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  • 3. MI LUGAR FAVORITO – MIRADOR DE PIEDRASHITAS, POSADA DE VALDEÓN, MIRADOR DEL TOMBO, SAFARI POR EL VALLE DE ANCILES

    ALICIA DIAZ GONZALEZ 13 de septiembre de 2023 0 comentarios

    (DÍA ANTERIOR) / (DÍA SIGUIENTE)

    Todos los puntos visitados a lo largo del día están recogidos en este mapa de «Castilla y León»: ver mapa.

    Para PASARLO A LA APP MAPS.ME (que es la que me guía en todos mis viajes y rutas por mostrar mucho mejor los senderos que Google Maps y por funcionar a la perfección sin conexión) solo tenéis que seguir estas instrucciones.

    Miércoles 13 de septiembre de 2023

    Al despertarnos y subir las persianas vemos que la niebla lo invade todo. Esperemos que empiece a despejar cuanto antes…

    Bajamos al comedor a las 8.30 horas, en cuanto empiezan a servir los desayunos en nuestro hostal Sainz, pues hoy tenemos un día con muchísimas cosas programadas. Tengo grandes expectativas para esta jornada…

    En esta ocasión decidimos probar un desayuno normal (3,50€). Puedes elegir entre tostadas o croissant. Además nos ponen un kiwi por persona y un par de galletas de mantequilla. Sobre la mesa hay varias tarrinas con Nocilla, mermelada, tomate… 

    Este desayuno también nos ha gustado, y es que ayer comimos mucho a lo largo del día y hoy nos apetecía algo más ligero.

    A las 9.30 horas arrancamos el coche. Pasaremos la mañana visitando el valle de Valdeón. Considerado como uno de los valles más profundos y abruptos de toda España, forma parte del macizo central y occidental del Parque Nacional de los Picos de Europa y está rodeado por cumbres que superan los dos mil metros de altitud. Ocho son las localidades pertenecientes a este valle, denominado «el valle de los ocho pueblos y cientos de montañas»:

    • Caín.
    • Caldevilla de Valdeón.
    • Cordiñanes de Valdeón.
    • Los Llanos de Valdeón.
    • Posada de Valdeón.
    • Prada de Valdeón.
    • Santa Marina de Valdeón.
    • Soto de Valdeón.

    Salimos de la carretera general y tomamos el desvío para Posada de Valdeón, donde nos encontramos con una carretera bien asfaltada, ancha y delimitada con líneas pintadas.

    MIRADOR DE PIEDRASHITAS

    A las diez de la mañana realizamos nuestra primera parada del día, en un amplio estacionamiento. Hemos venido a visitar el mirador de Piedrashitas. Para llegar hasta él es preciso caminar unos cuatrocientos cincuenta metros monte arriba por lo que (CONSEJO) os recomiendo que llevéis calzado adecuado y quizás no estén de más los bastones de trekking.

    Partimos del mismo parking, donde encontramos una coqueta área recreativa que invita a hacer un picnic en un día de relax. Varias señales nos indican el camino a seguir. Encontraréis un desvío en el que la señalización está un poco más adelante (tercera foto inferior), pero basta con que toméis la bifurcación a la derecha.

    La senda nos conduce en un constante ascenso por medio de un precioso bosque, que ya me deja totalmente encandilada.

    Cuando llegamos al mirador me quedo sencillamente boquiabierta. Es una pena porque las fotos y vídeos no reflejan para nada la magnificencia de lo que allí contemplamos, pero el estar sentada con esas panorámicas y el único sonido del trinar de los pájaros, me dio una sensación de paz y felicidad absoluta. Teníamos ante nosotras el valle de Valdeón con el pueblo de Posada de Valdeón a nuestros pies y el macizo central de los Picos de Europa vigilándolo todo desde las alturas.

    Además tuvimos el privilegio de tenerlo entero para nosotras dos solas. Es una suerte viajar fuera del periodo estival, porque nos estamos encontrando con muy pocos turistas.

    Me autocorrijo para deciros que este sí que es un lugar ideal para un picnic. Me ha gustado muchísimo tanto el sendero como el mirador y para mí es una visita imprescindible si os encontráis por la zona.

    MIRADOR DE VALDEÓN

    Cuarenta minutos después arrancamos el coche de nuevo. No tardamos en volver a aparcar junto al mirador de Valdeón, donde hay una pequeña explanada para dejar dos o tres vehículos. Después de Piedrashitas y sus espectaculares vistas, para mí este mirador resulta totalmente prescindible.

    Continuamos por esa sinuosa carretera de paisajes de ensueño que me tiene de lo más cautivada.

    POSADA DE VALDEÓN – MIRADOR DE LA CRUZ – PRADA DE VALDEÓN

    A las 11 horas aparcamos en una amplia explanada de tierra ubicada a las afueras de Posada de Valdeón, justo enfrente del Centro de Visitantes de Valdeón, que también es la oficina de información turística.

    El horario de la oficina es:

    • Mañanas: de 10 a 14 horas.
    • Tardes: de 16 a 19 horas.

    Ya que está abierta, aprovechamos para ver qué información nos ofrecen. Nos atiende una amable chica que nos da varias recomendaciones para hacer por la zona durante un día:

    • Hacer la ruta Mitológica Eigon (une Posada de Valdeón con el mirador de la Cruz y Prada de Valdeón): ya lo traíamos en nuestros planes, por lo que será lo primero que hagamos. 
    • Aparcar en Cordiñanes para visitar el mirador del Tombo y hacer aunque sea una pequeña parte de la ruta de la Farfada (PR-35), que se inicia detrás del mirador.
    • Ir hasta el pueblo de Caín y recorrer los dos primeros kilómetros de la ruta del Cares. Hice la ruta completa hace justo un año, por lo que esta opción la damos por vista.

    Con estos consejos y teniendo en cuenta que a las 17 horas tenemos que estar de vuelta en Riaño para realizar un ¡¡SAFARI POR EL VALLE DE ANCILES!! (¡¡qué ganasssssss!!), nos ponemos en marcha y elegimos las opciones que más nos cuadran para el día de hoy.

    Os dejo mi track de Wikiloc para que podáis seguir nuestro itinerario con facilidad.

    Powered by Wikiloc

    Iniciamos nuestra aventura dando un paseo por el pueblo de Posada de Valdeón, que no llama mucho nuestra atención.

    Así que tras un breve recorrido nos disponemos a iniciar la ruta Mitológica Eigon, que tiene las siguientes características:

    • Distancia (ida y vuelta): 2,49 kilómetros.
    • Desnivel acumulado: 128 metros.
    • Punto de inicio de la ruta: 43.15068, -4.91856.
    • Siendo una ruta circular: ida y vuelta por distinto camino.

    El sendero comienza junto al panel informativo de la ruta, atravesando un puente sobre el río Arenal. CONSEJO: os recomiendo que vengáis con calzado apropiado y con los bastones de trekking, que seguro que no os sobran. 

    OJO porque al pasar el centro del Parque Nacional de los Picos de Europa hay que hacer una curva cerrada a izquierdas, donde encontraréis el siguiente panel indicativo. Desde mi punto de vista igual estaría mejor que lo pusiesen unos metros antes, pero bueno… A partir de aquí la ruta no tiene pérdida ninguna porque está perfectamente señalizada.

    Toca ascender sin descanso durante un total de veinte minutos. Se nos ha hecho un poco dura la subida porque pensábamos que iba a ser más light.

    En lo alto del todo nos encontramos con el mirador de la Cruz, que nos deja unas bonitas panorámicas del pueblo de Posada de Valdeón con el embalse de Vega Boyán al fondo, así como Prada de Valdeón y los Picos de Europa rodeándolo todo. El día está espectacular… El cielo azul y las nubes cubriendo las cumbres, dan un toque onírico. Me transmite mucha paz contemplar lugares así.

    Iniciamos el descenso por el lado opuesto siguiendo las indicaciones hacia Prada de Valdeón, que en este caso es todo cuesta abajo. 

    Este segundo pueblito tampoco me parece especialmente llamativo, aunque sí que podemos sacar alguna foto coqueta. Lo que más me gusta de la zona es el paisaje que nos rodea, que es una auténtica maravilla, pero no los pueblos en sí.

    Finalizamos la ruta a las 12.30 horas. La idea era comer en el restaurante El Desván por recomendación de Alberto, el dueño del hostal Sainz donde nos alojamos, pero por desgracia hoy está cerrado. Acabamos en el bar Picos de Europa, donde nos pedimos un enorme bocadillo de beicon y queso para compartir por solo 6,50€, que estaba muy rico.

    Con las energías repuestas, a las 13 horas arrancamos el coche de nuevo.

    MIRADOR DEL TOMBO

    Ponemos rumbo hacia el mirador del Tombo. La carretera es escénica a más no poder y es que el paisaje es una auténtica brutalidad. Recorremos la sinuosa carretera a través de ese verde valle protegido por los altísimos picos que te dejan sin aliento.

    Aunque algunas zonas de la calzada son demasiado estrechas para mi gusto, porque no me entusiasma conducir, en realidad yendo con precaución se hace sin problema.

    Descubrimos tres opciones para dejar el coche si queréis visitar el mirador del Tombo (todos ya marcados en mi mapa):

    1. Aparcarlo nada más tomar el desvío hacia el parking oficial y estacionarlo en un lateral de la pista de tierra, una vez finalizada la zona asfaltada. 
    2. Continuar unos metros más allá por la pista de tierra hasta el gigantesco parking habilitado, sobre todo si vais a hacer alguna ruta de senderismo y no se trata de una visita rápida.
    3. No tomar el desvío al parking oficial y continuar por la carretera general hasta el propio mirador del Tombo, donde podéis estacionar en un lateral si la parada va a ser breve.

    Como nosotras de mano no teníamos esta información, elegimos la primera opción y fuimos caminando por la pista de tierra hasta el enorme aparcamiento. Ahí toca atravesar el puente ubicado sobre el río Cares y caminar unos metros hasta llegar al mirador del Tombo. 

    El mirador, ubicado a ochocientos treinta metros de altitud, no tiene desperdicio pues, como os decía, todo el paisaje que nos rodea es un auténtico espectáculo.

    Una vez que nos hemos deleitado con el paisaje, arrancamos nuevamente el coche y disfrutamos de las vistas durante dos kilómetros. Después estacionamos en otro amplio aparcamiento habilitado junto al chorco de los lobos.

    CHORCO DE LOS LOBOS

    Descubrí este curioso lugar en la alucinante ruta en 4×4 que me llevó de Caín a Poncebos cuando hice la ruta del Cares, y me hacía ilusión mostrárselo a Lidia, aprovechando que estábamos tan cerca. «El chorco es una ingeniosa trampa que se utilizaba desde muy antiguo para cazar al máximo depredador de la cabaña ganadera: el lobo. El motivo de que se ubicase en el monte de Corona es que durante gran parte del invierno las zonas altas del valle permanecían cubiertas de nieve, por lo que el lobo descendía y buscaba alimento en los bosques y praderías de las zonas bajas. Hasta tal punto tuvo su peso en la sociedad de Valdeón, que en las “Ordenanzas de Montería” se detalla desde el principio el sistema de acoso y captura de los lobos, especificando los puestos y funciones a desempeñar por cada persona, así como las obligaciones de los vecinos para el mantenimiento de la empalizada, del chorco e incluso del mismo monte de Corona«.

    Los tres chorcos que quedan de los veintitrés originales

    Para mí la historia del lugar es de lo más llamativa y os recomiendo que os acerquéis hasta allí si os encontráis por la zona.

    Finalizada esta visita, a las 13.40 horas iniciamos la vuelta hacia Riaño, a donde llegamos cincuenta minutos después.

    SAFARI POR EL VALLE DE ANCILES – SENDAS DE ARNUA (REGRESO AL ORIGEN)

    Descansamos en el hotel hasta las 17 horas. Tenemos contratada esta excursión para hacer un safari por el valle de Anciles, por 70€ por persona. Escuché hablar por primera vez de esta aventura hace un par de años y desde entonces estaba deseando llevarla a cabo.

    En su día me costó bastante trabajo contactar con la empresa, por unos u otros motivos, por lo que os dejo un teléfono móvil para que contactéis directamente por WhatsApp si es que no podéis hacerlo por los medios habituales que constan en la web: 647.968.876.

    Según lo que me han contado:

    • Llevan dos años y medio haciendo estos safaris.
    • Desde Semana Santa hasta octubre incluido.
    • De miércoles a domingo.

    A las 17 horas nos encontramos con Toño, nuestro conductor y guía, en la puerta de nuestro hostal. Tenemos el coche entero para nosotras… ¡¡Genial!!

    Arrancamos con gran ilusión, rumbo al valle de Anciles. Os dejo el track de Wikiloc para que podáis seguir el itinerario en el 4×4.

    Powered by Wikiloc

    Abandonamos la carretera enlazando con una pista de tierra en el valle de San Pelayo. Desde aquí accedemos al valle de Anciles, que será el que recorramos durante la tarde. A este lugar solo se puede acceder a pie, en bicicleta o en vehículos autorizados.

    Tenemos la grandísima suerte de que a los diez minutos de pasar el cartel que indica que estamos entrando en el valle, nos encontramos con la manada de bisontes, el mayor herbívoro de Europa. Según nos cuenta Toño, desde el 2017 son seis los animales que componen la manada. Recientemente los lobos se comieron a las dos crías que había… Aunque hay dos machos, es a uno de ellos al que hay que vigilar bien de cerca puesto que se pone agresivo con facilidad. Por este motivo no podemos bajarnos del coche, pero los animales están lo suficientemente cerca para apreciarlos con total claridad. 

    Me sentía de lo más emocionada por haber tenido tanta suerte, porque no siempre durante el safari se puede ver a estos animales ya que, al fin y al cabo, son salvajes y campan a sus anchas.

    Parece que la fortuna nos sonreía porque veinte minutos después nos encontramos con la manada de búfalos. Unos veintiún miembros componen esta manada. Una búfala incluso se acercó al coche para que le diésemos pan. ¡¡Fue una pasada!!

    Búfala junto al coche y el resto de la manada al fondo

    Mientras estábamos entre los búfalos empezaron a acercarse los bisontes y por el tema del macho bisonte con el que debíamos tener cuidado, nos tuvimos que poner en marcha.

    Eso no supuso ningún tipo de problema porque pronto nos encontramos con una amplia manada de caballos pottokas (caballos salvajes del país Vasco y de Navarra) que se encontraban todos a la sombra de unos árboles. Nada más vernos vinieron raudos y veloces hacia nosotros porque esa misma mañana les habían estado alimentando con pan. La experiencia fue un alucine. Yo no podía encontrarme más feliz y eso que estábamos empezando la excursión, que tiene una duración total de cuatro horas.

    El tema de los animales salvajes es un puntazo total pero es que además los paisajes que recorremos con el 4×4 parecen sacados del Señor de los Anillos… No podía cerrar la boca de la emoción, eran totalmente de ensueño.

    Cuanto más avanzaba la excursión, más flipante me parecía todo… Los miradores a los que nos llevaba nuestro guía parecían sacados de una película… Eso unido a que Toño además de ser superdivertido parecía una enciclopedia andante que nos daba muchísima información, hacía que la aventura fuese difícil de mejorar.

    Pero sin que yo contase con ello, claro que podía mejorar, porque Toño nos llevó a un mirador sobre los fiordos leoneses que me hizo gritar de emoción y casi me saltaron las lágrimas. De verdad, con lo enamorada que estoy de Riaño, contemplar esta panorámica del pueblo, del pico Gilbo que subí hace un par de años en una de las rutas más bellas de mi vida y del embalse en general, me pareció brutal, no me lo podía creer. Las luces y las sombras cambiaban el paisaje a su antojo por momentos.

    Estando en ese mirador, pletórica de alegría y sintiéndome totalmente dichosa, Toño nos dijo que aún íbamos a alucinar más cuando supiésemos hacia dónde nos dirigíamos. Como estoy un poco «cegarata» no era capaz de atisbar dónde nos indicaba, porque me parecía totalmente inaudito. Nos iba a llevar hasta una cabaña ubicada en lo alto de un pico. Era totalmente surrealista, no me lo podía creer… 

    Sentía que era la mejor excursión que había hecho en mi vida y eso que todavía no había acabado…

    Por un camino con unas vistas de vértigo subimos hasta la cabaña del guarda desde donde teníamos unas panorámicas absolutamente excepcionales. Me sentía tan feliz de encontrarme en un lugar así… 

    Con unos prismáticos para cada uno, Toño nos fue señalando los animales que veía con su visión láser, tanto cabras como ciervos en las cumbres de las montañas. De verdad que este señor tiene una agudeza visual inaudita. Captaba cada movimiento al vuelo a pesar de que los animales estaban lejísimos. En las fotos quizás os parezca que estaban cerca, pero tuve que usar el máximo zoom de mi móvil para poder fotografiarlos.

    Os preguntaréis que si la cosa podía mejorar… Pues sí, Toño nos sacó un picoteo para hacer una merienda – cena con chorizo, queso, panecillos, galletas y hasta un Colacao. Para mí fue un detalle total que no tuviesen solo café. Con el frío que hacía (CONSEJO: os recomiendo llevar ropa de abrigo para la aventura), poder tomar un Colacao caliente mientras disfrutábamos de ese lugar, fue un puntazo total.

    El hecho de estar merendando con esas vistas me tenía totalmente emocionada y la cosa aún pudo mejorar más cuando los ciervos empezaron a berrear. «Se conoce comúnmente como berrea al periodo de celo del ciervo rojo. Cuando se acerca el otoño, hacia finales del mes de septiembre y principios de octubre, en muchos lugares de España comienzan a escucharse unos sonidos muy característicos al despuntar el alba y cuando está a punto de ponerse el sol. Estos sonidos son los que dan nombre al acontecimiento, ya que se trata de berridos de los ciervos macho para anunciar tanto a las hembras como a otros ciervos rivales que están por la zona«.

    Por lo visto la berrea había comenzado esta mañana. De verdad que esta excursión fue lo mejor que he hecho en mi vida, la emoción que sentía a cada instante es totalmente indescriptible…

    Tras cuarenta minutos en ese paraíso, Toño nos propone iniciar la vuelta porque aún tiene la esperanza de que podamos ver algún ciervo de cerca. Yo ya me sentía totalmente extasiada y no necesitaba ver nada más para que la aventura fuese de diez, pero nuestro genial guía cumplió su palabra y con su ojo clínico captó un par de manadas de esquivos cervatillos e incluso un par de corzos

    Para poneros un ejemplo claro, en el centro de la foto inferior podéis ver un ciervo mimetizado con el entorno escondido tras las ramas, que Toño vio sin ningún problema aún estando conduciendo y teniendo que fijar la mayor parte de su atención en el camino. Yo en cambio tuve que pedir que me lo señalasen dos veces para saber de qué estábamos hablando… jajaja.

    Fue el punto final perfecto para la mejor excursión que he hecho en toda mi vida. Disfrutar de un safari por el valle de Anciles es algo que todo el mundo debería experimentar al menos una vez.

    A las 21 horas, superpuntual, nuestro guía nos dejó frente a nuestro hostal, totalmente exhaustas pero aún flipando por todo lo que habíamos vivido.

    Después de la merendola que habíamos tenido solo nos quedaba ir a la habitación a descansar y a soñar con las maravillosas aventuras que habíamos experimentado.

    GASTOS DEL DÍA

    • Comida bar Picos de Europa: 8,90€.
    • Safari: 70€.

    TOTAL: 78,90€

    POSDATAS

    Posdata 1: todos los puntos visitados a lo largo del día están recogidos en este mapa de «Castilla y León»: ver mapa. Para PASARLO A LA APP MAPS.ME (que es la que me guía en todos mis viajes y rutas por mostrar mucho mejor los senderos que Google Maps y por funcionar a la perfección sin conexión) solo tenéis que seguir estas instrucciones.

    Posdata 2: todas las fotos están hechas con mi móvil Samsung Galaxy S22 ultra sin ningún tipo de filtro o retoque, todas en modo normal o en modo gran angular.

    Posdata 3: me encantaría que dejases un COMENTARIO con tu opinión sobre lo que has leído. ¡Venga, anímate! Siempre se agradece un buen feedback…

    Si te apetece seguir explorando Castilla y León, te dejo muchas más aventuras en este link:

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