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A LA CAZA DEL TEJO EN EL VALLE DE QUIRÓS – BERMIEGO, PIRUEÑO
Martes 14 de junio de 2022
Teniendo en cuenta que hoy hace un día espectacular, vamos a pasar la tarde en el concejo de Quirós. Ya había estado previamente realizando la ruta de las Xanas y visitando el milenario tejo de Bermiego. Es este último pueblo el que me marcó de tal forma que desde que estuve allí, en marzo del año pasado, estaba deseando volver. Aprovechando que nuevamente me había quedado prendada de una de las publicaciones de @hiking Asturias, y que el lugar se encontraba a poco más de siete kilómetros de Bermiego, organizamos una pequeña escapada para ir «a la caza del tejo en el valle de Quirós».
Todos los puntos visitados a lo largo del día están recogidos en este mapa de «Asturias, de oriente a occidente»: ver mapa. Para poder utilizarlo basta con pinchar en el enlace azul de «ver mapa», NO en el propio mapa.
Para PASARLO A LA APP MAPS.ME (que es la que me guía en todos mis viajes y rutas por mostrar mucho mejor los senderos que Google Maps y por funcionar a la perfección sin conexión) solo tenéis que seguir estas instrucciones.
BERMIEGO
Salimos de Gijón en coche a las 16.30 horas. De la que nos adentramos en el valle de Quirós, alucinamos con su belleza y con lo verde que está todo. Mira que somos asturianos y estamos acostumbrados a ver paisajes de este estilo, pero la verdad es que me parece un absoluto espectáculo de la naturaleza. (Lástima no haber sacado ninguna foto…)
Dejamos atrás el embalse de Valdemurio, que siempre me tiene una pinta espectacular desde el coche, pero que aún no he podido recorrer a mi antojo y que sigue en mi lista de tareas pendientes.
Poco después del embalse encontramos el desvío que nos conduce a Bermiego. Se llega a través de una carretera con fuerte subida y pronunciadas curvas, sin líneas divisorias, pero bastante ancha. Son poco más de cuatro kilómetros, pero con ciertos tramos mal asfaltados además de varios marcados zigzags al final.
Os dejo un vídeo de parte del ascenso por la zona de zigzags para que os hagáis una idea.
Llegamos al parking público de Bermiego a las 17.40 horas, habiendo tardado una hora diez minutos desde Gijón.
No os recomiendo que os adentréis en el pueblo con vuestro vehículo, primero porque no me quedó claro si está permitido, y segundo porque las callejuelas son demasiado estrechas para mi gusto.
Al bajar del coche nos golpea de pleno un intenso calor. Aunque el termómetro marca veintisiete grados, la sensación térmica es mucho mayor. No estoy acostumbrada para nada a estas temperaturas y empiezo a sudar de forma copiosa nada más poner un pie en el suelo. Tenemos suerte porque en el resto de España se está viviendo la peor ola de calor en junio de los últimos veinte años, y en Asturias no llegamos ni a los treinta grados.
Os dejo mi track de Wikiloc para que podáis seguir nuestro itinerario con facilidad.
Junto al parking, un cartel informativo nos cuenta detalles interesantes sobre el pueblo:
En mi anterior visita no me había fijado en que existen varios molinos, por lo que esta vez me traía super estudiado el mapa desde casa. Cuál será mi sorpresa cuando por más que los busco siguiendo los carteles indicativos, no los encuentro.
Pregunto a una lugareña quien me explica, extrañada, que en Bermiego solo hay dos molinos. No entiendo nada…
El caso es que llegamos al «molino de Bermiego», señalizado en Google Maps como tal. Hay que ver cómo cambian las imágenes según sea una época u otra del año, según estén más o menos cuidados los lugares… Este lugar me enamoró perdidamente la primera vez que lo visité, pues entre que no contaba con él y que pillamos una puesta de sol alucinante, todo parecía mágico. Hoy apenas despierta mi atención entre que está más cubierto de maleza y que al sol aún le faltan varias horas para ponerse.
