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  • 3. DESCUBRIENDO RINCONES DE SALAMANCA Y DEL NORTE DE CÁCERES – MEANDRO DE MELERO, MIRADOR DE CABEZABELLOSA, VALLE DEL JERTE, MIRADOR DE LA MEMORIA, CASCADA Y LAGAR MARTA, CASCADA DEL CAOZO, HERVÁS Y SU PATIO DE LOS CACTUS

    Lunes 28 de marzo del 2022

    Suena el despertador a las 8.30 horas. Me reitero diciendo que tanto la cama como la almohada me han parecido muy cómodas.

    Bajamos de nuevo a desayunar a la cafetería del hotel y pedimos el mismo menú de ayer. ¡Qué rico está este jamón, delicioso!

    Hacemos el check – out sin incidencias. Hemos estado muy a gusto en el hotel, entre otras cosas por la amabilidad de Prudencio, que nos ha hecho la estancia de lo más agradable.

    MIRADOR DE MADROÑAL

    A las 10 horas arrancamos el coche. Nuestra primera visita del día es una parada exprés en el mirador de Madroñal, veinte minutos después.

    Tiene un parking amplio justo delante.

    El lugar está bien para una foto rápida, sin más. No es una visita imprescindible. 

    MEANDRO DE MELERO

    De aquí ponemos rumbo al meandro de Melero. Es una visita de la que traigo grandes expectativas pues los únicos tres meandros que he visitado en mi vida me han gustado muchísimo.

    Meandros del Nora (Asturias)
    Horseshoe bend (Page – Arizona)
    Goosenecks Park (Page – Arizona)

    Cualquier forma caprichosa que crea la naturaleza siempre llama muchísimo mi atención.

    Ubicado en el límite oriental de la sierra de Gata, dentro de la comarca de las Hurdes, el meandro de Melero que dibuja el río Alagón constituye la frontera entre Cáceres y Salamanca.

    Aunque la carretera de acceso al meandro desde Riomalo de Abajo se ve asfaltada y a simple vista no hay baches, la realidad es que el coche traquetea sin parar como si fuésemos por una pista forestal. 

    Al llegar al aparcamiento descubrimos que la zona está en obras, pues están habilitando una pasarela de madera para adaptar el mirador a sillas de ruedas.

    Dejamos el coche en un rincón y nos asomamos a la única zona que se encuentra accesible.

    Mirador de la Antigua abajo a la derecha

    Al cabo de un rato los obreros amablemente nos permiten pasar al balcón ubicado justo sobre el meandro. El mirador de la Antigua es sencillamente espectacular. Madre mía, ¡¡¡me encanta!!! ¡¡¡Es precioso!!! El río no va muy cargado de agua pero aún así la panorámica es alucinanteeee. Al estar el río Alagón con poco caudal, nos permite contemplar su cauce impregnado de verde dando muchísimo color a la imagen. Y eso que el sol aún no ha decidido aparecer hoy, que sino seguro que sería para morirse… Pese a todo, me he enamorado de este rincón, ¡¡¡qué maravilla!!! ¡¡¡Me ha gustado muchísimo!!! ¡¡¡Espectacular!!! ¡¡¡Guaoooo!!! Visita absolutamente imprescindible si estáis por la zona.

    Os adjunto la foto de cómo se ve el meandro cuando el Alagón baja muy cargado.

    Foto con el río cargado de agua

    Hemos estado treinta minutos y podría haberme quedado media mañana simplemente contemplando el espectáculo. Pero no puede ser porque hoy tenemos el día programado para ver algo maravilloso que luego os contaré, jijiji.

    PUENTE ROMANO DE SOTOSERRANO

    Así que a las 11.10 horas arrancamos el coche. Veinte minutos después mi chico me regala una visita inesperada, pues él ya conoce esta zona. Paramos junto al puente de Sotoserrano, un puente romano de siete arcos sobre el río Alagón, el mismo que forma el meandro de Melero. El lugar es precioso: con los arcos reflejándose sobre el río como si de un espejo se tratase; el riachuelo corriendo incesante; acompañados exclusivamente por el trinar de los pájaros… Creo que hemos visto una nutria a lo lejos, ¡¡¡qué emocionante!!! 

