes y rutas por mostrar mucho mejor los senderos que Google Maps y por funcionar a la perfección sin conexión) solo tenéis que seguir estas instrucciones.
Posdata 2: todas las fotos están hechas con mi móvil Samsung Galaxy S22 ultra sin ningún tipo de filtro o retoque, todas en modo normal o en modo gran angular.
Posdata 3: me encantaría que dejases un comentario con tu opinión sobre lo que has leído.
Puedes seguirme en mi INSTAGRAM para estar al día de todas mis aventuras.
¿Os gustaría conocer más rutas por Asturias? Os dejo un listado por si queréis echar un vistazo: