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2. FUERTEVENTURA – COMIENZA LA AVENTURA
Sábado 23 de abril de 2022
¡¡Y comienza la aventura!! Estoy de lo más emocionada con mi primer vuelo desde hace dos años, sobre todo teniendo en cuenta que nos vamos al calor de Canarias dejando en Asturias un clima más bien propio del invierno, con diez grados y un diluvio universal.
Para evitarnos cualquier tipo de sorpresa en el aeropuerto, peso en casa las maletas con mi báscula de mano. No me gusta pasarme de peso, y menos volando con una compañía low cost como Volotea, que se supone que son tan estrictas.
Vamos en bus (ALSA) hasta el aeropuerto de Asturias. Es la opción más cómoda que encontré. Se tardan únicamente quince minutos más que si fuésemos en coche y cuesta solo 9€ por cabeza y viaje.
Volotea nos «obliga» a facturar (de forma gratuita) las maletas de mano, a no ser que paguemos 10€ por persona y vuelo por el «embarque prioritario». No tenemos intención de pagar esos 40€ en total, así que facturamos todo el equipaje.
Envuelvo mi maleta grande con una funda de AliExpress para, por una parte, disminuir el riesgo de que nos la abran y sustraigan algo y, por otra, para localizarla más rápidamente al salir de la cinta de equipaje. La maleta de mano va con cintas de lunares para que también sea más fácil de ubicar.
Todas las fotos grupales que veréis a lo largo del viaje las sacamos con mi palo de selfie + trípode (con mando a distancia) de Amazon (cuyo link ya no está disponible). Lo descubrí en mi viaje al Gran Cañón del Colorado y me enamoró desde el primer momento.
Desde que compré los billetes de avión me llegaron al menos cinco e-mails para recordarme que, de equipaje de mano, como máximo podía llevar dos bultos sin que entre los dos superasen los diez kilos de peso:
Este tema nos ponía un poco nerviosas porque fuimos incapaces de cumplir a rajatabla sus requisitos. La realidad es que nadie ha mirado para nuestros bultos (una mochila, una riñonera y una bolsa con comida por cabeza) y mucho menos los han pesado ni metido en ningún receptáculo para comprobar sus dimensiones.
Tampoco nos han pedido ningún certificado de vacunación ni PCR ni nada para demostrar que somos «Covid free».
Adoro viajar. Lo único que me agobia de volar es tener que llevar las piernas plegadas como sardinas en lata. Por ello siempre que hago viajes largos reservo los asientos en salida de emergencia, pero los de la fila central, no los de los laterales, ya que en los míos puedo poner la maleta de cabina a modo de reposapiés.
En el caso de las compañías low cost no tiene sentido pagar por unos asientos u otros porque son todos prácticamente iguales y en ninguno se puede colocar la maleta en los pies. Pero como nunca voy sin un plan B, siempre viajo con mi reposapiés plegable. Se cuelga de la mesita del asiento delantero y por lo menos me permite llevar las piernas elevadas (aunque no estiradas), cosa que favorece en parte mi maltrecha circulación.
Despegamos a la hora programada y el vuelo transcurre sin incidencias.
Cuando estamos a punto de aterrizar en Fuerteventura, desde la ventanilla me llama la atención lo árida que se ve la isla. El contraste es intenso teniendo en cuenta que venimos de un paraíso hecho de verde, Asturias, paraíso natural. Aterrizamos puntuales a las 17.40 horas, hora canaria.
RECOGIDA DEL COCHE DE ALQUILER
Mientras mi madre espera en la cinta de recogida de maletas, yo me dirijo al mostrador de Autoreisen, con quien hemos alquilado el vehículo. La chica de la oficina es muy amable y eficaz y en pocos minutos finalizamos los trámites:
A las 17.15 horas (veinticinco minutos después de aterrizar) ya tenemos las maletas y las llaves del coche.
TRAMITACIÓN DE MALETA ROTA
Hemos descubierto que Volotea nos ha roto el asa de la maleta grande. Como me gusta tanto viajar, por desgracia ya tengo varias experiencias con el tema de las maletas y en mis apuntes traía anotado todo lo necesario:
Con mis apuntes en la mano, tras preguntar a una azafata, nos acercamos al mostrador de «Aviapartner» ubicado antes de salir de la zona de equipajes. Allí nos explican que Volotea ha sacado una notificación en la que directamente comunican que no se hacen cargo de ninguna incidencia con las maletas: «sentimos informarte de que los daños que se hayan producido en el contenido de tu equipaje no están cubiertos por Volotea puesto que no nos es posible comprobar su estado antes de su facturación. Las abolladuras, rasguños, manchas, asas, soportes o ruedas rotas, se originan por la manipulación del equipaje en entornos aeroportuarios, por lo que Volotea no puede responsabilizarse de dicha incidencia. Lamentamos las molestias que esto te pueda ocasionar«. Menudo morro que tienen, es alucinante. Esto de las compañías low cost cada vez me gusta menos…
Pese a dicho comunicado, la chica de la oficina nos entrega el «damage report» para que tratemos de presentarlo en la oficina de Volotea del aeropuerto de Asturias, ya que aquí en el aeropuerto de Fuerteventura ni siquiera tienen oficina. Además llamo a IATI, la compañía con la que saqué el seguro de viaje, para comunicar la incidencia. Me informan de que el horario del departamento de reembolsos finaliza a las 18 horas. Son las 17.30 horas (una hora más en la península) por lo que tendremos que esperar al lunes.
