Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.
Puedes revisar nuestra política de privacidad en la página de privacidad y cookies.
BOSQUE DE MOAL (Cangas del Narcea)
Viernes 17 de noviembre de 2023
Después de que mi primera experiencia en Muniellos en junio del 2020 fuese un absoluto desastre por culpa de la lluvia, estaba deseando volver a la zona del Parque Natural de Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias para finalizar aquello que había empezado. Este fin de semana las previsiones meteorológicas eran excelentes por lo que había llegado el momento.
Con una extensión de más de quinientos kilómetros cuadrados, el Parque Natural de Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias fue declarado Parque Natural en el año 2002 y Reserva de la Biosfera en el 2003. No solo cuenta con una de las naturalezas más ricas del Cantábrico, sino que dentro del parque se encuentran dos espacios naturales de gran interés:
Todos los puntos visitados a lo largo de esta ruta están recogidos en este mapa de «Asturias variado»: ver mapa.
Para PASARLO A LA APP MAPS.ME (que es la que me guía en todos mis viajes y rutas por mostrar mucho mejor los senderos que Google Maps y por funcionar a la perfección sin conexión) solo tenéis que seguir estas instrucciones.
Sábado 18 de noviembre de 2023
Gijón (mi ciudad) está a más de hora y media en coche de nuestro destino por lo que no nos quedaba más remedio que pasar una noche por la zona teniendo en cuenta que en noviembre las horas de luz son mucho menores de lo que nos gustaría.
Reservamos nuestro alojamiento el día anterior llamando por teléfono a la casa rural La Pumarada de Limés, ubicada a pocos kilómetros de Cangas del Narcea.
Por 65€ teníamos una amplia habitación con baño privado en una casita rural con un salón y cocina compartido con otras dos habitaciones.
Como detalle nos habían dejado en la mesita dos buenos trozos de bizcocho casero. Hay parking para varios vehículos en el interior de la finca.
Para cenar nos desplazamos hasta Cangas del Narcea, el centro neurálgico más cercano y donde hay más ambiente. Traíamos anotados cinco restaurantes, algunos de ellos recomendados por el alojamiento y otros por amigos que ya habían estado por la zona:
Teniendo en cuenta que nuestra primera opción, el bar Blanco, tenía todas las mesas reservadas ya a las 19 horas, acabamos en nuestra segunda opción que era la sidrería Suiss, donde sí conseguimos mesa a pesar de no tener reserva un sábado por la noche.
Pedimos para compartir una parrillada mixta por 40€ entre los dos. No fue la parrillada más espectacular de nuestras vidas pero no estuvo mal. Además el chimichurri y las patatas estaban muy ricas, y el personal fue especialmente amable.
Domingo 19 de noviembre de 2023
Hemos dormido fatal… Para mi gusto la cama es demasiado corta (se me salían los pies y solo mido 1,67 metros) y demasiado estrecha (chocaba todo el rato con mi chico).
El desayuno, incluido en el precio del alojamiento, se sirve en un salón con otros huéspedes. Me encantó el hecho de departir con ellos y poder compartir nuestras aventuras y vivencias por la zona. Nos pusieron para almorzar, todo casero: mermeladas, bizcochos, frixuelos, zumo recién exprimido… Hubiese agradecido tener también algo salado, quizás porque por teléfono me dijeron que a veces hacen tortilla de patata, y ese es mi plato favorito.
A las 10 horas, con las pilas recargadas y llevándonos como regalo de nuestras anfitrionas un «tarrín» de mermelada casera, nos pusimos en marcha. Teníamos casi media hora de trayecto en coche hasta el pueblo de Moal, elegido Pueblo Ejemplar de Asturias en 2018 por «haber mantenido a lo largo de la historia una convivencia ejemplar con su entorno natural, desarrollando un papel de protección y conservación reflejado en la recuperación ya desde el siglo XIX, del bosque de Mual. Estos logros se consiguen desde dentro del propio pueblo a través de una dinámica de integración intergeneracional en la que tienen un gran protagonismo la Asociación Cultural, la Deportiva y muy en particular, la Asociación de Mujeres«. Cada año la Fundación Princesa de Asturias concede a un pueblo asturiano el Premio al Pueblo Ejemplar de Asturias (tiene como ámbito única y exclusivamente el Principado de Asturias), dentro de los Premios Princesa de Asturias. La concesión de este galardón implica una recompensa económica de unos 25.000 euros además de un aumento del turismo.
