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COVA DO REI CINTOLO (Mondoñedo)
Domingo 27 de septiembre de 2023
Esta Semana Santa descubrimos a cova do Rei Cintolo en Mondoñedo (villa perteneciente a uno de los Pueblos más Bonitos de España). Elegimos el recorrido «light» en el que exploramos el sector central de la cueva, sin saber que existía una versión más completa para visitar otros niveles. Disfrutamos tantísimo con la aventura que teníamos clarísimo que debíamos probar la otra opción cuanto antes.
Cuando por fin pudimos hacer coincidir nuestras agendas con uno de los días que se lleva a cabo la visita larga, no lo dudamos y reservamos a través de la Oficina de Turismo de Mondoñedo (única forma oficial para hacer una reserva). Es una lástima que por ahora tengan tan pocos días en el año dedicados a esta aventura… Hubiésemos querido ir mucho antes pero tuvimos que esperar desde marzo hasta septiembre.
El objetivo anual que les gustaría conseguir es de unos 2.000 – 2.500 visitantes al año. Para que os hagáis una idea, las cuevas del Soplao en Cantabria reciben más de medio millón de personas anuales y casi 2.000 diarias en verano. Según nos han contado, en el Soplao y cuevas con visitas similares ya se hizo un sacrificio importante de la cavidad para adaptarla al turismo, por lo que simplemente se trata de amortizar ese “sacrificio”. En cambio, a cova do Rei Cintolo se explora prácticamente como se descubrió, ya que lo único que ha cambiado desde 1873 hasta ahora son las luces que uno lleva en la cabeza. Además debe cerrar en invierno debido a los murciélagos. ¿Sabéis por qué? Porque todos los murciélagos en España están protegidos. Puesto que estos mamíferos voladores utilizan la cueva como refugio de invierno, para hibernar, a cova do Rei Cintolo suspende las visitas entre el 11 de diciembre y el 1 de marzo.
DATOS DE INTERÉS DE LA CUEVA
Como datos curiosos aportados por Carlos, nuestro guía, os diré que:
TIPOS DE VISITAS
La cueva está cerrada al acceso libre, pudiendo acceder a su interior solo con guía. Hay dos tipos de visitas:
NUESTRA EXPERIENCIA
Gracias al mapa que nos entregó Carlos, guía de la cueva, supimos llegar sin dificultad ninguna hasta el pequeño parking donde debíamos dejar nuestro vehículo.
Aunque la carretera es un poco estrecha en ciertos tramos, yendo despacio se hace sin problema.
Estacionamos junto a la caseta y saludamos con cariño a Carlos, que tanto nos gustó como guía la vez anterior y con el que hemos mantenido el contacto desde entonces. Toca aprovisionarnos con la ropa que nos entrega para proteger la nuestra:
CONSEJO: tras nuestra experiencia anterior me parece básico poner un pantalón y una sudadera de chubasquero entre nuestra ropa y el mono, además de unas botas de agua. Una vez finalizada la visita de hoy os diré que también me hubiesen venido muy bien unas rodilleras, porque las rodillas me quedaron llenas de moratones de tanto arrastrarme por el suelo.
A pesar de que la temperatura ambiente de Rei Cintolo está entre 12 – 13 ºC, variando un poco más en la visita de arriba por estar la galería al mismo nivel que la boca de entrada, yo accedí a la cueva con una camiseta de manga larga, el chubasquero y un pañuelo en el cuello por si acaso, porque soy muy friolera, y pasé calor, ya que se hace bastante ejercicio entre subir, bajar y reptar.
Entramos a la cueva a las 11.20 horas y no salimos hasta dos horas y media después.
Si la visita al sector central de la cueva nos dejó flipando, esta segunda experiencia fue una pasada total. Teniendo en cuenta que el recorrido se inicia casi reptando, teníamos claro que íbamos a por todas. Disfrutamos muchísimo arrastrándonos por el suelo mientras escuchábamos toda la información que nos daba Carlos, que es como una enciclopedia andante y, además, muy divertido.
Soy fan de grabar y fotografiar todas mis aventuras así que, aunque nos recomendaron NO meter nuestros móviles, por si pudiesen golpearse o estropearse, ya que nuestro guía va grabando algún vídeo (que luego manda en calidad), no está prohibido, por lo que yo preferí meter el mío. Teniendo bastante cuidado no hay problema, porque además esta segunda visita tiene bastante menos barro que la primera que hicimos. Entre los vídeos que me grabó Carlos y los que yo pude sacar, creo que se define bastante bien las peripecias que allí vivimos. Eso sí, el móvil acabó llenísimo de barro y polvo, teniendo que pasar por la ducha.
Me encantó poder cumplir con nuestro objetivo de llegar a la parte final de la visita, ubicada a unos 65 metros de profundidad desde la boca de entrada, que es el río Celtas o río del Silencio, del que pude beber y refrescarme con su agua cristalina.
Una grata sorpresa fue encontrar un lago, con el que no contábamos para nada. Yo iba la primera del grupo y Carlos me había advertido que con mis botas de agua no tenía problema para ir «dirigiendo la misión», pero se le había olvidado contarme que había justo una laguna delante y casi acabo metida hasta los hombros, jajajaja, menos mal que me sujetó.
El estanque recibe el nombre de Lagosur o Sifón del Neumático (por una cámara de neumático que estuvo flotando desde 1972 hasta finales de los años 80). Se buceó por última vez en marzo del 2023, pudiendo superar solo tres metros de longitud ya que se trata de un espacio estrecho y, al enturbiarse el agua, no se veía nada.
En un momento dado de nuestra aventura, mientras nos encontrábamos en la Sala de las Lluvias apagamos todas las linternas quedándonos a oscuras, escuchando algún goteo puntual y, sobre todo, un denso silencio. Es una experiencia sobrecogedora que os recomiendo muchísimo.
Aunque atravesamos varias zonas angostas, en ningún momento tuve sensación de agobio ni de claustrofobia. En gran parte influyó que confío plenamente en Carlos y si él dice que no hay problema, yo le creo. Bien es cierto que si alguien es muy alto o de constitución un poco fuerte, creo que lo tendría un poco más complicado.
Por otra parte, yo no soy nada deportista y, aunque acabé bastante cansada, pude hacer todos los tramos sin apenas dificultad. Lo peor vino al día siguiente cuando me desperté muerta, con agujetas generalizadas y moratones en rodillas y codos, jajajaja.
Aunque en mi primera aventura por Rei Cintolo acabé con el traje sin una rotura y prácticamente impoluto, en este caso acabé con algún jirón y bastante barro encima. Está claro que depende de gustos pero a mí no me agrada mancharme por lo que para mí realmente es imprescindible llevar un chubasquero debajo para no manchar la ropa, además de las botas de agua. Me hubiesen venido bien también unas rodilleras, porque tuvimos que reptar unas cuantas veces, pero ahora ya lo sé para la próxima ocasión. Porque volveremos, lo tengo clarísimo.
POSDATAS
Posdata 1: todos los puntos visitados a lo largo del día están recogidos en este mapa de «Galicia»: ver mapa.
Posdata 2: todas las fotos están hechas con mi móvil Samsung Galaxy S22 ultra sin ningún tipo de filtro o retoque, todas en modo normal o en modo gran angular.
Posdata 3: me encantaría que dejases un COMENTARIO con tu opinión sobre lo que has leído. ¡Venga, anímate! Siempre se agradece un buen feedback…
Si te apetece seguir explorando Galicia, te dejo muchas más aventuras en este link:
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