    Hay parking amplio justo delante. 

    Pese a lo breve de esta visita, ¡¡me ha encantado!!

    A las 12.30 horas llegamos a nuestro alojamiento, la Posada Tresmentiras en Aldeanueva del Camino. Allí hemos quedado con Paco y Manu, dos amigos de Badajoz con los que vamos a compartir el día de hoy aprovechando que íbamos a estar relativamente cerca de su tierra. ¡Cómo me gustan los reencuentros con amigos que me está ofreciendo esta escapadita!

    La habitación está genial: amplia, con bañera y terraza. ¡¡¡Tenemos hasta piscina delante del balcón!!! 

    Descargamos el equipaje y arrancamos de nuevo a las 12.45 horas. 

    Primer objetivo: ir a comprar algo de pan para el picnic hoy. Con lo que me gusta aprovechar los días al máximo, no quiero estar atada al mediodía a ningún restaurante ni a ningún horario, teniendo que restar tiempo de las visitas.

    MIRADOR DE CABEZABELLOSA

    Ponemos rumbo al pueblo de Cabezabellosa, donde vamos a visitar el mirador del castillo.

    Están habilitando un parking enorme al lado de la iglesia de San Lorenzo Martir. El acceso hasta el mismo es a través de callejuelas muy estrechas. Ojo con meter coches anchos o caravanas, que no entran. De hecho, una pareja que aparcó a nuestro lado nos dijo que tuvieron que meter los retrovisores para poder acceder al estacionamiento sin dejar parte del vehículo por el camino. 

    El mirador es de reciente inauguración por lo que aún no está señalizado. Os dejo mi track de Wikiloc (solo de vuelta) para que no tengáis pérdida ninguna.

    Powered by Wikiloc

    Descendemos por el camino que acabamos de hacer en coche hasta llegar al cementerio. Junto al mismo también se pueden estacionar dos o tres turismos. Es más, si hay hueco, os recomiendo dejar el vehículo aquí y de esta forma os ahorráis el tener que callejear por Cabezabellosa y sus estrechísimas callejuelas.

    Desde el cementerio tomamos un precioso sendero todo cuesta arriba rodeado de retorcidos árboles y con un montón de enormes rocas redondas que nos vigilan desde las alturas. ¡Me gusta mucho! Soy fan total de cualquier tipo de sendero que se salga un poco de lo normal, jijiji. Traed calzado cómodo pues aunque desde el parking habilitado al lado de la iglesia hasta el mirador hay poco más de seiscientos metros, gran parte es cuesta arriba por un camino empedrado. 

    Mini árbol creciendo en la roca

    A las 13.30 horas llegamos por fin a nuestro objetivo, un mirador formado por dos pasarelas de acero, ubicadas a 870 metros de altitud sobre el cerro del Búho.

    A mano izquierda tenemos una pasarela de veintisiete metros de longitud. Se dice que en días claros la vista alcanza hasta la Peña de Francia y Portugal.

    A mano derecha encontramos una segunda pasarela de cuarenta y cuatro metros de longitud con vistas al pueblo de Cabezabellosa y al pico Pitolero, la cima del parapente en Extremadura, ubicado a 1.352 metros de altitud.

    Con flechas verdes está marcada la carretera de acceso que seguimos para llegar hasta el parking

    Por lo visto el mirador se ha convertido en todo un reclamo turístico desde que el lugar se ha hecho viral en redes sociales.

    Aunque todo suena muy positivo y espectacular, decir que según puse un pie en la pasarela la encontré de lo más incómoda puesto que está hecha con varillas de hierro estrechas muy separadas unas de otras por lo que se te meten los pies entre ellas cada dos por tres. Por lo tanto, olvidaros de venir con mascotas o con un mínimo tacón, porque sería inviable. No entiendo cómo han podido poner un suelo tan incómodo. 

    En el cartel ubicado a la entrada con las normas del mirador indican:

    • «Aforo máximo de diez personas»: y no me extraña, porque nosotros éramos cuatro y la pasarela de la derecha bailaba bastante solo con nuestros pesos.
    • «Niños y mascotas acompañados»: creo que es inviable que un perro camine por ese suelo…

    Obviando los puntos anteriores, el lugar es una pasada. Tuvimos la suerte de tenerlo entero para nosotros cuatro y pudimos disfrutar de cada rincón sin ningún tipo de prisa. Las vistas de casi 360 grados son alucinantes y las pasarelas dan mucho juego para alguien que, como nosotros, adore sacar fotos. 

    Al final estuvimos casi treinta minutos disfrutando de ese paraje tan peculiar. A las 14 horas nos ponemos en marcha de nuevo. 

    VALLE DEL JERTE

    MIRADOR DE LA MEMORIA

    Veinte minutos más tarde llegamos al mirador de la memoria. Hay parking justo delante del mirador.

    Nos encontramos en un balcón natural al Valle del Jerte desde el que se aprecian pueblos como Valdastillas y Casas del Castañar, además de la casi la totalidad del embalse de Plasencia y su cola, justo donde el río Jerte vierte sus aguas y empieza a ser retenido. Además de sus vistas, lo que caracteriza a este mirador es una obra escultórica de Francisco Cedenilla Carrasco, inaugurada en 2009, dedicada a los olvidados de la Guerra Civil y la dictadura. Está formada por cuatro figuras humanas desnudas realizadas a tamaño natural: una mujer, un anciano y dos hombres jóvenes, colocados sobre unas enormes piedras de granito.

    Por lo visto algunas de las esculturas presentan impactos de bala y es que al parecer, unos días después de ser inaugurado el mirador, alguien lo tiroteó y el autor de la obra escultórica quiso dejarlo tal cual ya que esos disparos daban más sentido a lo que quería expresar con su creación.

    Precisamente una de las cosas que más ilusión me hacía en este viaje es que nos iba a coincidir con parte de la floración de los cerezos del valle del Jerte. Se trata de un espectáculo único de unos diez – quince días de duración que suele ocurrir entre finales de marzo y principios de abril, en los que el valle se vuelve blanco por la floración de más de un millón y medio de cerezos. Al ser un evento natural, está muy condicionado por la climatología, por lo que unos años empieza un poco antes y otros un poco después, viéndose a veces también afectada su duración.

    Fue pura casualidad cuando descubrimos que las fechas de la escapada coincidían con este evento. Hay que tener en cuenta que normalmente no florecen todos los cerezos a la vez, sino que primero lo hacen los que están en las zonas más bajas (a menor altitud) y, a medida que van pasando los días, van floreciendo los cerezos del resto de zonas. Este año se prevé que la floración dure hasta el 6 de abril, nueve días después de nuestra visita.  

    Cuando nos asomamos al mirador de la memoria no vemos ese manto blanco que tantas ganas tenía de contemplar, es más, apenas podemos apreciar los cerezos desde aquí. ¡¡¡Qué pena!!! Pese a todo, las vistas del valle me parecen preciosas con el embalse de Plasencia de fondo. 

    Las esculturas dan al lugar un toque tétrico y triste al mismo tiempo. 

    Aprovechamos la buena ubicación del mirador y que tienen varias mesas para hacer aquí nuestro picnic.

    Tras una hora de asueto, a las 15.15 horas nos disponemos a recorrer el valle del Jerte a ver si conseguimos ver cerezos de cerca, pues ya hemos podido atisbar alguno de la que veníamos conduciendo.

    A medida que vamos acercándonos a la parte baja del valle cada vez vemos más árboles florecidos. ¡¡¡Qué bonitos!!! ¡¡¡Qué ilusión!!! Los de la ladera de enfrente no se aprecian mucho, pero una vez que estás a su lado sí que se ven muy bonitos. ¡Es un espectáculo total! No sé cómo será cuando están en su máximo apogeo, pero así están preciosos.