Tras el molino de la foto se encuentra el segundo molino que nos decía la señora, pero estaba tan cubierto por maleza que ni siquiera le saqué una foto.
Una de las cosas buenas que tiene Bermiego es que no parece estar enfocado al turismo. Únicamente existen dos casas de alquiler vacacional, pero no hay tiendas de souvenirs ni nada por el estilo. Solo son los vecinos de siempre haciendo sus tareas de siempre. Eso hace que la visita a este pueblo sea más especial.
Aunque el tema de los inexistentes molinos del mapa me ha dejado un poco descolocada, no pasa nada porque sé lo que me espera al final del camino. Seguimos las indicaciones a través de una senda arbolada.
Vamos a visitar por segunda vez el tejo de Bermiego o teixo de Bermiego o teixu l’ iglesia. Según explica el cartel informativo: «declarado Monumento Natural por el Principado de Asturias, con sus más de 1.000 años obtuvo el premio al «árbol más longevo» en 2008 al ser uno de los árboles más viejos de toda la península ibérica y uno de los más bellos de Europa. Además de su monumentalidad, se encuentra en un paraje de gran belleza muy bien conservado, a unos 746 metros de altitud, con unas espléndidas vistas del Parque Natural de Las Ubiñas – La Mesa«.
El tejo o texu en asturiano (Taxus Baccata), es el árbol sagrado de la mitología astur, tiene gran sentido religioso y es muy habitual verlo en ermitas y cementerios de la región. Es un árbol venerado desde la antigüedad por toda la Europa Atlántica, emblema de la fortuna y signo de protección ante la adversidad, forma parte de nuestra historia: poesías, leyendas, costumbres y rituales se gestaron y practicaron alrededor del tejo sagrado, centro de la vida social y espiritual de nuestros pueblos. A su sombra y amparo nuestros abuelos celebraban consejos, fiestas y reuniones.
Cuando llegamos al lugar, mi corazón da un vuelco. ¡¡Lo tenemos entero para nosotros dos!! Hacía ya más de un año que estaba deseando volver, desde que quedé prendada de la belleza de este recóndito paraje asturiano. Para mí es un rincón mágico, un espacio que solo me trasmite paz.
Creo que mis palabras no pueden transmitir cómo me siento cuando estoy junto a este alucinante tejo. Es una experiencia que hay que vivir para poder sentirla. Para mí este es uno de los rincones más especiales que conozco de Asturias.
Las vistas del pueblo desde aquí son espectaculares.
Disfrutamos al 200% del lugar, en el que estamos solos en todo momento. Luego nos dedicamos a callejear por el pueblo, cosa que no pudimos hacer en la visita anterior por falta de tiempo.
Hace muchísimo calor. No quiero ni pensar en las temperaturas que habrá aquí en pleno verano. No paramos de sudar a mares mientras las moscas y mosquitos nos atacan sin piedad. Suerte que no pican y solo molestan…
Os recomiendo que recorráis las distintas callejuelas para poder apreciar sus treinta y dos hórreos y paneras, que se ve que no están enfocados al turismo, sino que son medios de trabajo que se usan en el día a día de la villa. Parece un lugar paralizado en el tiempo, ajeno al resto del mundo.
Finalizamos la visita a las 19.30 horas, tras casi dos horas de disfrute. Me ha gustado muchísimo, igual que la primera vez que estuve aquí, y estoy segura de que volveré.
PIRUEÑO / PERUEÑO
A poco más de siete kilómetros y en tan solo quince minutos en coche, llegamos al pequeño pueblo de Aciera. En este caso la vía de acceso desde la carretera general es mucho más corta (850 metros) y con menos curvas pronunciadas que la de Bermiego.
Estacionamos en el aparcamiento del pueblo, que es privado y exclusivo para clientes del bar tienda S’ Ol Horrin. No hay nada que nos apetezca más que tomar una bebida bien fría después del calor que hemos pasado en Bermiego, así que hacia allí nos dirigimos.
