5. ITALIA – MILÁN EN UN DÍA

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Todos los puntos visitados a lo largo del día están recogidos en este mapa de «Italia»: ver mapa.

Para PASARLO A LA APP MAPS.ME (que es la que me guía en todos mis viajes y rutas por mostrar mucho mejor los senderos que Google Maps y por funcionar a la perfección sin conexión) solo tenéis que seguir estas instrucciones.

Miércoles 18 de octubre de 2023

Desayunamos en nuestro apartamento, el Olona Place, y a las 9:30 horas nos ponemos en marcha para pasar el día recorriendo Milán. Os dejo mi track de Wikiloc para que podáis seguir nuestro itinerario con facilidad. (No os fieis de los kilómetros porque incluye los traslados que hicimos en metro)

La jornada de hoy es la que menos expectativas me suscita de todo el viaje, así que veremos a ver si al final me sorprende…

Había leído que uno de los imprescindibles que hacer en Milán era ir a ver la obra de «La Última Cena», ubicada en el interior de la iglesia Santa Maria delle Grazie. Cuando tratamos de sacar las entradas, las primeras disponibles eran para enero del 2025 (no del 2024), por lo que quedó totalmente descartado, como es lógico.

Desde el apartamento vamos dando un paseo hasta la vía Dante, donde encontramos multitud de edificios señoriales. Me parece una calle muy bonita para recorrer.

Pasada la piazza Cordusio está el desvío hasta la escondida piazza Mercanti, una plaza medieval muy bonita. El problema es que las camionetas de reparto aparcadas en los laterales dificultan el sacar una foto en condiciones. 

Tras esta plaza encontramos el palazzo Giurecondulti, muy llamativo con su enorme reloj.

A pocos pasos descubrimos el Duomo o Catedral de Milán, que nos deja sencillamente boquiabiertas. ¡¡¡Menuda pasada!!! No hay un centímetro de la fachada que esté sin decorar, con esos bonitos colores del mármol blanco, rosa y negro. La plaza está llenísima de gente, cosa lógica teniendo en cuenta que es el lugar más visitado de Milán.

Como datos curiosos de esta catedral os cuento que:

• Tardó casi seis siglos en construirse, desde 1386 hasta 1965.
• Es la catedral gótica más grande del mundo y la quinta iglesia más grande. Tiene 11.700 metros cuadrados con capacidad para más de 40.000 personas.
• Posee el órgano más grande de Italia y el segundo más grande de Europa (en cuanto al número de tubos).
• Tiene más de 3.400 estatuas, el mayor número en una iglesia a nivel mundial; además de 150 gárgolas que permiten evacuar el agua de lluvia.
• En su terraza hay 135 agujas, sobre las que están ubicadas un número igual de estatuas de santos.
• En 1805 Napoleón Bonaparte fue coronado aquí como Rey de Italia.

Sacamos sobre la marcha los tickets para acceder a la catedral puesto que había leído que las colas iban muy rápido, y así ha sido. Para que no perdáis el tiempo como hicimos nosotras, la taquilla para sacar los tickets individuales, no grupales, se encuentra en estas coordenadas.

Hay varias opciones de tickets según lo que se quiera visitar. Nosotras compramos tres entradas para visitar el Duomo (7€ por persona) y otras tres para subir a la terraza en ascensor (15€ por persona). Podemos entrar a la catedral sobre la marcha, sin tener que esperar por un rango horario en concreto.

En caso de que tuvieseis mucha gente por delante y no os apetezca esperar colas, hay varios códigos QR enormes en torno a la catedral para sacar los tickets online en el momento. Los precios de las entradas son los mismos pero con la diferencia de que te cobran 1,50€ por persona por gastos de gestión.

Si queréis usar a los baños ubicados junto a la taquilla de los tickets grupales tendréis que pagar 2€, el pipí más caro de vuestras vidas. Lo que me sorprende es que haya cola para acceder al mismo…

Iniciamos la visita por el interior de la catedral a las 10:40 horas. Sorprende muchísimo por su enorme tamaño, por sus gigantescas columnas de mármol y por sus elaboradas vidrieras. ¡Es un auténtico espectáculo! Dedicamos veinte minutos a explorar el interior. 

Para tomar el ascensor que nos conducirá a la azotea, debemos salir nuevamente al exterior y dirigirnos a esta esquina, donde encontramos el ascensor norte y una larga fila de personas. Esto es debido a que el elevador tiene una capacidad máxima de diez personas.

Tardamos veinte minutos en poder acceder a la parte alta de la catedral. Todas las molestias de la espera y el frío que hemos pasado quedan totalmente eclipsados con la belleza de lo que nos encontramos. Es increíble no solo que se pueda acceder a la parte superior, sino que se pueda recorrer en su gran mayoría. Me parece algo totalmente imprescindible para hacer en Milán. 