    Hacemos varias paradas breves con el coche allí donde encontramos apartaderos y cerezos. Adoro la primavera y adoro las florecillas, así que aquí me siento simplemente feliz. No lo hemos pillado en su máximo apogeo ni nada por el estilo, pero por lo que veo debe ser muy difícil pillar el día clave, y más si no vives por la zona. Con esto del cambio climático cada vez es más difícil cuadrar eventos de este tipo. Cuando fuimos a Japón por ejemplo, el cambio climático nos benefició ya que se adelantó el momiji o enrojecimiento de las hojas en otoño, por lo que pudimos ver paisajes alucinantes sin contar con ello.

    ERA DE SAN BERNABÉ

    Como sugerencia de Google Maps paramos en la era de San Bernabé en Casas del Castañar. Sacamos una foto rápida al puente, que casualmente es del mismo diseño que el que han hecho en el mirador de Cabezabellosa. ¡Qué incómodo, por favor!

    No es una visita imprescindible para nada. Mi recomendación es que os lo podéis ahorrar…

    MIRADOR DE LA CABRA

    De aquí nos dirigimos al mirador de la Cabra. Se puede estacionar sin problema a pocos metros del mismo. 

    La cabra rodeada en rojo

    Las vistas desde el balcón no me parecen especialmente llamativas pese a que se observa gran parte del valle. Hay una panorámica amplia pero se ve como apagada. Entre los cables de alta tensión y que los cerezos no se aprecian bien desde tan lejos, no me resulta muy atractivo este mirador al valle del Jerte.

    CASCADA Y LAGAR MARTA

    ¿Próxima parada? La cascada y el lagar Marta. 

    Se puede aparcar al inicio de la senda que nos conduce hasta la cascada, perfectamente señalizado.

    Encontramos primero una zona de merendero con bastantes mesas, de lo más apropiada para un picnic. Continuamos bajando y a mano derecha vemos el lagar de Marta, también conocido como Lagar del tío Alicio. Estuvo funcionando de 1900 a 1981 y era utilizado para prensar las aceitunas cultivadas en los huertos de la zona obteniendo así aceite. Gracias a la fuerza del agua que arrastra la garganta, se activaba el rodezno, que a su vez movía una serie de poleas.

    Más allá el sendero se estrecha bastante. Queda a nuestra izquierda el arroyo de la garganta de Marta, que nos conduce a una pasarela que hace de mirador de la cascada. Del mismo material y forma que todas las pasarelas que hemos visto hoy y, por tanto, igual de incómoda, si tienes algo de vértigo podría darte cierto respeto.

    La cascada, con una buena caída, sería un lugar idílico sino se tuviese que contemplar a través de la pasarela en la que solo entran grupos de dos o tres personas. Teniendo en cuenta que teníamos unas seis personas esperando detrás de nosotros, apenas pudimos sacar un par de fotos rápidas sin poder disfrutar del enclave con vistas al valle del Jerte.

    Me resultó mucho más coqueto un puente con varios arcos que encontramos por el camino y que pudimos disfrutar en soledad.

    CASCADA DEL CAOZO

    La siguiente visita era una sorpresa que mi chico me tenía guardada. Soy fan total de cualquier tipo de cascada o salto de agua por mínimo que sea y nos dirigíamos a visitar la cascada del Caozo, en la garganta Bonal. 

    Hay estacionamiento para varios vehículos a ambos lados del puente del que parte la senda que nos conduce a la cascada.

    Una pasarela metálica de las mismas características que todas los que hemos visto hoy nos conduce hasta ¡¡¡el paraíso!!! ¡¡¡Oh Dios mío!!! Sobre una pared de granito pulido por el paso del tiempo y las aguas, estas se precipitan más de treinta metros, cubriendo de blanco la roca. ¡¡¡¡¡¡Qué cascada tan espectacular!!!! Es altísima y va muy cargada de agua. 

