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  • 4. DINAMARCA – COPENHAGUE (1)

    Lunes 9 de mayo de 2022 

    Suena el despertador a las 7.15 horas. Estoy de lo más emocionada porque ¡¡¡hoy nos vamos a conocer Copenhague!!!

    Desayunamos en casa y la mujer de mi primo nos acerca hasta la estación de tren de Lillerød. Para facilitarnos las cosas, nos prestan su tarjeta Rejsekort para los diferentes trayectos que podamos hacer estos días y nosotros les haremos una transferencia con el importe correspondiente.

    Para tomar el tren, hay que manejar el tema de las tarjetas y los postes de validación, que es muy sencillo. Hay dos tipos de postes para validar las tarjetas:

    • Uno para uso individual.
    • Uno en caso de que vaya más de una persona, o de que haya personas mayores, mascotas, bicicletas…

    Nosotros tenemos que usar este último. PASOS A SEGUIR PARA HACER EL «CHECK IND»:

    • Activar la pantalla en el botón de «play».
    • Pasar la tarjeta por el círculo que tiene la luz azul.
    • La primera opción que aparece es «adultos», que es la que nosotros necesitamos. Tocamos la tecla «+» para añadir un segundo adulto.
    • Pasamos de nuevo la tarjeta por el círculo con la luz azul para validar nuestra petición.

    El tren arranca a las 9.12 horas. En menos de media hora llegamos a la estación central de Copenhague, denominada København H.

    Hacemos el «check ud» pasando la tarjeta por el círculo con la luz azul para validar el viaje. Ahí es donde nos muestra el importe gastado: 91 DKK = 12,5€. Ojo, que si se nos olvida hacer al «check ud», existe la posibilidad de hacerlo online. Si no, nos cobrarán el importe correspondiente con el traslado más largo.

    No podemos entrar en nuestro hotel, el Next Housen Copenhagen, hasta las 15 horas. Su servicio de consigna de maletas está limitado a tres horas por cada cliente y, por más mensajes que les envié para ver si podía dejar las maletas durante más tiempo, las dos veces que me contestaron fue para mandarme el listado con sus reglas, entre las que se encuentra que solo se pueden dejar las maletas tres horas, pero nunca me llegaron a contestar de forma personalizada… La verdad es que la comunicación con el hotel ha sido bastante deficiente.

    Además de haber dos servicios de consignas en los alrededores de la estación central (marcados ya en mi mapa), la misma estación tiene su propio servicio de consignas, ubicado dos pisos por debajo de las tiendas y cafeterías.

    Hay dos opciones para dejar el equipaje:

    • Dárselo a un señor en un mostrador: te cobran por bulto, pudiendo dejarlo 24 horas.
    • Meterlo en unas taquillas: te cobran por la taquilla independientemente del número de bultos.

    Nosotros elegimos una «large locker» por la que pagamos 80 DKK = 10,82€.

    El procedimiento es muy sencillo, principalmente porque la pantalla con las instrucciones tiene posibilidad de elegir el idioma español

    En nuestra taquilla, la más grande de las dos que tienen, entran sin problema dos maletas de cabina y una bolsa. Ojo que una maleta de las grandes no entraría y habría que dejarla en el mostrador.

    No os olvidéis de guardar el ticket, ya que incluye un código QR que es el que nos permitirá luego abrir la taquilla.

    A las diez de la mañana estamos listos para iniciar nuestro recorrido por Copenhague. Os dejo mi track de Wikiloc para que podáis ver el itinerario completo.

    Powered by Wikiloc

    Para programar dicho itinerario nos hemos guiado por mi mapa personalizado, donde ya tenemos marcados todos los puntos a visitar. Aquellos que vamos descubriendo a lo largo del viaje ya están añadidos también.

    Nos ponemos en marcha y llegamos al ayuntamiento. Por fuera la fachada es bastante llamativa. «El edificio actual fue inaugurado en 1905. Está dominado por su fachada, ricamente decorada, la estatua dorada de Absalón justo encima del balcón y la esbelta torre del reloj. Esta última tiene 105,6 metros de altura y es uno de los edificios más altos de Copenhague.​ Además de la torre del reloj, el ayuntamiento también alberga el reloj astronómico de Jens Olsen«.

    Ayuntamiento

    Aunque se puede subir a la torre, pagando, nosotros solo entramos para visitar de forma gratuita el reloj de Olsen: «el reloj fue diseñado y calculado por Jens Olsen, un cerrajero reconvertido en relojero que participó en el inicio de la construcción del reloj, pero que murió en 1945, diez años antes de que se completase.​ Consta de doce movimientos integrados en un complejo sistema de 15.448 piezas.​ El reloj es mecánico y se le debe dar cuerda una vez a la semana. Muestra los eclipses lunares y solares, las posiciones de los cuerpos estelares, e incluye un calendario perpetuo además de la hora«.

