La gruta es una formación geológica natural ubicada en el pueblo de Pillarno, con una antigüedad estimada de treinta y cinco millones de años. Debido a factores físico – químicos, empiezan a depositarse pequeños cristales de carbonato cálcico en el suelo de la cueva y en las grietas del techo, milímetro a milímetro, creciendo lentamente a razón de un centímetro cúbico cada siglo, dando lugar a caprichosas formaciones geológicas.
Se trata de una propiedad privada, sin subvención de ninguna entidad pública, descubierta en diciembre de 1963 durante la explotación de una cantera de piedra caliza por Manuel del Busto, padre del actual propietario y guía de las visitas, Alberto. Para la entrada a la gruta fue necesario abrir un acceso artificial en la base de la montaña, donde la galería principal conduce a una gran sala que, en su tiempo, fue un lago subterráneo, quedando marcados en la pared y en el suelo los distintos niveles del agua.
HORARIOS, TARIFAS, RESERVAS…
Solo se puede acceder mediante visita guiada.
- Horarios: se realizan dos pases de martes a domingo, a las 12 y a las 18 horas (lunes cerrado).
- Precios:
- Adulto: 7€.
- Niños menores de diez años: 3,50€.
- Es necesario hacer una reserva previa telefónica (985.507.195 o 603.682.491) para grupos de dos o más personas.
- Tamaño máximo de los grupos: diez personas.
- Duración de la visita: veinte – treinta minutos.
- Medidas de la cueva:
- Longitud: seiscientos metros.
- Altura: quince metros.
- Temperatura interna constante: 14ºC.
NUESTRA EXPERIENCIA
Las previsiones meteorológicas para hoy eran de lluvia por lo que buscamos un plan en el que pudiésemos estar a cubierto. Hacía tiempo que queríamos visitar la gruta de Arbedales por lo que con solo dos horas de antelación, llamamos al teléfono indicado en su web, para ver si aún estábamos a tiempo de reservar. Alberto, el dueño de la cueva, no nos puso problema ninguno, solo nos pidió concretar si queríamos realizar la visita a las 12 o a las 18 horas. Elegimos la primera opción para tener la tarde libre.
Tardamos menos de media hora en llegar en coche desde Gijón. Tiene un amplio parking gratuito habilitado.
Además tienen una cafetería en la que tomar algo y donde probablemente encontraréis a Alberto. Allí fue donde nosotros lo localizamos y donde realizamos el pago de 7€ por persona, que se puede realizar en efectivo o con tarjeta.
A los pocos minutos llegó un grupo de cuatro personas que también tenían reserva pero, cuando se enteraron de que está prohibido hacer fotos en el interior, dieron media vuelta y se fueron. Me quedé a cuadros… Poco después se acercó una pareja para preguntar si podían realizar la visita aunque no tuviesen reserva, por lo que sin problema se unieron a nuestro pequeño grupo.
Como digo, está prohibido hacer fotos pero Alberto me ha dado permiso expreso para utilizar aquellas fotos de su web que pudiesen servirme para elaborar este post.
El dueño es también la persona que realiza la visita guiada. La nuestra duró unos veinte minutos, pues la cueva es muy pequeñita. Es precisamente debido a su reducido tamaño que la experiencia me gustó tanto y me llamó tanto la atención puesto que en tan pocos metros encontramos multitud de formaciones geológicas preciosas y de lo más llamativas: columnas, coladas, orejas o banderas, estalactitas y estalagmitas, macarrones (finas estalactitas huecas)… Algunas de ellas con nombres de lo más peculiares, acordes a sus variadas formas, como La Cascada de Algas, La Pagoda del Diablo, Los Reyes Magos, La Costa Verde… Además la iluminación está muy bien diseñada y va cambiando según las explicaciones, para que podamos apreciar cada detalle con la mayor nitidez posible.
Las formaciones me parecieron sorprendentemente vírgenes y brillantes. El carbonato cálcico destellaba muchísimo al no haber entrado agua recientemente. La visita me resultó mágica pues pudimos contemplar todas esas rocas tan llamativas mientras los murciélagos sobrevolaban sin miedo sobre nuestras cabezas. Alberto nos dijo que es muy inusual que vuelen tan cerca de la gente.
Me parece una experiencia de lo más recomendable tanto por su precio como por su cercanía a Gijón, mi ciudad. Es una lástima que no se puedan sacar fotos en su interior, reconozco que me quedé con muchísimas ganas, pero las normas son así y hay que asumirlas.
¡¡Muchas gracias a Alberto por haberme permitido hacer uso de sus fotos!!
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Te dejo a continuación varias que no te puedes perder:
↑↑ Covarones del río Tuernes (Asturias) ↑↑ Te lo cuento todo aquí.
↑↑ Cuevas de Andina o Covas da Andía (Asturias) ↑↑ Te lo cuento todo aquí.
↑↑ Cueva de Cobijero (Asturias) ↑↑ Te lo cuento todo aquí.
↑↑ Cueva de la Collubina (Asturias) ↑↑ Te lo cuento todo aquí.
↑↑ Cueva de San Pedrín (Asturias) ↑↑ Te lo cuento todo aquí.
↑↑ Cueva del Pímpano (Asturias) ↑↑ Te lo cuento todo aquí.
↑↑ Cueva del Pindal (Asturias) ↑↑ Te lo cuento todo aquí. (NO se pueden sacar fotos en el interior)
↑↑ La Cuevona (Asturias) ↑↑ Te lo cuento todo aquí.
↑↑ Cuevas del Soplao (Cantabria) ↑↑ Te lo cuento todo aquí. (NO se pueden sacar fotos en el interior)
↑↑ Cueva de la Doncella (Galicia) ↑↑ Te lo cuento todo aquí.
↑↑ A cova do Rei Cintolo (Galicia) ↑↑ Te lo cuento todo aquí.
↑↑ Cuevas del Pontarrón o de Los Portugueses (Burgos) ↑↑ Te lo cuento todo aquí.
↑↑ Cueva de Los Verdes (Lanzarote) ↑↑ Te lo cuento todo aquí.
↑↑ Cueva de Valporquero (León) ↑↑ Te lo cuento todo aquí.
La Gruta de Arbedales es una aurentica maravilla, es casi una obligación viaitarla. Yo que fascinado.
Holaaa!!! Opino exactamente lo mismo que tú!!! Nos sorprendió muchísimo para bien, y más estando tan cerquita de Gijón…