Aciera está a casi trescientos metros menos de altitud que de donde venimos, por lo que el sol aquí ya no pega de la misma manera. El hándicap es que tampoco la luz incide de la misma manera.
En el bar pedimos dos refrescos por 3€ en total y los tomamos en las mesas que tienen en el exterior, a la sombra, rodeados de gatitos.
A las 19.55 horas nos ponemos en marcha. Hemos elegido hacer una ruta circular, ida y vuelta por distinto camino.
No hemos visto ningún tipo de señalización, así que os dejo mi track de Wikiloc para que no tengáis pérdida ninguna. Iniciamos la app en el mismo parking.
Pese a la ausencia de indicaciones, el sendero no tiene pérdida ninguna si vais siguiendo un mapa. Una cosa que me llamó mucho la atención es que el sendero de ida no aparece en la app Maps.me, que es la que me guía en todos mis viajes y rutas por mostrar mucho mejor los senderos que Google Maps y por funcionar a la perfección sin conexión. En este caso solo aparece en Google Maps, cosa que suele ser a la inversa y que diría que no me había pasado nunca.
Nosotros hicimos la ida por el camino marcado con flechas rojas y la vuelta por el marcado con flechas azules.
Al aparecer el sendero en Google Maps, dimos por hecho que se trataba de una carretera, aunque fuese estrecha. La realidad es que a los pocos metros de abandonar el parking, finaliza la zona asfaltada y nos adentramos, todo cuesta arriba, por un sendero que poco a poco va estrechándose hasta darnos la sensación de que es más bien para ganado, por las múltiples huellas que vemos en el barro.
Hay tramos de hecho muy embarrados, que nos hacen tener que ir con sumo cuidado si no queremos acabar hundidos hasta los tobillos. Suerte que traía mis playeros de monte impermeables por si acaso, que esto es Asturias y nunca sabemos con lo que nos podemos encontrar.
Vamos tan concentrados mirando por dónde pisamos, que llegamos a Pirueño diez minutos después de haber empezado la ruta, sin darnos cuenta de que nos hemos pasado nuestro objetivo, el acceso a la iglesia de Santa Eulalia de Pirueño. Toca desandar camino e ir ojo avizor para encontrar el desvío. La realidad es que la entrada a la iglesia se ve claramente, pero no nos íbamos fijando. En cuanto veáis de frente estos carteles amarillos junto a la mesa de picnic, únicamente tenéis mirar a vuestra espalda.
Os dejo un vídeo explicativo para que no haya pérdida ninguna.
Solo seiscientos metros separan el aparcamiento de nuestro objetivo. Un breve paseo con una intensa pendiente.
Ya me habían comentado que había que atravesar un poco de maleza hasta llegar a la iglesia y al tejo que crece a su lado. Por eso precisamente vengo en pantalón largo pese al calor que hace hoy. Aún así, llegar de una zona tan cuidada en Bermiego y encontrarse con este lugar que más bien parece un tanto olvidado, me resulta bastante chocante.
Desde la entrada ya podemos vislumbrar la copa del tejo y la iglesia que venimos a visitar. Como os comentaba al principio del post, este rincón lo había compartido en su Instagram @hiking Asturias y, como tantas otras de sus maravillosas recomendaciones, me la había guardado para hacerla lo antes posible.
Según los carteles informativos: «nos encontramos ante los restos de la iglesia de Santa Eulalia de Pirueño, declarada Bien de Interés Cultural en el 2015. La iglesia románica, de una sola nave, se encuentra en estado de ruina. Se cree que el edificio pudo ser erigido en el siglo XII, cuando se consolidó este territorio atravesado por el Camino Real, situado entre Oviedo y León. La iglesia aparece ya citada en un documento de donación del año 891 en el que el rey Alfonso III y su esposa entregan la villa del Pironno (Pirueño) junto con su iglesia al monasterio de Santo Adriano de Tuñón«.
La maleza nos cubre hasta la rodilla en ciertos tramos. Suerte que traemos pantalón largo porque hay muchísimas ortigas.