    El reloj es espectacular y su visita no os quitará apenas tiempo.

    Continuamos nuestro recorrido pasando por delante de edificios emblemáticos como la biblioteca real danesa. «Se trata de la más grande de los países nórdicos y está compuesta por varios edificios entre los que destaca el Diamante Negro, una obra maestra de la arquitectura, hecha de mármol negro y cristal, en la que se reflejan las ondulaciones del agua, dándole el aspecto de un diamante. Aunque se pueden hacer fotografías en el interior, hay zonas que están restringidas al público ya que es un lugar de estudio«.

    Diamante negro

    Reconozco que, por norma general, la arquitectura no suele llamar mucho mi atención aunque los edificios sean completamente diferentes a los que estoy acostumbrada a ver. 

    Llegamos al edificio histórico de la Bolsa o Børsen del que traigo anotado que: «se trata de uno de los edificios más bonitos de la ciudad. No es posible visitarlo por dentro. Merece la pena visitarlo por fuera. Su arquitectura, que es la típica danesa, de estilo renacentista holandés, está coronada por un chapitel de cincuenta y seis metros de altura que sube en espiral hacia el cielo. Esa espiral está formada por las colas de cuatro dragones situados en la base de la torre, que representan los cuatro países nórdicos«. 

    Edificio histórico de la Bolsa o Børsen

    A mí me parece que está bien para una foto rápida pero poco más, sobre todo teniendo en cuenta que hay varios camiones aparcados delante y que hay que hacer virguerías para sacar una fotografía medianamente decente.

    Nuestra siguiente visita es el Palacio de Christiansborg. «Construido en 1928, alberga la sede del poder en Dinamarca ya que en su interior se encuentra el Parlamento danés, la oficina del Primer Ministro y el Tribunal Supremo. Este palacio está situado encima de los restos de antiguos castillos medievales, por lo que atesora en sus raíces gran parte de la historia de la ciudad de Copenhague. De forma gratuita, de martes a domingo de 11 a 21 horas se puede subir a su torre, la más alta de Copenhague, con sus ciento seis metros de altura. Pagando se pueden visitar varias zonas entre las que se encuentran los salones de recepción reales, las ruinas de la fortaleza, los establos o el museo del teatro«.

    Palacio de Christiansborg

    Qué mala suerte que los lunes es el único día que no se puede subir a la torre…

    Al llamarse PALACIO de Christiansborg y como nunca veo fotos de aquello que voy a visitar, me esperaba un palacio de cuento, pero nada que ver. Se trata de un edificio señorial del que lo que más me han gustado han sido los jardines.

    Por ahora no he visto nada que despierte especialmente mi atención. Sí que hay bastantes edificios llamativos, pero después de la visita de ayer a Sorø, vengo con las expectativas altas y con ganas de ver casitas de colores y mucha variedad de flores.

    Nos acercamos hasta la calle Stroget, de la que se dice que es «una de las calles peatonales más largas de Europa«. Está llena de tiendas de las marcas más caras que conozco y tiene un montón de ambiente. Destaca la tienda de porcelana Royal Copenhaguen para una foto rápida.

    Royal Copenhaguen

    De momento no hemos visto ningún baño público, por lo que nos acercamos hasta el centro comercial Magasin du Nord. Tienen baños gratuitos. Aprovechamos para comer unos bocadillos en Lagkagehuset. Los bocatas están ricos, abundantes y no han sido especialmente caros: 109,9 DKK = 14,85€.

    Por fin nos dirigimos a la zona que más ganas tenía de visitar de todo Copenhague: Nyhavn. En danés se pronuncia «Niuhaven» y significa «nuevo puerto». «Fue construido en el siglo XVII por orden del Rey Christian V como puerta de entrada a la ciudad desde el mar para comerciantes y marineros con el fin de hacer negocios. El edificio más antiguo es el número 9, construido en 1681; y el más fotografiado es Nyhavn 17. Se trata del canal más famoso y uno de los lugares más bonitos de Copenhague. Con fachadas de colores y barcos de madera atracados en ambas orillas, es recomendable recorrerlo de día y de noche. Hay baños gratuitos al principio del canal«.

    No recomiendan visitar Nyhavn entre las 8 y las 10.30 / 11 horas ya que suele estar lleno de camiones porque es el horario permitido para entregar mercancía, repartir correspondencia y aparcar.

    La zona de Nyhavn es exactamente como me esperaba: preciosísima y de lo más fotogénica. Nos cuentan que en este lugar es el vecino del otro lado del canal el que elige (y costea) de qué color quiere que sea la casa de su vecino de enfrente. Al ser la fachada que ve desde su propia casa, llegaron al acuerdo de ser ellos quienes eligen los colores, y a la inversa. Me parece una anécdota de lo más curiosa, la verdad.

    Paseamos por ambos lados del canal sacando montones de fotos porque el lugar lo merece. Es con diferencia la zona que más me ha gustado de Copenhague hasta ahora. ¡¡¡Qué rincón tan maravilloso!!! 

    Enlazamos con las «Kissing Stairs» donde varias personas están tomando el sol.

    Por la zona tenemos una buena perspectiva del edificio de la ópera, al otro lado del canal. Como comentaba, no soy muy de edificios en general.

    «La ópera de Copenhague es, a pesar de su juventud, uno de los edificios más famosos de la capital danesa y está considerada uno de los mejores ejemplos de arquitectura moderna de Europa. Su construcción, no exenta de polémica, se llevó a cabo gracias a la donación de un multimillonario que costeó las obras y ofreció esta nueva ópera como regalo a los daneses. La polémica llegó cuando algunos daneses cuestionaron la participación del millonario, que recibió total libertad por parte del gobierno para decidir sobre algunos aspectos del diseño del edificio, y no solo acerca de su apariencia, sino también sobre su ubicación: el empresario impuso la condición de que la nueva ópera se situase cerca de la residencia de la familia real danesa, el Palacio de Amalienborg. Además pidió que Aida, de Verdi, fuera la primera obra con que se inaugurase la temporada de ópera.».

    Ópera

    Por casualidad llegamos a uno de los puntos que más me ha marcado de todo el día. Es el Amalie Garden, donde hay un precioso árbol repleto de florecillas rosas y con una permanente «lluvia» de pétalos. Según la app PlantSnap, se trata de un cerezo japonés. Me enamoré de Japón y me enamoré de su momiji o enrojecimiento de los arces y me quedó más que pendiente regresar para vivir el florecimiento de los cerezos, por lo que este lugar me resulta de lo más especial.

    Ópera al fondo

    Las vistas desde aquí tanto al edificio de la ópera como a la iglesia de Mármol, tienen un toque especial con el cerezo y la fuente de Amalie Gardens de por medio. 

    Iglesia de mármol al fondo

    Nuestro siguiente destino es la zona de la iglesia de St. Alban, construida a finales del siglo XIX, y la fuente de Gefion, que representa a la diosa nórdica del mismo nombre. El entorno me parece precioso y de lo más relajante. Os recomiendo que os acerquéis a visitar este lugar, a mí particularmente me ha gustado mucho

    Continuamos hasta la famosísima Sirenita. «Basada en un cuento de Hans Christian Andersen, es el icono de la ciudad. Es el monumento más visitado de Dinamarca. Ostenta el récord de maltrato: ha sido varias veces mutilada, decapitada e incluso separada de la roca y lanzada a las frías aguas del báltico. Fue creada a principios del siglo XX a petición de la familia Jacobsen, propietaria de la fábrica de cerveza Carlsberg. Pesa la friolera de 180 kilos y está fabricada en bronce«.

    Pese a que leí que «es una pasada la cantidad de gente y autobuses que vas a ver en este lugar», no hay mucha gente por la zona. De hecho nos está llamando bastante la atención la poca gente que estamos viendo por Copenhague, para ser una capital europea, excepto en puntos muy concretos. 

    Lo que es la escultura de la Sirenita en sí me parece que solo merece la pena para una foto rápida, sin más. 

    Nos acercamos hasta la fortaleza de Kastellet, cuya visita es gratuita. «Se trata de un fuerte del siglo XVII, uno de los mejor conservados de Europa. Una antigua fortaleza reconvertida a parque. Es una isla artificial con forma de estrella. Los edificios que se encuentran en su interior se utilizan con fines militares, pero la zona que los rodea es uno de los pulmones verdes de la ciudad, uno de los lugares turísticos más tranquilos y llamativos«. 

    Damos una vuelta por la zona superior disfrutando de la paz del lugar y aprovechamos para sacar unas fotos a un molino de viento. Toda la zona está rodeada de cañones que contrastan con la paz que transmiten los pajaritos cantando y los amplios y cuidados césped. 

