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    Miércoles 23 de noviembre de 2022

    Desayunamos en nuestro alojamiento, la pedazo Casa de los Sueños, que es una auténtica maravilla. 

    A las nueve de la mañana nos ponemos en marcha para iniciar las aventuras del día. Llueve bastante durante el trayecto, para no variar. Hasta hoy hemos tenido mucha suerte con el clima porque nos ha llovido casi siempre mientras estábamos en el coche, pero luego hemos podido hacer todas las visitas sin que cayera una sola gota.

    CUEVAS DEL PONTARRÓN O DE LOS PORTUGUESES (2)

    Tardamos solo diez minutos en llegar a nuestro destino desde nuestra casa rural, ubicada en Cadiñanos.

    Nuestra primera parada de hoy es la misma que hicimos ayer a última hora, las cuevas del Pontarrón o de los Portugueses. Ayer las visitamos de noche y nos llamaron bastante la atención, por lo que quedamos con ganas de repetir.

    Dejamos el coche un poco más arriba de donde se encuentra el inicio de las cuevas, en la primera curva, donde traíamos marcado un pequeño apartadero.

    Según el cartel informativo que encontramos a la entrada, «la funcionalidad de las cuevas del Pontarrón o de los Portugueses se debate ente dos hipótesis«:

    • Para unos investigadores se trata de un núcleo habitacional, un auténtico poblado de gentes ganaderas seminómadas.
    • Para otros, estaríamos ante una «laura cenobítica», es decir, una incipiente agrupación de monjes en relación con la iglesia rupestre de San Pedro, situada en la ladera sur de la sierra de La Tesla, o con la desaparecida ermita de San Fermín que, según nos recuerdan las crónicas, se encontraba en el Camino Real a la Oradada.

    Tenemos la zona entera para nosotras solas. El lugar me gusta muchísimo, tiene un atractivo especial. Entre las múltiples cuevas con sus pequeñas ventanas, el arroyo de Las Torcas cubierto de preciosa hojarasca y las piedras envueltas en musgo verde… Me alegro mucho de que hayamos decidido volver a este lugar a la luz del día.

    Finalizamos la visita a las 9.45 horas y arrancamos el coche rumbo a Frías.

    FRÍAS 

    El municipio de Frías recibió el título de «ciudad» en el siglo XV. En el año 2021, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), solo contaba con doscientos setenta habitantes, considerándose por ello «la ciudad más pequeña de España«.

    Junto a los municipios de Poza de la Sal y Oña conforma desde 1998 la mancomunidad Raíces de Castilla.​ Su objetivo es la potenciación del sector turístico de tres núcleos que comparten unas señas de identidad propias como son el entorno natural, el patrimonio cultural y el entramado medieval de sus cascos urbanos.

    Su núcleo urbano medieval está declarado Conjunto Histórico – Artístico desde 1972 y desde el 2014, al igual que Puentedey, Frías pertenece a la asociación de Los Pueblos Más Bonitos de España.

    Quince minutos después de abandonar las cuevas del Pontarrón o de los Portugueses, estacionamos junto al puente medieval de Frías. «Se trata de uno de los mejores ejemplares de puentes fortificados de la España Medieval. Probablemente de origen romano, fue reconstruido en la Edad Media. Formado por nueve arcos, tiene una longitud de ciento cuarenta y tres metros. En el siglo XIV se le dotó de una torre defensiva en la parte central, con saeteras, almenas y matacanes, cuyo paso era previo pago del tributo de pontazgo. Se trata de un impuesto de la Edad Media muy parecido a los peajes actuales: quienes cruzaban el puente tenían que pagar una cantidad de dinero, lo que era fundamental ya que el puente de Frías formaba parte de una calzada romana clave para el comercio de la zona. Su construcción asimétrica e irregular procede de la necesidad de seguir los puntos de apoyo en la roca que asomaba por el río«.

    Ha dejado de llover casualmente en cuanto nos hemos bajado del coche, por lo que podemos aprovechar para recorrer la zona con calma. El puente se ve imponente y precioso. Tal y como me ha ocurrido en las últimas visitas, el río Ebro con los tonos otoñales bañándolo todo hacen que la estampa sea de lo más fotogénica. 

    Me parece precioso tanto el puente como la zona que lo rodea. Después de saciar nuestro apetito fotográfico, arrancamos de nuevo el coche y aparcamos en un enorme estacionamiento en Frías, a los pies de su castillo medieval.

    «La ciudad de Frías, declarada Bien de Interés Cultural en 2005, constituye un modelo de ciudad medieval levantada en lo alto de un cerro conocido como «la Muela». Sus calles son estrechas y desiguales y a ambos lados se disponen las casas adosadas entre sí, algunas de las cuales parecen colgadas sobre el cortado rocoso. Estas casas colgadas son todo un símbolo de identidad de Frías, así como las viviendas más peculiares de la ciudad. Son de planta estrecha y alargada, con dos o tres pisos y otros dos sótanos excavados en el suelo por donde discurría el paseo de ronda«.

    Nuestra primera parada es el mirador de Frías, que me ha parecido espectacular. Desde él se puede ver el pueblo entero, con su castillo y sus casas colgadas. ¡¡Qué bonito!!

    «Las casas colgadas se apoyan unas en otras conformando las diferentes calles a dos alturas. En algunos casos cuelgan desde la roca. Hechas a base de toba y madera, han aprovechado el reducido espacio de tal manera que están construidas en la misma roca, pareciendo que forman parte del precipicio«.

    Casas colgadas

    Recorremos cada callejuela disfrutando de la ciudad más pequeña de España.

    Nos acercamos hasta el castillo para sacar unas fotos de su fachada, porque hoy está cerrado y no se puede visitar su interior. El horario de visitas es el siguiente:

    • De martes a sábado:
      • Mañanas: de 11 a 14 horas.
      • Tardes: de 15.30 a 20 horas.
    • Domingo: de 11 a 14 horas.
    • Domingo tarde y lunes cerrado.

    «El castillo de Frías, del siglo X, es oficialmente conocido como el castillo de los duques de Frías, aunque también se le llama castillo de los Velasco. Está ubicado sobre el peñasco de La Muela. Desde su privilegiada situación sobre la única entrada a la ciudad, controla el valle de Tobalina y el paso del río Ebro. Está considerado como uno de los castillos roqueros más espectaculares de Castilla. Un castillo roquero es aquel que incorpora directamente afloramientos rocosos naturales en sus defensas hasta tal punto que las formaciones rocosas definen la estructura del castillo. Topográficamente, los castillos roqueros se clasifican como castillos de colina«.

    «Una curiosa característica es que el conjunto de la torre del homenaje está ubicado en una roca separada del resto de la construcción, con defensas y aljibe propios. Está roca ha tenido varios desprendimientos«. La visión de la torre me resulta impactante al verla suspendida como está sobre la ladera bajo la cual están construidas las casas.

    Frías me ha parecido mágico, con ese aire medieval y el castillo que por momentos parece colgar de la ladera. Entiendo perfectamente por qué que desde el año 2014 este pueblo pertenece a Los Pueblos Más Bonitos de España.

    Tras una hora explorando la ciudad, a las 11.30 horas nos ponemos en marcha de nuevo.

    TOBERA

    Ponemos rumbo a Tobera, a donde llegamos pocos minutos después. Estacionamos en el aparcamiento habilitado junto a las ermitas y el puente medieval.

    La estampa que me encuentro nada más bajar del coche me parece magnífica. ¡Qué preciosidad de rincón! Tenemos ante nuestros ojos uno de los conjuntos históricos más característicos de las Merindades: la ermita de Santa María de la Hoz, la ermita del Cristo de los Remedios y el antiguo puente medieval de origen romano. Aunque la estructura que actualmente se puede ver es de origen medieval, se cree que es de origen romano por la calzada romana que atravesaba el desfiladero del río Molinar por los montes Obarenes.

    Siguiendo la señalización, vamos en busca de las cascadas de Tobera. Un estrecho sendero empedrado nos conduce paralelas al margen del río Molinar.

    Viendo el poco caudal que lleva el río, tratamos de mentalizarnos, dando por hecho que es imposible que vayamos a ver cascadas.

    Cuando vemos desde la distancia la primera de las cascadas, grito de emoción puesto que, aunque no baja cargadísima de agua, sí que baja preciosa. 

    Descendemos a toda velocidad, llenas de ilusión, hasta llegar a los mismos pies de la cascada, donde disfruto de cada minuto que pasamos en el lugar. Me parece maravilloso. 

    Nuevamente siguiendo las indicaciones, vamos en busca de la cascada II. Un lugareño nos acaba de decir que es la más bonita de las dos que vamos a ver, por lo que me siento de lo más emocionada en busca de nuestro próximo objetivo.

    Por el camino, el sendero con los árboles en preciosos tonos otoñales nos recibe con los brazos abiertos y nos deriva a un lugar brutal.

    La segunda cascada no solo baja bastante cargada, sino que se puede rodear entera por detrás pudiendo sacar preciosas fotografías. Me trae muy gratos recuerdos de la cascada de la Mexona y de la del Pímpano, en Asturias, que también se pueden rodear dejando maravillosas estampas.

    Si la primera cascada me gustó, poder recorrer por completo la zona posterior de la segunda cascada me pareció una auténtica maravilla. Me enamoré del lugar nada más verlo. No llueve, incluso hace calor, los árboles en tonos otoñales están preciosos, y encontrarnos una cascada detrás de otra es un sueño hecho para mí. 

    No os exagero si os digo que estuvimos casi treinta minutos en esta segunda cascada. Estos parajes me hacen simplemente feliz.

    Tobera, sus cascadas, su puente medieval y sus ermitas me han encantado. El sendero está perfectamente adaptado para recorrer el pueblo de lado a lado pudiendo contemplar distintas y maravillosas perspectivas. Me parece una visita imprescindible. ¡¡¡Qué maravilla!!!

    Cuando ya estamos totalmente saciadas y pletóricas de energía, ponemos rumbo hacia el coche. Abandonamos el pueblo a las 13.20 horas después de una hora y media explorando la zona en profundidad. Me ha gustado tantísimo…

    Para ahorrarnos tiempo, ya que la escasa luz de diciembre juega en nuestra contra, comemos en el coche unas pizzas que hicimos por la mañana en la casa rural, mientras nos dirigimos hacia nuestra siguiente visita.

    OÑA

    Llegamos a Oña a las 13.50 horas. Oña, que ostenta el título de «villa», fue una ubicación muy importante en la Edad Media y tuvo relevancia durante la formación de Castilla, todo lo cual ha quedado reflejado en el amplio conjunto monumental que aún conserva. Conforma junto a los municipios de Poza de la Sal y Frías la mancomunidad Raíces de Castilla.

    Nuestra primera parada es para repostar en la gasolinera del pueblo, de la compañía Avía. Estacionamos unos metros después, en la misma calle Ronda.

    Vamos callejeando hasta encontrarnos con el enorme e imponente monasterio de San Salvador, cuyo interior no podemos visitar puesto que cierra de 13 a 16 horas. Es una lástima porque no podemos tampoco conocer su claustro gótico.

    Los horarios de visitas son de martes a domingo:

    • De 10.30 a 13 horas.
    • De 16 a 17.30 horas.

    El otro punto que traíamos anotado para visitar en Oña eran los jardines secretos. La verdad es que no habíamos leído nada al respecto, pero nos sentimos atraídas por su nombre, y solo por eso incluimos Oña en nuestro itinerario.

    No podemos acceder a los jardines por la zona del monasterio puesto que está en obras así que, tras preguntar a un lugareño, toca rodear todo el pueblo.

    Por más que buscamos, no acabamos de encontrar el jardín secreto. Eso es porque en nuestra cabeza habíamos formado una imagen que nada tenía que ver con la realidad. Cuando por fin descubrimos que ya estábamos en ellos desde hacía un buen rato, nos llevamos una soberana de decepción. 

    Según encontré por Internet una vez de vuelta en casa: «el Jardín Secreto es una exposición de arte contemporáneo que tiene como marco los jardines y paseos del antiguo monasterio así como su piscifactoría del siglo XVI. Este singular paseo se salpica de diversas obras de más de veinte artistas, en un proyecto cultural coordinado por el escultor burgalés Carlos Armiño«. La culpa fue nuestra por no buscar información previamente, ya que este tipo de arte no despierta nuestra atención. Nosotras nos esperábamos unos vistosos y coloridos jardines, no una exposición de arte contemporáneo.

    Incluso el balcón del cañón del río Oña nos pareció de lo más decepcionante, con vistas principales a una fea construcción.

    Abandonamos Oña después de más de una hora perdiendo el tiempo. Esta visita nos ha parecido totalmente prescindible.

    POZA DE LA SAL

    A las 15 horas arrancamos nuevamente el coche rumbo a Poza de la Sal, lugar de nacimiento de Félix Rodríguez de la Fuente, a donde llegamos quince minutos después.

    Poza de la Sal conforma junto a los municipios de Oña y Frías la mancomunidad Raíces de Castilla.

    Por primera vez durante el viaje el sol hace una aparición estelar, pudiendo contemplar el cielo azul y sacar algunas bonitas imágenes. 

    «El casco antiguo de la villa de Poza de la Sal está rodeado por la muralla medieval que se conserva en su mayor parte, murallas de cinco metros de altura y dos de grosor. Al mismo se accede por tres puertas: la del Conjuradero, la del Ayuntamiento y la de las Eras. La trama urbana conserva la distribución y características medievales, con calles estrechas y empinadas flanqueadas por casas de piedra blasonadas y otras de entramado de madera. Sobre el núcleo urbano se levanta el palacio de los Marqueses de Poza, del que solo queda una torre y, ya en el monte, el castillo«.

    Callejeamos descubriendo el kiosco de la música, el ayuntamiento y esas fachadas tan bonitas que me recuerdan a mi visita a La Alberca y Mogarraz. Lo bueno es que en los pueblos que os acabo de comentar todas las fachadas son preciosas mientras que aquí en Poza de la Sal tengo la sensación de que está todo un poco destartalado y que te encuentras una fachada bonita cada cinco o seis que parecen necesitar una reforma.  

    Una de las zonas que más me ha gustado es la de los lavaderos o conjunto de Fuente Vieja, Fuente Buena, Fuente de Allá o, sin más, La Fuente. Posiblemente uno de los lugares más representativos de la villa de Poza de la Sal, donde las hojas flotando en el agua me permitieron captar unas hermosas imágenes.

    Nos acercamos hasta las salinas que dan nombre al municipio. «Es una antiquísima explotación minera de sal ubicada en una depresión que desciende hacia la llanura de La Bureba, junto al Páramo de Masa, y que dan imagen de un cráter, «diapiro», que es perfectamente visible tanto por su forma como por su tamaño. El diapiro se forma por pliegues ocasionados por cambios estructurales del terreno donde los materiales menos densos pujan hacia arriba rompiendo las capas de sedimentación calizas que tienen por encima. Este fenómeno geológico formó el falso cráter cuyas paredes en vez de lava guardan un yacimiento salino«.

    Una vez vistas, para mí son una visita totalmente prescindibles ya que en mi mente traía la imagen de las salinas de Janubio en Lanzarote, que tanto me maravillaron hace un par de meses.

    Salinas del Janubio, Lanzarote

    En general me llevo la sensación de que este pueblo no es una parada imprescindible para mí. Hay algunas fachadas bonitas y algunos rincones fotogénicos pero en general mi percepción es que está un poco descuidado.

    A las 16.20 horas arrancamos de nuevo el coche rumbo al castillo de Los Rojas. Una carretera estrecha y sinuosa nos conduce hasta una amplia explanada en la que dejar el coche, a los pies del castillo.

    Según el cartel informativo: «la fortaleza surge en los albores de Castilla, formando parte de la defensa de La Bureba durante el avance repoblador del siglo IX. La construcción que hoy admiramos corresponde a los siglos XIV – XV. Emplazado en la cima de un macizo rocoso, aislado, de una verticalidad que lo hace casi inaccesible, no permitió otro acceso que a través de peldaños tallados en la propia roca. Al pie del peñón quedan los restos de los dos cubos que flanqueaban el arco de entrada, que constituyó la puerta de acceso al patio de armas de la fortaleza. Tuvo las funciones de prisión, vigilancia y defensa. Su ubicación sobre la villa de Poza de la Sal era estratégica para controlar el paso hacia la Bureba y defender tanto a la población como al Salero. En el siglo XVIII el castillo estaba abandonado tras haber prestado a sus señores valiosos servicios. Durante la Guerra de la Independencia fue rehabilitado y los franceses ejercieron desde él la vigilancia de una amplia zona. Su último gran servicio lo prestó durante las guerras carlistas. En el interior aún pueden admirarse algunas estancias abovedadas y un aljibe excavado en la roca«.

    No tengo grandes expectativas con esta visita, de hecho estuvimos a punto de prescindir de ella, pero al final nos ponemos en marcha y unas empinadas escaleras con peldaños de roca altos e irregulares nos conducen hasta el castillo al que, sorprendentemente podemos entrar sin problema. 

    Las vistas desde lo alto del castillo son impresionantes. Merece muchísimo la pena subir hasta aquí para contemplar el paisaje que tenemos a nuestros pies. Además con el sol iluminando la llanura de la Bureba, la estampa no podría ser más bonita. Teniendo en cuenta que daban lluvia para todos los días, me siento pletórica y feliz. Es que ni siquiera sopla el viento, pese a encontrarnos en un punto tan alto.

    A las 16.50 horas ponemos rumbo hacia nuestro último destino del día, Burgos capital, donde pasaremos la noche.

    BURGOS

    Tardamos poco más de una hora en estar aparcando de forma gratuita en una calle ubicada muy cerca de donde nos alojamos. ¡¡Menuda suerte que hemos tenido!!

    Para mis amigas era un sueño conocer la emblemática Santa Iglesia Catedral Basílica Metropolitana de Santa María, más conocida como la Catedral de Burgos, y por eso metimos la ciudad en el itinerario. «La Catedral de Burgos es el monumento más representativo de la ciudad. Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1984, es la única catedral española que tiene esta distinción de forma independiente. Es una de las obras cumbres del gótico español y, cronológicamente, la primera representación de la arquitectura gótica clásica en España. Fabricada con piedra caliza extraída, en su mayor parte, de las canteras de la cercana localidad burgalesa de Hontoria de la Cantera, tiene una superficie total, incluyendo las capillas y claustros, de unos doce mil metros cuadrados«.

    Antes de dirigirnos al hotel y teniendo en cuenta que se está poniendo el sol dejando un cielo espectacular, vamos corriendo (literalmente) como locas hasta la catedral a ver si conseguimos sacar alguna imagen bonita de la catedral con el atardecer de fondo. No nos dimos cuenta de que la catedral estaba «empozada» por lo que nos quedamos sin poder contemplar el cielo, pero sí que pudimos sacar alguna foto del alucinante monumento aún con un poquito de luz.