    Hay una una pasarela – mirador sobre el río, del mismo material que las anteriores. Un pequeño cartel colgado en un lateral dice así: «queda terminantemente prohibido subirse al puente del Caozo, una parte está destrozada y pararse en medio de la carretera para sacarse fotos«. La verdad es que el mensaje está fatal estructurado. Bien podrían haber puesto una señalización mucho más llamativa para algo tan importante como esto… Ni siquiera tienen la pasarela cerrada con una cinta… El caso es que este hecho, lejos de perjudicarnos, nos benefició sobremanera, pues por una parte la pasarela no estaba atestada de gente saliendo en medio de nuestras fotos; y por otra parte, accediendo a través de las rocas llegamos prácticamente a orillas de la garganta del Bonal, pudiendo sacar unas fotos alucinantes de la cascada con la pasarela vacía, cosa impensable en cualquier otro momento.

    Me sentía plenamente feliz en un lugar así, casi entero para nosotros por momentos. ¡¡Menudo rincón tan maravilloso!! Este lugar es un sueño para mí. Salgo de aquí con un subidón de energía alucinanteeee. ¡¡¡Guaooooo!!!

    Entre medias de estas visitas por el valle del Jerte, seguíamos aprovechando cada rincón que encontrábamos para seguir contemplando los cerezos.

    En una de esas paradas me encontré con un matrimonio que estaba fotografiando un cerezo. Al acercarme, el señor me mira de forma prolongada y me dice:

    • Señor: «¿eres Ali?».
    • Yo: «¿perdone?».
    • Señor: «no te llamarás Ali, ¿no?.
    • Yo: «sí, ¿por?.
    • Señor: «¡¡soy Toto!!».
    • Yo: ¿@totomiguel?». 

    Resulta que se trataba de un señor que me sigue por Instagram, al que yo también sigo por publicar rincones de Asturias. Es la primera vez que me reconocen por la calle a raíz de mi blog. Fue de lo más surrealista todo, y más teniendo en cuenta que ha sido en Cáceres siendo los dos asturianos. ¡Qué alucinante!

    Con @totomiguel

    Volviendo al valle del Jerte… Decir que me ha resultado bellísimo y he disfrutado muchísimo con la experiencia de poder ver los cerezos en flor, aunque no estuviesen en su máxima plenitud.

    A las 18.40 horas decidimos ir a tomar algo para descansar un rato. Busco en Google Maps el primer bar que esté abierto cerca de nuestra ubicación y acabamos en el restaurante Nuevo Benidorm. Reconozco que cuando vimos el nombre nos esperábamos un lugar un poco cutre y flipamos cuando llegamos a un merendero enorme con vistas al río Jerte y a la piscina natural Charco del puente del Torno. ¡Os lo recomiendo para tomar algo si buscáis hacer una parada por la zona!

    HERVÁS

    De aquí ya ponemos rumbo a Hervás. Su casco histórico está catalogado como Conjunto Histórico Artístico desde 1969, con especial atención a su judería, tesoro original del siglo XV que ha llegado casi intacto hasta nuestros días. De hecho, Hervás pertenece a la red de Juderías de España – Caminos de Sefarad. Una asociación constituida por municipios que cuentan, en sus conjuntos medievales, con un patrimonio histórico, artístico, medioambiental y cultural, herencia de las comunidades judías que los habitaron. Esos veintiún municipios son: Ávila, Barcelona, Béjar, Cáceres, Calahorra, Córdoba, Estella-Lizarra, Hervás, Jaén, León, Lorca, Lucena, Monforte de Lemos, Plasencia , Ribadavia, Sagunto, Segovia, Tarazona, Toledo, Tui y Tudela. La red trabaja para conservar, poner en valor, promocionar y documentar su patrimonio sefardí.

    Los otros tres integrantes de mi grupo ya conocían Hervás y a los tres les había encantado, lo que me hizo ir con altas expectativas. Y lo que pasa normalmente en estos casos en que las expectativas son elevadas, es que no se acaban cumpliendo.

    Os cuento… Tardamos casi una hora en llegar al pueblo desde el valle del Jerte. Aparcamos sin problema en la calle Gabriel y Galán y nos dedicamos a recorrer las estrechas callejuelas del barrio judío, bonitas para una foto rápida pero nada que despertase mucho mi atención. No sé si influiría que ya estaba cansada o que realmente no me aportaba mucho. 