CONSEJO: hay múltiples balcones en los que podréis sacaros una foto sin nadie por detrás. Por lo que vimos, suelen pasar totalmente desapercibidos.

Cuanto más recorremos la azotea más boquiabiertas quedamos, no solo con los espectaculares pináculos que ocupan cada centímetro de la fachada, sino con las vistas que tenemos de la ciudad. 

Al fondo vemos la zona de los rascacielos, incluidos los dos edificios llamados Bosco Verticale, que exploraremos un poquito más tarde, un complejo de dos rascacielos residenciales cuya peculiaridad es la presencia de más de dos mil especies vegetales distribuidas en sus fachadas.

Finalizamos la visita a las 12:10 horas, tras cuarenta minutos de aventura por la azotea. OJO por si tuvieseis algún problema de movilidad, porque la bajada ya no es en ascensor, sino por las escaleras (doscientas cincuenta aproximadamente) independientemente de cómo hayas subido. 

Aún eclipsadas por la asombrosísima y bellísima catedral de Milán, enlazamos con las galería de Vittorio Emanuele II cuya entrada (una de las cuatro que tiene) está en la propia plaza del Duomo.

No se me ocurre otra descripción de las galerías que majestuosas y fastuosas, con esas fachadas, esas bóvedas acristaladas y las tiendas de lujo. Me recuerdan a las galerías reales de Saint Hubert de Bruselas.

Hay muchísima gente recorriéndolas, pero merece la pena dar una vuelta por ellas.

Regresamos a la plaza del Duomo para tomar un metro rumbo a la plaza Gae Aulenti. Sacamos un bono vigente durante veinticuatro horas (desde la primera validación, no desde su compra), porque así lo aprovecharemos mañana para regresar a la estación central, rumbo a La Spezia. El pase tiene un precio de 7,60€ por persona, cuando un billete simple ya cuesta 2,20€. 

OJO porque el bono solo cubre algunas de las líneas de metro: línea roja – Mi 1, línea amarilla – Mi 2 (hasta la estación de Cascina Burron) y línea verde – Mi 3 (hasta los municipios de esta zona).

Tomamos la línea amarilla – Mi 2 (dirección Comasina) hasta la parada de Milano República.

No hay que caminar mucho hasta llegar a la futurista plaza Gae Aulenti, el epicentro de la zona más moderna de Milán. Merece la pena una visita por la cantidad de edificios singulares que tiene, entre ellos la Unipol Tower y la Unicredit Tower que, con una altura de doscientos treinta y un metros, se ha convertido en el rascacielos más alto de Italia. He leído que al caer la noche comienza un espectáculo de agua, luz y sonido, y se activa el Solar Tree, un sistema de luces led que utiliza la energía solar para iluminar la plaza.

Estamos muertas de hambre pero por la zona no vemos mucha variedad de lugares y menos a precios económicos. Acabamos sentadas en el Illy café, donde tenemos que esperar una larga cola para conseguir mesa. Pedimos para compartir:

• Club sándwich con salmón: 14€.
• Club sándwich con pollo: 13€.
• Espagueti al pesto trapanese: 13€.

La comida está sabrosa y abundante por lo que recomendamos este lugar, a pesar de la espera por la mesa. 

Una vez con los estómagos llenos, nos ponemos en marcha de nuevo. Cuanto más nos acercamos al Bosco Verticale más llamativo me parece, porque de lejos parecía que eran arbustos lo que había en las fachadas, pero en realidad son árboles con sus troncos incluidos. ¡¡Menuda pasada!! Me llama la atención el hecho de que con tanto árbol, la gente que vive allí no debe tener vistas apenas… Según descubrí más tarde, el Bosque Vertical consta de dos torres de 80 y 112 metros, que albergan:

• 300 árboles pequeños.
• 480 árboles medianos y grandes.
• 5.000 arbustos.
• 11.000 plantas.

Vamos dando un paseo hasta el cementerio monumental de Milán, a donde llegamos a las 15:30 horas. Construido en 1866 para unificar los pequeños e insalubres cementerios que se encontraban distribuidos por la ciudad, tiene una superficie de más de 250.000 metros cuadrados con una amplia gama de esculturas italianas, templos griegos, obeliscos…

Lo primero que nos sorprende es su enorme tamaño ya desde la calle. Tiene una pinta buenísima. La visita es gratuita, así como los baños, cosa bastante inusual en Italia por lo que estamos viendo.

Tras pasar la valla encontramos un QR por si queremos seguir alguno de los itinerarios establecidos, pero nosotras preferimos ir a nuestro aire.

Dedicamos una hora a recorrer el recinto, aunque hubiésemos podido pasar horas explorando cada rincón. El lugar es absolutamente alucinante y una visita totalmente imprescindible en la ciudad. Es más como un museo al aire libre que nos ha dejado boquiabiertas de principio a fin. ¡¡Guaoooooo!! ¡¡¡Menuda maravilla!!!

Aprovechando el bono del metro vamos hasta la estación de Garibaldi FS, donde tomamos la línea verde – Mi 3 hasta Centrale FS. Allí enlazamos con la línea amarilla – Mi 2 hasta Monte Napoleone.

Llegamos a las 17:30 horas al conocido como el cuadrilátero de la moda. Se trata de un distrito delimitado por cuatro calles (vía Monte Napoleone, vía della Spiga, vía Manzoni y Corso Venezia) en las que se concentran las tiendas de ropa de moda más prestigiosas.

La calle en la que más ambiente encontramos fue en la vía Monte Napoleone. A pesar de que la moda en general no llama mi atención y mucho menos unas tiendas con precios tan desmesurados, merece la pena dar un paseo por esta parte de Milán por lo ostentoso del lugar y de las personas que compran en esos comercios.

Finalizado el recorrido por algunos de los escaparates más caros del mundo, regresamos hasta la galería de Vittorio Emanuele II para merendar en una franquicia de la que había leído buenas opiniones, Cioccolat Italiani. OJO porque los precios que podéis ver en las pantallas donde se realizan los pedidos para llevar son más baratos (a veces hasta 2€ por producto) que lo que te van a cobrar en realidad por tomar algo sentado en la terraza, que es el único sitio donde tienen mesas y sillas. Pedimos:

• Dos chocolates a la taza: 12€.
• Un gofre con Nutella: 8€.
• Una tarta de manzana: 4€.
• Una cerveza: 7€.

No ha sido especialmente barato pero mereció la pena porque estaba riquísimo, con mención especial a la cantidad generosa de Nutella que tenía el gofre y a lo espeso y sabroso que estaba el chocolate a la taza.

Suerte que hemos venido hasta aquí a merendar porque no contábamos con que por la noche la catedral está iluminada por potentes focos ubicados en los edificios aledaños. Merece mucho la pena acercarse a verla cuando se pone el sol.

Tomamos nuevamente el metro línea amarilla – Mi 2 hasta Centrale FS, donde hacemos transbordo con la línea verde – Mi 3 hasta Famagosta. Al salir a la calle nos encontramos en el extrarradio, en una zona que da un poco de mal rollo con tantos grafitis y tan poca gente. Hemos venido hasta aquí para recorrer parte de uno de los canales de la ciudad, el Naviglio Pavese, del que había leído: «está rodeado de bares y restaurantes, en él se concentra la vida nocturna. En Navidad lo iluminan para darle un aspecto encantador«. Recorremos el canal hasta su inicio sin encontrar nada interesante. Menuda decepción y menuda caminata gratuita… 

Al enlazar con otro de los canales, el Naviglio Grande, vemos montones de terrazas y de ambiente. Está claro que la información que había recogido era equivocada y estaba invertida, pero ahora ya estamos muy cansadas por lo que ponemos rumbo hacia el apartamento.

Yo no lo sabía, pero hay barcos que hacen tours por los canales, aunque para lo que hay que ver, no sé yo si merecerán mucho más pena…

Finalizamos la aventura a las 21:30 horas, doce horas después de haber salido. Estamos destrozadas y agotadas pero satisfechas por haber visitado en un día todos aquellos puntos imprescindibles que traíamos para explorar en Milán:

• Sobraba completamente el paseo por el Naviglio Pavese pero…
• El Duomo, la galería de Vittorio Emanuele II y el cementerio monumental me han parecido totalmente imprescindibles.
• Si tenéis tiempo os animaría a acercaros hasta la plaza Gae Aulenti porque los edificios son llamativos y el Bosco Verticale me pareció de lo más curioso.

GASTOS DEL DÍA

• Duomo + acceso a la terraza en ascensor: 66€.
• Bono metro: 22,80€.
• Comida Illy caffe: 60,50€.
• Merienda Cioccolat Italiani: 31€.

TOTAL: 180,30€

POSDATAS

Posdata 1: todos los puntos visitados a lo largo del día están recogidos en este mapa de «Italia»: ver mapa. Para PASARLO A LA APP MAPS.ME (que es la que me guía en todos mis viajes y rutas por mostrar mucho mejor los senderos que Google Maps y por funcionar a la perfección sin conexión) solo tenéis que seguir estas instrucciones.

Posdata 2: todas las fotos están hechas con mi móvil Samsung Galaxy S22 ultra sin ningún tipo de filtro o retoque, todas en modo normal o en modo gran angular.

Posdata 3: me encantaría que dejases un COMENTARIO con tu opinión sobre lo que has leído. ¡Venga, anímate! Siempre se agradece un buen feedback…

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