    ¡No teníamos ni idea de que la catedral tenía un espectáculo nocturno de luces y sonidos llamados Stella! Lo malo es que hoy es miércoles y la función solo tiene lugar de jueves a domingo a las 20.30 horas. Mecachis… Según explica el cartel informativo: «la Catedral de Burgos abre sus puertas por la noche para que a través de STELLA puedan vivir una experiencia única y emotiva guiados por la luz y el sonido. La luz nos acompañará por cinco espacios significativos y será la que alumbre los momentos históricos y artísticos más relevantes y su significación religiosa. Innovadora propuesta que fusiona patrimonio, música y tecnología«.

    Felices y extenuadas regresamos al coche donde recogemos el equipaje para ir hasta nuestro alojamiento, el hotel Alda Entrearcos.

    Cada vez me da más rabia ir siempre tan cargada de equipaje y voy refunfuñando todo el rato mientras bajo las empedradas escaleras que atraviesan el casco histórico. Ojalá algún día pueda llegar a ser mochilera y llevar solo lo indispensable en una mochila.

    Llevamos a cabo el proceso de check-in completo a través de un telefonillo. No nos atiende ninguna persona física por haber llegado más allá de las 16 horas.

    Con sus supuestos dieciocho metros cuadrados, encuentro la habitación algo pequeña para tres personas. Da la sensación de que más bien es para dos personas. De hecho yo no tengo enchufe a menos de dos metros de distancia. Por suerte, el hecho de que siempre vaya tan cargada de trastos implica que traigo de todo, incluido un alargador de tres metros con cinco enchufes que me ha salvado en múltiples ocasiones.

    Como punto positivo diré que la ubicación de nuestro alojamiento a menos de doscientos metros de la catedral, es una auténtica pasada.

    Descansamos un rato en el hotel antes de ponernos en marcha de nuevo.

    Hoy vamos a cenar fuera por primera vez durante esta escapada. Recordar que habíamos acordado hacer el viaje lo más «low cost» posible. Elegimos La Comtienda por sus buenos comentarios y por su carta con tanta variedad. Pedimos para compartir una ración de:

    • Croquetas de jamón.
    • Fingers de pollo.
    • Huevos rotos con jamón.

    La comida era abundante y estaba riquísima. No me puedo creer que ese plato de huevos costase solo 12€. Pagamos solo 38,20€ por la cena. Luego descubrimos que el restaurante es una franquicia y que tenemos un local en Gijón, nuestra ciudad. ¡Qué bien!

    Aunque estamos agotadas, antes de ir a dormir queremos pasar nuevamente por la catedral, pues está iluminada y se ve preciosa.

    GASTOS DEL DÍA

    • Gasolina: 75,65€.
    • Hotel Alda Entrearcos: 79,20€.
    • Cena La Comtienda: 38,2€.

    TOTAL: 193,05€

    POSDATAS

    Posdata 1: todos los puntos visitados a lo largo de la escapada están recogidos en este mapa de «Castilla y León»: ver mapa. Para PASARLO A LA APP MAPS.ME (que es la que me guía en todos mis viajes y rutas por mostrar mucho mejor los senderos que Google Maps y por funcionar a la perfección sin conexión) solo tenéis que seguir estas instrucciones.

    Posdata 2: todas las fotos están hechas con mi móvil Samsung Galaxy S22 ultra sin ningún tipo de filtro o retoque, todas en modo normal o en modo gran angular.

    Posdata 3: me encantaría que dejases un comentario con tu opinión sobre lo que has leído.

    Puedes seguirme en mi INSTAGRAM para estar al día de todas mis aventuras.

    2 comentarios

      23 de abril de 2023 Reply

      ¡Guuuauuu! ¡cuánta info! Me lo apunto para mi próxima escapada ☺️

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