Pese a que el lugar está tan poco cuidado y que ya no da el sol, el sitio me parece que tiene una magia especial. Os recomiendo que si vais a visitar Pirueño y Bermiego el mismo día, empecéis siempre por Pirueño, ya que al estar más enclavado en el valle, el sol se va mucho primero.
Atravesamos las ruinas de la iglesia hasta llegar a la zona del tejo. Aunque el árbol no tiene nada que ver con el de Bermiego al ser mucho más «joven» y dar la sensación de estar abandonado, nos encanta el paraje y sacamos montones de fotos.
Las vistas del valle de Quirós que los árboles y la maleza nos permiten contemplar, son muy hermosas.
A las 20.45 horas toca ponerse en marcha porque aún queda una hora en coche hasta Gijón y mañana madrugamos, pero es que el lugar desprende tanta magia que nos liamos a sacar fotos y a disfrutar de cada rincón.
Atravesamos Pirueño, donde descubrimos un pequeño pueblo de casitas muy cuidadas que nos permiten sacar preciosas instantáneas con el tejo de fondo.
Abandonamos Pirueño por el lado contrario por el que vinimos, donde un lindo cartel con el nombre del pueblo nos despide.
Esta vez el camino hasta el coche es todo de bajada a través de una pista asfaltada.
En El Llano descubrimos que teníamos un segundo parking más cercano que el del bar de Aciera. Lo localizaréis rápidamente al estar ubicado junto a un rocódromo perteneciente a Escalada en Asturias.
Antes del rocódromo giramos a la izquierda. Basta con seguir la carretera hasta que aparecemos donde el cartel de «vuelta».
Todo este último tramo nos ha regalado unas estampas maravillosas del valle de Quirós y del embalse de Valdemurio. Parecía una carretera escénica. Me ha gustado muchísimo.
Yo no sé si merece la pena hacer la ruta circular ida y vuelta por distinto camino, cuando a la ida no hemos tenido mucho más que barro y a la vuelta hemos tenido estas magníficas panorámicas. Eso ya es cuestión de gustos personales, claro está.
Al final llegamos al coche a las 21.10 horas, cansados pero felices tras esta tarde maravillosa de aventuras por «la tierrina«. Dejamos pendiente para otra ocasión recorrer el pueblo de Aciera, que tiene muy buena pinta y parece estar muy cuidado.
CAZADORES DE TEJOS
Si como nosotros, sois cazadores de tejos, os dejo algunos de los que hemos ido descubriendo por Asturias, aunque ninguno iguala al de Bermiego ni por asomo.
Perímetro de tronco: 3,5 metros
Altura: 5 metros
Envergadura (diámetro de la copa): 13 metros
Perímetro de tronco: 6,1 metros
Altura: 16 metros
Perímetro de tronco: 5,1 metros
Altura: 12 metros
Según nuestra guía de la Cueva – Exposición del Queso Cabrales, el tejo tiene dos mil años aunque no los aparenta ya que le cortaron las raíces cuando estas empezaron a entrar en la iglesia, por lo que el árbol dejó de crecer. Por eso supuestamente no es tan espectacular como el de Bermiego, que en principio tiene mil años menos.
POSDATAS
Posdata 1: todos los puntos visitados a lo largo de esta escapada están recogidos en este mapa de «Asturias, de oriente a occidente»: ver mapa. Para PASARLO A LA APP MAPS.ME (que es la que me guía en todos mis viajes y rutas por mostrar mucho mejor los senderos que Google Maps y por funcionar a la perfección sin conexión) solo tenéis que seguir estas instrucciones.
Posdata 2: todas las fotos están hechas con mi móvil Samsung Galaxy S10+ sin ningún tipo de filtro o retoque, todas en modo normal o en modo gran angular.
Posdata 3: me encantaría que dejases un comentario con tu opinión sobre lo que has leído.
Puedes seguirme en mi INSTAGRAM para estar al día de todas mis aventuras.
¿Os gustaría conocer más rutas por Asturias? Os dejo un listado por si queréis echar un vistazo: