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4. DESCUBRIENDO RINCONES DE SALAMANCA Y DEL NORTE DE CÁCERES – GRANADILLA, CANDELARIO
Martes 29 de marzo del 2022
Suena el despertador a las ocho de la mañana. He dormido regular porque las almohadas son demasiado gorditas para lo que estoy acostumbrada. Qué sueño…
Hemos quedado con nuestros amigos a las nueve para almorzar en el hotel. El desayuno no está incluido en el precio de la habitación pero sí que se puede reservar aparte. Por 5€ por cabeza hemos preferido tomarlo aquí para así ahorrarnos tiempo.
Tenemos el comedor entero para nosotros, pues somos los únicos huéspedes del hostal. El menú es de tipo buffet con tostadas, fruta, jamón york, queso, bizcocho… No es lo más variado del mundo pero no ha estado mal y nos ha servido para cargar bien las pilas.
GRANADILLA
Hacemos el check – out sin incidencias y a las 9.50 horas nos ponemos en marcha.
Nuestro primer objetivo del día es Granadilla. «Una villa medieval expropiada en 1955 durante la dictadura. Franco había retomado las obras del embalse de Gabriel y Galán y los territorios de los alrededores de Granadilla comenzaron a inundarse. En un principio no se pensaba desalojar el pueblo, pero la organización fue tan desastrosa que se fueron inundando terrenos y algunos quedaron bajo el agua. Los 1.124 habitantes de Granadilla se encontraron aislados con los alrededores sumergidos y sin agua potable, por lo que se vieron obligados a abandonar sus hogares. Aunque el núcleo urbano de Granadilla nunca llegó a inundarse, sus habitantes no pudieron regresar. Granadilla se convirtió definitivamente en península en 1965. Durante los últimos años su patrimonio se ha ido recuperando. En 1980 comenzaron las obras de rehabilitación de la villa, tras ser declarada Conjunto Histórico Artístico. Primero se reformó su castillo, después las murallas y, por último, el pueblo. La restauración se hizo en colaboración con el Ministerio de Educación, que ofrece programas educativos en el pueblo. El lugar se llena de estudiantes, muchos de los cuales han ayudado a restaurar las casas. A día de hoy los antiguos habitantes de Granadilla no han podido trasladarse al pueblo; tampoco sus hijos ni sus nietos. La Asociación Hijos de Granadilla intentó que los familiares recuperasen las casas, aunque aún no lo han conseguido«.
Imagen capturada con Google Earth
Tardamos veinte minutos en llegar a Granadilla desde nuestro alojamiento. Los últimos kilómetros transcurren a través de una aparente pista forestal asfaltada, muy recta en su mayor parte.
Hay parking amplio y gratuito.
El recinto abre de 10 a 13.30 horas y de 16 a 18 horas (hasta las 20 horas de abril a octubre). Lunes cerrado por mantenimiento. La visita es gratuita y sin necesidad de reserva previa.
Llegamos diez minutos después de la apertura de puertas. Tras nosotros llegan tres turismos y un autobús. Viendo que en breves va a haber demasiada gente para mi gusto, lo primero que hacemos es subir al castillo, que desde abajo se ve precioso con esa torre tan bien restaurada.
Después de ascender por la estrecha y zigzagueante escalera de caracol, accedemos a la parte superior desde donde encontramos unas magníficas panorámicas que además nos permiten ser más conscientes de la ubicación de la península de Granadilla. ¡Me gusta mucho el paisaje que se aprecia desde aquí!
También se puede entrar a los cuatro balcones ubicados en el nivel inferior, para tener distintas perspectivas de todos los puntos cardinales.
Una vez saciado nuestro apetito fotográfico, nos dedicamos a recorrer las empedradas calles del pueblecito. El suelo está bastante embarrado porque esta noche ha llovido. Me imagino que no es algo habitual encontrarlo en estas condiciones.
Se puede acceder a una parte de la muralla, desde donde obtenemos vistas del exterior y de los cuidados huertos que están cultivando.
Hay vallas verdes móviles en medio de algunas calles que se pueden abrir sin problema según indican las instrucciones colgadas a la entrada del recinto. Nosotros lo leímos a posteriori por lo que pensamos que no se podían atravesar.
Una de las zonas que más me ha gustado es la cuidada plaza mayor con las vistosas casitas alrededor, además del antiguo ayuntamiento con un reloj de sol colgado en su fachada.
Pese a toda la gente que llegó a la vez que nosotros, hemos podido disfrutar de la visita solos durante una gran parte del tiempo.
Tras una hora finalizamos el recorrido. Granadilla me ha parecido muy curiosa para callejear por ella y, aunque para mí no es una visita imprescindible como sí que lo es para mi chico, os recomiendo que vayáis a conocerla si os encontráis por la zona.
CANDELARIO
Ahora toca despedirnos de nuestros amigos pacenses. Ellos ponen rumbo a Badajoz y nosotros arrancamos destino a Candelario, en Salamanca. Declarado en 2006 Reserva de la Biosfera por la UNESCO como parte de la «Reserva de la Biosfera de las Sierras de Béjar y Francia», también pertenece al conjunto de los Pueblos Más Bonitos de España. Los Pueblos más Bonitos de España es una asociación española creada en el año 2011 para promocionar, difundir, fomentar y preservar el patrimonio cultural, natural y rural en áreas geográficas con menor nivel de industrialización y población, que engloba a pueblos de menos de 15.000 habitantes bajo una marca única de calidad.
En los siglos XVIII, XIX y parte del XX, Candelario fue uno de los lugares más importantes de la industria chacinera. En su mejor momento llegó a haber más de cien casas dedicadas a la industria que distribuían a toda España, incluida a la corte. Estas casas servían de vivienda y de fábrica. Se dividían en tres alturas:
Llegamos a Candelario al mediodía. Está prohibido aparcar en todo su casco histórico a excepción de residentes autorizados. Por suerte hay varios parkings habilitados y estacionamos sin problema junto a la Oficina de Turismo.
Ya que estamos al lado, nos acercamos hasta dicha oficina por si nos dan alguna información interesante, pero descubrimos que entre semana no abren por las mañanas. Por suerte, junto a nuestro aparcamiento hay un enorme cartel con una «ruta urbana» por Candelario con quince puntos de interés señalizados a lo largo del pueblo.
Decidimos ir siguiéndolos a ver qué vamos encontrando.
Antes de adentrarnos a callejear quiero mencionar algo que descubrí al llegar y que me pareció de lo más curioso. Y es que uno de los elementos más llamativos de las casas en Candelario son las «batipuertas«, que protegen su acceso desde el exterior. Este nombre hace referencia a una media puerta que antecede y protege a la propia de la vivienda. Son tres las funciones que se le atribuyen:
A las 12 horas iniciamos el ascenso por las empinadas calles del pueblo. Traed calzado adecuado pues es todo cuesta arriba y con suelo empedrado. No vemos ningún otro turista y solo nos acompaña el rumor del agua correr por las regaderas. «Las regaderas parten de dos grandes acequias que se ramifican en otras más pequeñas recorriendo todas las calles. Su agua, procedente de los arroyos que surgen de la sierra, servía de sistema de saneamiento antes de la creación de la Red en 1933 y, en tiempos de matanza, para mantener limpias las calles una vez terminado el desangrado y socarrado del cerdo. Superado el casco urbano todavía riegan los diferentes huertos que los vecinos de Candelario siguen cultivando«. Da gusto hacer turismo sin hordas de personas por los alrededores.
Es un pueblo muy fotogénico. Disfrutamos paseando por sus estrechas callejuelas. Nos llama mucho la atención las batipuertas, cada una de diferente color y a veces también de diferentes materiales.
Reconozco que nos ha costado un poco hallar algunos de los puntos de interés de la «ruta urbana». De hecho, el punto nueve fuimos incapaces de encontrarlo por más vueltas que dimos. Por ello en mi mapa tenéis señalizados catorce de los quince puntos, para facilitaros un poco más su búsqueda.
Saliéndonos de la «ruta urbana» nos acercamos hasta el mirador Dr. Espina, desde donde tenemos unas bonitas panorámicas de Candelario. Además, solo los trinos de los pájaros nos acompañan, haciendo del lugar un rinconcito de paz. Como detalle observamos que han puesto batipuertas en las vallas metálicas.
Finalizamos la visita a las 13.45 horas, tras casi dos horas de recorrido. Aunque está englobado dentro de los Pueblos Más Bonitos de España, no me ha marcado como por ejemplo sí que lo han hecho La Alberca y Mogarraz, también en Salamanca, o Cudillero en Asturias. Pese a ello, me parece un pueblo muy bonito para recorrer y perderse por sus callejuelas. Si os proponéis ir buscando los distintos puntos de interés y como punto extra continuar hasta el mirador Dr. Espina, es una buena forma de conocerlo en profundidad.
Y así damos por finalizada esta pequeña escapada de cuatro días por tierras de Salamanca y Cáceres.
¿Próximo viaje a la vista? ¡¡¡Fuerteventura!!!
GASTOS DEL DÍA:
TOTAL: 129,12€
TOTAL DEL VIAJE (entre los dos): 474,22€
POSDATAS
Posdata 1: todos los puntos visitados a lo largo de este viaje están recogidos en estos dos mapas completamente personalizados y detallados de Google Maps, que son LO MÁS IMPORTANTE PARA MÍ DURANTE MIS AVENTURAS:
Para PASARLO A LA APP MAPS.ME (que es la que me guía en todos mis viajes y rutas por mostrar mucho mejor los senderos que Google Maps y por funcionar a la perfección sin conexión) solo tenéis que seguir estas instrucciones.
Posdata 2: todas las fotos están hechas con mi móvil Samsung Galaxy S10+ sin ningún tipo de filtro o retoque, todas en modo normal o en modo gran angular.
Posdata 3: me encantaría que dejases un comentario con tu opinión sobre lo que has leído.
Puedes seguirme en mi INSTAGRAM para estar al día de todas mis aventuras.
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