    A modo de curiosidad, en Hervás encontramos una de las calles más estrechas de España. Ubicada entre los números 3 y 5 de la calle del Rabilero, con su medio metro de ancho, no es extraño encontrar «atascos» porque todos los turistas quieren atravesarla. Nosotros pudimos disfrutar de ella en soledad.

    Todo cambió cuando descubrimos el patio de los cactus. ¡¡¡Oh Dios mío!!! Me enamoré al instante. Ubicado en un rinconcito del barrio judío, se trata de un diminuto patio lleno de cactus de todos los tamaños. He leído que ¡¡¡tiene unos siete mil!!!. El patio forma parte del jardín particular de una casa privada llamada Casa Ángela. Su dueño Antonio Díaz Pascual, quien puso el nombre en honor a su madre, deja siempre las puertas abiertas para que todo el que quiera pueda visitarlo de forma gratuita. Un cartel a la entrada dice así: «pueden pasar a ver el patio aunque no esté el dueño. De noche no. Gracias».

    El patio de los cactus es sencillamente espectacular. No creo ni que las fotos ni mis palabras puedan transmitir la realidad de lo que podéis encontrar allí. Hay cientos de macetas con todo tipo de cactus.

    Los que más me han impactado han sido los cactus plantados dentro de dedales y, mucho más, los plantados en recipientes cuyo tamaño es la mitad de un dedal. ¡¡¡Menuda pasada!!!

    La zona de la derecha son dedales, cada uno con un cactus plantado
    Macetitas rojas la mitad de grandes que un dedal, cada una con un cactus plantado (podéis comparar su tamaño con la moneda de 20 céntimos de la izquierda)

    Merece muchísimo la pena esta experiencia. ¡¡¡Qué maravilla!!! Visita imprescindible si estáis por la zona. De verdad que no os podéis imaginar lo muchísimo que me ha gustado este rincón. He quedado flipando. ¡¡¡Ha sido absolutamente alucinante la cantidad y variedad de tiestos y cactus que tiene este señor en tan poco espacio!!!

    Extasiada de semejante lugar y extenuada por todas las aventuras del día, decidimos ir a cenar al hotel spa Sinagoga. Mi chico se había alojado aquí en su anterior visita y había quedado contento. El restaurante es enorme, muy coqueto y moderno. Tienen tanto carta normal como menú.

    Elegimos cuatro menús a 16€ cada uno, bebidas no incluidas. De primero pedimos dos ensaladas césar y dos raciones de huevos rotos con gulas, que estaban muy ricos. El problema empezó con los segundos platos, que tardaron mucho en llegar y alguno llegó frío. La camarera se disculpó porque por lo visto estaban atendiendo al mismo tiempo a una mesa de sesenta comensales y se les complicó un poco el asunto. Los postres no eran nada del otro mundo y no nos gustaron especialmente. De todas formas, en conjunto lo valoro de forma positiva y creo que repetiría.

    Llegamos al hotel a las 22.25 horas, muy cansados pero felices por todo lo que hemos visto. ¡Menudo día!

    GASTOS DEL DÍA:

    • Desayuno hostal río Almar: 8,4€.
    • Picnic: 1,8€.
    • Consumiciones: 3,15€.
    • Propina cactus: 2€.
    • Cena Sinagoga hotel & spa: 35,7€.

    TOTAL DEL DÍA: 51,05€

    POSDATAS

    Posdata 1: todos los puntos visitados a lo largo de este viaje están recogidos en estos dos mapas completamente personalizados y detallados de Google Maps, que son LO MÁS IMPORTANTE PARA MÍ DURANTE MIS AVENTURAS:

    Para PASARLO A LA APP MAPS.ME (que es la que me guía en todos mis viajes y rutas por mostrar mucho mejor los senderos que Google Maps y por funcionar a la perfección sin conexión) solo tenéis que seguir estas instrucciones.

    Posdata 2: todas las fotos están hechas con mi móvil Samsung Galaxy S10+ sin ningún tipo de filtro o retoque, todas en modo normal o en modo gran angular.

    Posdata 3: me encantaría que dejases un comentario con tu opinión sobre lo que has leído.

    Puedes seguirme en mi INSTAGRAM para estar al día de todas mis aventuras.

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