    Entre una visita y otra, por momentos encontramos calles con todas las casitas de diferentes colores (todas ya metidas en mi mapa). Este tipo de rincones son los que más me están gustando a lo largo del día.

    Pasamos por delante de la iglesia de St. Alexander Nevsky. «La iglesia es el único templo ortodoxo ruso en Copenhague. Fue construido a expensas de Rusia en 1881 a petición de la zarina Maria Fedorovna. La apariencia del edificio está inspirada en la arquitectura rusa del siglo XVII«. Pensé que me iba a encantar porque hasta que empezó la guerra contra Ucrania estaba deseando conocer Rusia, pero nuevamente no da más que para una foto rápida.

    Iglesia de St. Alexander Nevsky.

    Llegamos a la iglesia de Mármol o iglesia de Frederik a las 16.45 horas, a quince minutos de su cierre. El interior se puede visitar de forma gratuita, pero a mí no me llama mucho la atención. Eso sí, por fuera resulta imponente. «Con su gran cúpula de treinta y un metros de diámetro de color verde, que tardó más de ciento cincuenta años en finalizarse, está inspirada en la de la Basílica de San Pedro del Vaticano. Se puede subir a la cúpula, pero es de pago«.  

    Iglesia de Mármol o iglesia de Frederik

    Nuestra siguiente visita es el Palacio de Amalienborg, que de nuevo de palacio de cuento tiene poco. «Este lugar se construyó como residencia esporádica para invitados, pero ante el incendio sucedido en el siglo XVIII que destruyó el palacio del momento, la Familia Real se vio forzada a buscar otro lugar de residencia, optando por el Palacio de Amalienborg«. Sacamos unas fotos rápidas, pero poco más.

    Palacio de Amalienborg

    Con esta visita, a las 17 horas acabamos el itinerario programado para el día de hoy, después de siete horas y 13,7 kilómetros.

    Como aún es temprano, decidimos acercarnos hasta el castillo de Rosenborg. «Antiguo palacio del siglo XVII que en un principio se construyó como la residencia de verano de la familia real, aunque en la actualidad funciona como museo del tesoro de la corona«.

    Es con diferencia el más bonito del día, y eso que ya estamos bastante cansados por lo que cuesta más disfrutar de las cosas. Además el sol juega en nuestra contra y muchas de las fotos nos salen a contraluz. 

    La zona de Rosenhaven nos pareció maravillosa. Tiene unos preciosos jardines con espectaculares vistas al castillo, que es mucho más llamativo desde los laterales que de frente.

    Castillo de Rosenborg desde los jardines Rosenhaven

    Al lado de los jardines del castillo descubrimos la calle Landemærket, con las casitas de colores más bonitas que hemos visto hoy después de Nyhavn. ¡¡¡Me han encantado!!!

    Calle Landemærket

    Decidimos finalizar nuestras visitas del día con la torre redonda o Rundetårn, ya que casualmente hemos pasado por delante y aún está abierta. «Con su distintiva rampa en espiral, la torre redonda es una de las estructuras más conocidas y visitadas de Dinamarca. Fue construida como plataforma para el observatorio de la universidad y durante siglos fue el centro de la astronomía danesa. Se erigió siendo la primera parte del Complejo de la Trinidad, el cual se diseñó para dar cabida a tres elementos: el observatorio en la parte superior de la torre, la biblioteca de la universidad encima de la iglesia de la Trinidad, la propia iglesia debajo. La torre redonda, terminada en 1642, fue construida por el rey Christian IV. La plataforma en la parte superior de la torre tiene una gran vista de 360 grados de la ciudad centrada en el observatorio, que todavía se utiliza en los meses de invierno y que es, por tanto, el observatorio en funcionamiento más antiguo de Europa«.

    Se puede subir a lo más alto pagando 40 DKK por persona. Por poco más de 5€, ¿cómo vamos a dejar pasar la oportunidad?

    La subida es muy llamativa porque se realiza por una enorme rampa interior en forma de caracol, sin ningún escalón.

    Hay baños gratuitos en su interior.

    Al llegar a la cima sorprenden las vistas de 360° que se tienen de todo Copenhague. Incluso se ve el puente de Øresund, que une Dinamarca con Suecia, así como Malmö (ya en Suecia) y su famoso edificio del Turning Torso.

    Toda una verja rodea el mirador por lo que las fotos hay que sacarlas a través de las rejas, que por suerte están lo suficientemente separadas.

    Las vistas son espectaculares pero estamos ya bastante cansados por lo que no podemos disfrutarlas como se merecen. Os recomiendo que vengáis abrigados porque sopla un incesante viento gélido a pesar del día tan soleado que tenemos. 