OJO. No confundir Moal con Boal (con «B») declarado también pueblo ejemplar de Asturias en el 2014, «por su capacidad de organizarse de manera ejemplar para llevar a cabo numerosas actividades que han permitido dinamizar la vida del concejo y propiciar su desarrollo económico social, cultural, deportivo y formativo; así como el impulso desarrollado por la emigración en la realidad de Asturias desde comienzos del siglo XX». Boal se encuentra en una de mis zonas favoritas de Asturias, y de hecho está a pocos kilómetros del lugar para mí más mágico que hay en nuestra «tierrina», el área recreativa de Castrillón.
DATOS PRÁCTICOS DE LA RUTA AL BOSQUE DE MOAL:
Parking:
Tipo de ruta:
Yo siempre había pensado que las rutas lineales son aquellas en las que se hace la ida y la vuelta por un mismo camino mientras que las circulares eran en las que la ida se hace por un camino y la vuelta por otro diferente, volviendo tanto en las lineales como en las circulares al mismo punto de partida. Pero un día un experto montañero me sacó de mi error y me explicó que las rutas LINEALES son aquellas que se inician en un punto y se terminan en otro, mientras que las rutas CIRCULARES son aquellas que se inician y finalizan en un mismo punto, independientemente de que la vuelta se haga por el mismo camino o no.
Dicho todo esto, el recorrido por el bosque de Moal es circular, siendo la ida y la vuelta por DISTINTO camino:
NUESTRA RUTA:
OJO. Aunque no tiene mucho sentido, los dos carteles explicativos de la ruta que vamos a hacer se encuentran al principio de Moal y no junto al parking, donde está señalizado el punto de inicio de la ruta.
Para llegar al aparcamiento debemos atravesar gran parte del pueblo y cruzar un puente a mano izquierda para estacionar en una zona donde hay instalada una carpa bajo la cual aparcan algunos de los vehículos.
Aunque en el propio parking hay un cartel donde indica que la ruta comienza ahí, nosotros tras leer varios blogs decidimos hacer una senda un poco adaptada. Una vez finalizada la aventura os recomiendo mucho que la hagáis como nosotros para de esta forma hacer a la ida un ascenso constante pero progresivo, ya que a la vuelta lo que nos encontramos fue un largo, brusco y resbaladizo descenso, pero no adelantemos acontecimientos…
Iniciamos la caminata a las 10:30 horas. Cruzamos nuevamente a pie el puente que acabamos de atravesar con el coche y nos dirigimos a mano izquierda por el camino principal de Moal. A pesar de que el sol aún no ilumina las laderas, las expectativas con respecto a lo que nos espera son bastante altas. Venimos buscando el otoño en su máximo apogeo y creemos que el bosque de Moal es el lugar perfecto para encontrarlo.
En el primer puente que encontramos giramos nuevamente a mano izquierda cruzando sobre el río Tablizas o Muniellos. A pocos metros vemos un primer desvío en el que debemos seguir todo recto.
En mi opinión, una vez hecha la ruta creo que falta un poco de señalización en los desvíos:
Nos encontramos con un precioso sendero otoñal con el suelo cubierto de hojarasca, verde musgo en las rocas y las hojas de los árboles con multitud de tonalidades. Vamos avanzando paralelos al río con el único sonido del agua correr y el frufrú de las hojas al pisarlas.
Hallamos una nueva bifurcación en la que debemos continuar recto. El camino mantiene un ascenso constante pero progresivo, nada brusco por el momento.
En la ladera de la derecha, a lo lejos, podemos ver unas coloridas colmenas de abejas protegidas por un cortín. El cortín es un cerramiento construido en mampostería circular de aproximadamente tres metros de altura. Su función es albergar y proteger las colmenas del fuego o del ataque de los osos. Se instalan en pendiente aprovechando el desnivel para crear una sucesión de rellanos sobre los que se asientan los truébanos, facilitando así la salida y entrada de las abejas.
Disfrutamos enormemente de aquellos momentos efímeros en los que el sol hace su aparición estelar iluminando con potencia la explosión de colores que nos rodea. Aunque la mayor parte del recorrido la hacemos en sombra, no podemos dejar de alucinar con la belleza del lugar porque es idílico a más no poder.
Me recuerda a nuestro paseo hace ya dos años por el Tabayón del Mongallu, otra ruta de lo más recomendable para hacer en otoño en Asturias.
Nuevamente debemos cruzar un puente pero, en este caso, sí que hay carteles indicativos hacia “Montecín”.
Poco después encontramos uno de los lugares más mágicos hasta el momento. Un recoveco junto al río que cautiva nuestro corazón al instante. ¡¡Qué belleza!! ¡¡Qué contrastes!! Lástima que las fotos no reflejen para nada la magnificencia de lo que allí contemplamos…
Cuando por fin conseguimos despegarnos de ese rincón de ensueño, a pocos metros me quedo absolutamente boquiabierta al ver por segunda y última vez en el día el sol iluminar los árboles dándole un toque onírico a la escena. No puedo ni imaginarme como hubiese sido la ruta si en todo momento el astro rey hubiese estado iluminando las hojas con los preciosos tonos que poseían.
Pero hay que continuar el camino porque no podemos quedarnos media hora en cada rincón que descubrimos, jajaja. Toca cruzar otro puente y, en este caso, continuar el sendero hacia la izquierda para, a los pocos metros, hacer un giro hacia la derecha.
Encontramos otra bifurcación en la que por la izquierda se llega hasta otro cortín con colmenas. Nosotros debemos mantenernos en nuestro camino y continuar recto. Al parecer parte del encanto de esta ruta consiste en ir zigzagueando sobre el río por lo que un nuevo puente nos permite cruzar el arroyo y continuar hacia la izquierda, como siempre, siguiendo los letreros hacia el “mirador de Montecín”.
Llegamos a una zona de especial belleza, un fantástico hayedo con la hojarasca cubriendo la ladera por todas partes. No podemos dejar de mirar hacia adelante y hacia atrás porque todo el bosque es magnífico. ¡¡Me está flipando muchísimo la ruta!!
CONSEJO: los bastones de trekking nos van perfectos para no resbalar con las hojas en esta subida ininterrumpida. Los que yo uso son los más básicos del Decathlon. Los tengo desde el 2018, me costaron solo 4,99€ cada uno y me van de lujo.
A las 12:45 horas llegamos al famoso mirador de Montecín, tras 4,4 kilómetros y dos horas y cuarto de caminata en un ascenso constante, pero gradual. No os dejéis guiar por nuestros tiempos ya que disfrutamos muchísimo sacando fotos y vamos a ritmo muy tranquilo disfrutando de todo lo que nos rodea.
El clima para visitar el mirador no podría ser mejor puesto que el cielo está totalmente despejado con una temperatura de más de veinte grados (en pleno noviembre) y no sopla ni una brizna de aire. Nos maravillamos al máximo con las vistas tanto de las otoñales laderas, como de las verdes montañas y del pueblo de Oballo y Moal que se vislumbran en la lejanía.
Decidimos hacer en este lugar privilegiado nuestro picnic del día, dónde mejor. Con las pilas recargadas, a las 13:30 horas nos ponemos en marcha de nuevo. Tras llegar al mirador hemos finalizado la tanda del ascenso y a partir de aquí es todo descenso hasta concluir la ruta. Toca seguir los carteles rumbo a «Moal».
Una de las cosas que más me están gustando del bosque de Moal son sus contrastes, pues pasamos de los hayedos a los miradores desde la cima del monte y ahora nos adentramos en un precioso robledal. El sendero continúa dejándonos bonitas panorámicas de las laderas y de los pueblos de Oballo y Moal.