Salimos del aeropuerto y cruzando la calle, a mano derecha, encontramos un ascensor que nos conduce a la sección de alquiler de vehículos. Nuestro Citroën C4 Cactus, que es el que yo había reservado concretamente, nos está esperando en la plaza número tres. Nos entra todo el equipaje perfectamente en el maletero. El depósito de combustible está lleno y así es como lo tengo que dejar.
Por fin nos ponemos en marcha y nos dirigimos al supermercado Mercadona del Matorral, ubicado a solo siete minutos del aeropuerto. Prefiero dejar ya hecha la compra para luego no ir agobiada con los tiempos. Allí nos encontramos con mi hermano, que lleva seis meses viviendo en Fuerteventura.
El Mercadona está un tanto desabastecido pero tiene lo suficiente para los productos básicos que necesitamos.
FARO DE LA ENTALLADA
Una vez hechas las compras, ponemos rumbo a nuestra primera y única visita del día de hoy: el faro de la Entallada, que está ubicado en la cima de un acantilado de doscientos metros de altura. Se trata del punto geográfico de Canarias más cercano a África (unos cien kilómetros separan un punto de otro).
Una vez que nos salimos de la autovía, la carretera hasta la base del monte es perfecta pues está asfaltada y, aunque no tiene pintada ninguna línea, es lo suficientemente ancha para que pasen dos vehículos. Lo «interesante» viene cuando iniciamos el ascenso hasta la cima y la carretera se transforma en una vía muy estrecha por la que apenas entra un solo coche. Además hay piedras a los lados por desprendimientos y algún precipicio a mano izquierda en momentos puntuales.
No me doy cuenta de que he estado conteniendo el aliento hasta que llegamos por fin a lo más alto. No me gusta conducir y no quiero imaginarme lo que hubiese ocurrido si llega a venir un coche en sentido contrario. Por suerte no nos hemos cruzado con nadie y de hecho estamos solos (mi hermano viene detrás en su propio coche) cuando llegamos al enorme aparcamiento del faro, aunque al poco rato llega una pareja.
La tensión que he pasado durante el ascenso queda claramente compensada al llegar arriba del todo. Menudo paisaje, menudo espectáculo, parece que estamos en otro planeta… Las vistas son espectaculares tanto al mar como al Monumento Natural Cuchillos de Vigán, zona protegida debido a su alto interés científico. Los «cuchillos» son montañas alargadas entre dos valles y son restos de grandes acumulaciones de coladas volcánicas que formaron grandes edificios. Tienen una altura de quinientos metros.
Y eso por no hablar del propio faro, que me parece precioso. Construido en 1953, consta de una torre y tres viviendas iguales. Fue uno de los últimos grandes faros que se edificaron en Canarias destinado a ser habitado.
Disfrutamos muchísimo de ese mágico rincón.
MORRO JABLE
Cuando vemos que el sol empieza a bajar, ponemos rumbo al apartamento Casa Viera en Morro Jable. Como comentaba antes, no me gusta conducir, y mucho menos de noche.
Afortunadamente la bajada desde el faro me ha parecido mucho menos intensa que la subida.
Al final sí que me ha pillado la noche de camino. Por suerte la autovía está en perfecto estado y facilita mucho la conducción. No sé por qué pero vengo con la idea de que la mayoría de carreteras en Fuerteventura están un poco asilvestradas. (Idea que descubriré que es un concepto totalmente erróneo)
Aparcamos sin problema en la calle de detrás del apartamento a las 21.15 horas. Me siento muy cansada.
Para acceder a la casa las llaves se encuentran en el portal, en una cajita cerrada con una clave. De tarde me han mandado el código a través de un e-mail por lo que podemos hacernos sin problema con las llaves de nuestro apartamento. El lugar es simplemente perfecto para nuestra estancia de cuatro noches, tal y como mostraban las fotos en Booking.
El único hándicap que le veo por ahora es que se trata de un segundo piso sin ascensor.
Una vez que deshacemos un poco las maletas, ya me encuentro renovada energía. A las 22 horas vienen a buscarnos mi hermano y mi cuñada para ir a cenar. La idea inicial era ir al Waikiki, pero no contábamos con el horario de los «guiris», por lo que descubrimos que los restaurantes ubicados frente a la playa de Morro Jable cierran a las 22 horas. El camarero de uno de esos restaurantes nos recomienda ir a cenar al San Borondon Brasas Sunset, así que hacia allí nos dirigimos. Pedimos para picar y compartir:
No tardan nada en servir la comanda completa. Estaba todo riquísimo. Recomiendo este lugar, hemos quedado muy satisfechos. Pagamos un total de 67,7€.
A la vuelta del restaurante nos encontramos con montones de cucarachas por el camino. ¡¡Qué asco!!
GASTOS DEL DÍA
TOTAL: 283,1€
POSDATAS
Posdata 1: todos los puntos visitados a lo largo de este viaje están recogidos en este mapa. Para poder utilizarlos basta con pinchar en el enlace azul de «mapa», NO en el propio mapa.
Posdata 2: todas las fotos están hechas con mi móvil Samsung Galaxy S10+ sin ningún tipo de filtro o retoque, todas en modo normal o en modo gran angular.
Posdata 3: me encantaría que dejases un comentario con tu opinión sobre lo que has leído.
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