    Decidimos ir ya a cenar para poder retirarnos pronto al hotel. Elegimos el Smagsløget porque está al lado de la estación central, donde tenemos que ir a recoger las maletas, y por las recomendaciones. Esto es lo que traía anotado del lugar: «considerado como uno de los mejores restaurantes de Copenhague, este pequeño local es también uno de los más recomendados si no quieres gastar mucho pero quieres comer bien y producto de calidad. Especializado en sándwiches, tienen más de veinte variedades. Es la opción perfecta si tu presupuesto es ajustado o no puedes perder mucho tiempo en la comida. El precio del sándwich parte de las 89 DKK pero ten en cuenta que son enormes, por lo que con uno pueden comer perfectamente dos personas«.

    Vamos dando un paseo y llegamos a las 19.30 horas. Tienen la carta en más de seis idiomas, entre ellos el español. 

    Aunque habíamos leído que con un solo sándwich comían dos personas perfectamente, mi chico venía hambriento por lo que quiso pedir dos. Él se acabó el suyo, y yo me llevé la mitad del mío para desayunar mañana, jajaja. Pedimos:

    • Un sándwich número uno – «la recomendación»: con jamón danés, queso brie, tocino y salsa casera por 99 DKK.
    • Un sándwich número cinco: de pollo asado al horno, tocino y queso prima donna por 109 DKK.

    En el interior solo hay una mesa baja con cuatro sillas además de ocho sillas altas para comer en una estrecha barra de madera cara a la pared. 

    En unos quince minutos tenemos listos los enormes y crujientes sándwiches. ¡Están muy ricos!

    Recogemos las maletas en la estación central sin incidencias, ya que basta con escanear el código QR que nos dieron al dejarlas.

    Llegamos al hotel a las 20.30 horas después de unos diecinueve kilómetros (se me murió el Wikiloc estando en el restaurante) y diez horas y media de aventura.

    Powered by Wikiloc

    Pensé que me iba a gustar muchísimo más Copenhague, pero por ahora solo me han llegado a tocar la fibra lugares puntuales como:

    • Nyhavn.
    • Todas las casitas de colores que nos hemos encontrado.
    • La zona del cerezo japonés.
    • El castillo de Rosenborg.

    El resto de puntos visitados por supuesto que tiene detalles bonitos pero no me han marcado como creí que lo haría la ciudad en general, y como sí que lo hizo ayer el pueblito de Sorø.

    Pese a que nuestro hotel, el Next Housen Copenhagen es enorme y ocupa casi todo el edificio, nuestra habitación es ridículamente pequeña con sus nueve metros cuadrados. Ya lo sabíamos cuando hicimos la reserva, pero cuando la vemos en directo me da la risa, jajaja. La cama ocupa todo el espacio, no hay armarios, hay un pasillo de un metro aproximadamente y un baño bastante decente para el tamaño de la habitación. Resumiendo: es perfecto para nuestra estancia de tres noches en Copenhague, teniendo en cuenta el tiempo que vamos a estar en el hotel…

    Lo único que no me gusta es que solo nos han dejado dos toallas grandes, ninguna para las manos y mucho menos para cuando me lave el pelo. Mañana probaré suerte a ver si consigo alguna más. (Lo conseguí de milagro porque la siguiente vez que lo intenté me querían cobrar con la cosa de que estamos alojados en un hostel).

    Me voy ya a dormir que son las 00.15 horas y estoy muerta. Llevo dos horas escribiendo el diario con las aventuras de hoy, que es el tiempo que lleva mi chico durmiendo plácidamente.  

    GASTOS DEL DÍA

    • Tren a Copenhague: 91 DKK = 12,5€.
    • Taquilla: 80 DKK = 10,81€.
    • Comida Lagkagehuset: 109,9 DKK = 14,85€.
    • Café: 45 DKK = 6,08€.
    • Torre redonda: 80 DKK = 10,81€.
    • Cena Smagsløget: 208 DKK = 28,11€.

    TOTAL: 613,9 DKK = 83,16€

    POSDATAS

    Posdata 1: todos los puntos visitados a lo largo de este viaje están recogidos en este mapa. Para poder utilizarlos basta con pinchar en el enlace azul de «mapa», NO en el propio mapa.

    Posdata 2: todas las fotos están hechas con mi móvil Samsung Galaxy S10+ sin ningún tipo de filtro o retoque, todas en modo normal o en modo gran angular.

    Posdata 3: me encantaría que dejases un comentario con tu opinión sobre lo que has leído.

    Puedes seguirme en mi INSTAGRAM para estar al día de todas mis aventuras.

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