Nos internamos en un nuevo y espectacular hayedo con enormes y retorcidas hayas. Parece un bosque mágico del que vayan a salir hadas y duendes en cualquier momento…
A pesar de que el sol no ilumina los árboles, los tonos otoñales se aprecian con claridad y no pueden tenerme más enamorada. La paleta de colores es increíble.
Me recuerda muchísimo a mi paseo por el bosque del Gumial, una de las rutas más espectaculares para hacer en otoño en Asturias.
A partir de este punto (de la imagen inferior) en el que debemos girar a la izquierda siguiendo las indicaciones de “Moal» nos encontramos con un descenso muy brusco y embarrado de dificultad media en el que para mí son imprescindibles los bastones. Tanto mi chico como yo resbalamos en diversas ocasiones aunque no llegamos a caer.
Suerte que decidimos hacer caso de los blogs que leímos e hicimos la ruta en este sentido, puesto que no me quiero imaginar tener que ascender por toda esta zona… Me quedo agotada solo de pensar el esfuerzo que me hubiese conllevado…
El descenso se hace un poquito más ligero por la belleza de los paisajes que nos rodean, pero de verdad que se nos ha hecho un poquito duro y largo, zigzagueando entre el barro y las piedras para no caernos.
Cuando completamos el kilómetro siete de recorrido (contando desde el inicio de la ruta) finaliza el brusco descenso y por fin encontramos un sendero al uso. Cuál sería nuestra sorpresa cuando a los pocos cientos de metros, nuestro camino se transforma en un caudaloso río. Toca ascender como podemos al prado más cercano e ir paralelos al cauce hasta llegar a un punto en el que sí o sí debemos cruzarlo. CONSEJO: por ello os recomiendo muchísimo que llevéis botas impermeables para esta ruta, porque os van a hacer falta.
Finalizamos la aventura a las 15:15 horas tras casi 5 horas y 7,8 kilómetros. El bosque de Moal ha cumplido ampliamente mis expectativas, ha sido una ruta espectacular con el otoño en su máximo apogeo. En ningún momento se me ha hecho larga porque la belleza del entorno me cautivó desde el primer momento. Desde mi punto de vista es básico traer calzado impermeable y bastones de trekking así como hacer el recorrido en el mismo sentido que lo hicimos nosotros. ¡¡No os dejará indiferentes!!
A modo de COMENTARIOS Y CONSEJOS VARIOS, decir que:
PLANES ALTERNATIVOS POR LA ZONA
Entre ayer y hoy tres personas diferentes nos recomendaron con entusiasmo que fuésemos a visitar el pueblo de BESULLO, así como que hiciésemos la visita guiada de dos horas de duración que al parecer parte a las 12 horas desde el Centro de Interpretación hasta el mazo de la aldea. Nosotros por falta de tiempo no pudimos ir pero nos quedamos con muchísimas ganas y lo dejamos anotado en nuestra lista de lugares pendientes que visitar en Asturias.
POSDATAS
Posdata 1: todos los puntos visitados a lo largo del día están recogidos en este mapa de «Asturias variado»: ver mapa. Para PASARLO A LA APP MAPS.ME (que es la que me guía en todos mis viajes y rutas por mostrar mucho mejor los senderos que Google Maps y por funcionar a la perfección sin conexión) solo tenéis que seguir estas instrucciones.
Posdata 2: todas las fotos están hechas con mi móvil Samsung Galaxy S22 ultra sin ningún tipo de filtro o retoque, todas en modo normal o en modo gran angular.
Posdata 3: me encantaría que dejases un COMENTARIO con tu opinión sobre lo que has leído. ¡Venga, anímate! Siempre se agradece un buen feedback…
¿Os gustaría conocer más rutas por Asturias? Os dejo un listado por si queréis echar un vistazo:
SIGUE TODAS MIS RUTAS Y ESCAPADAS EN INSTAGRAM
losviajesdealifog