BOSQUE DE HORMAS (RIAÑO)

DATOS PRÁCTICOS DE LA RUTA

Parking

Podéis estacionar en el aparcamiento del cementerio de Riaño.

Tipo de ruta

Yo siempre había pensado que las rutas lineales son aquellas en las que se hace la ida y la vuelta por un mismo camino mientras que las circulares eran en las que la ida se hace por un camino y la vuelta por otro diferente, volviendo tanto en las lineales como en las circulares al mismo punto de partida. Pero un día un experto montañero me sacó de mi error y me explicó que las rutas LINEALES son aquellas que se inician en un punto y se terminan en otro, mientras que las rutas CIRCULARES son aquellas que se inician y finalizan en un mismo punto, independientemente de que la vuelta se haga por el mismo camino o no. 

Dicho todo esto, la ruta por el valle de Hormas es circular, siendo la ida y la vuelta por DISTINTO camino:

• Distancia total (ida y vuelta): ≈ 10,2 km.
• Dificultad: baja en cuanto a la señalización pues aunque no está indicada, solo tuvimos que tirar del mapa en un par de tramos. Es cierto que si no hubiese sido por Wikiloc no hubiese sabido por dónde seguir, pero os lo explico todo con fotos y vídeos un poco más abajo; baja en cuanto a la forma física necesaria porque a excepción de un par de repechos, el resto es muy asumible.
• Mis tiempos:
  • Tiempo caminando: 2 horas 30 minutos.
  • Duración total: 4 horas.
• Punto de inicio de la ruta: 42.97813, -4.99241.
• Os dejo mi track de Wikiloc para que no tengáis pérdida ninguna.

CONSEJO: os recomiendo que os descarguéis el track para poder verlo offline, puesto que gran parte del camino no tuvimos cobertura. 

NUESTRA RUTA

Aparcamos junto al cementerio de Riaño, donde por el momento solo hay otros dos vehículos estacionados. Eso siempre es buena señal pues me encanta hacer senderismo en la mayor soledad posible.

Iniciamos la ruta a las 10.30 horas con un espectacular día soleado y con el pantano lleno al 93,45%. Para mí verlo con tanta agua es alucinante puesto que el año pasado lo visité al 23% de su capacidad y las panorámicas no tienen nada que ver. Menuda belleza…

Junto al cementerio encontramos una bifurcación en la que tomamos la pista de tierra de la derecha (la vuelta la realizaremos por el camino de la izquierda). Pese a ser un valle protegido de acceso restringido, me extraña no ver una sola señalización que lo indique ni una valla que prohíba el paso. Puede entrar cualquiera sin saber que el acceso no está permitido…

Al poco de ponernos en marcha ya siento que este lugar es especial: el hecho de que no haya nadie y solo nos acompañe el rumor del agua, los pajarillos cantando y los cencerros de las vacas pastando, es un absoluto privilegio. El cielo está tan azul, el agua tan turquesa, los montes tan verdes y las flores tan amarillas… ¡¡Me encanta!! Alternamos zonas de valle abierto con tramos más boscosos, por ahora con un desnivel muy suave.

Nos toca cruzar un pequeño riachuelo por donde mejor nos cuadra. Suerte que traemos nuestro calzado impermeable…

Poco después llegamos hasta el paraje de La Salsa, una bellísima pradera donde predomina el canto de los grillos entremezclado con el piar de los pajaritos. Disfrutamos como niñas sacándonos fotos entre las florecillas silvestres. Las vacas y los caballos pastan a sus anchas con sus terneros y potrillos entremezclados como amigos en un parque de recreo. ¡¡Qué lugar tan mágico!! Solo nos falta ver a falta Heidi bajar cantando por la ladera… Si buscas naturaleza en estado puro, ¡esta es tu ruta!

Lo que he sentido aquí me ha recordado tanto a nuestra aventura por la majada de Vegabaño de Soto de Sajambre el año pasado… Se trata de otro lugar de ensueño cercano a Riaño, que os recomiendo muchísimo.

Cuando nos ponemos en marcha tengo que mirar el Wikiloc porque no tenemos claro por dónde debemos ir. Os dejo un vídeo que os orientará con facilidad porque tras avanzar unos pocos metros ya se ven de nuevo las marcas en la tierra que hay que seguir.

Al dejar la pradera nos encontramos con el mayor ascenso que tendremos en todo el día. Por suerte no es largo y tardamos poco en llegar a lo alto.

El problema viene arriba del todo, en la collada de La Salsa, ubicada a 1.338 metros de altitud, que nos vemos en medio de la arboleda sin tener ni idea de por dónde debemos continuar. Nuevamente si no llega a ser por el Wikiloc, no hubiese encontrado el sendero ni de broma. Una vez que sabes por dónde ir todo es mucho más sencillo y, unos cuantos metros más allá, ya encontramos el camino de tierra que se identifica sin dificultad ninguna. 

Entramos ahora en un bosque de avellanos que con sus ramas nos protegen del sol. Hay alguna zona muy embarrada que nos hace salirnos del sendero para poder rodearla.

Me está gustando mucho la ruta porque hemos recorrido valles, praderas, bosques… Gran variedad de preciosos contrastes en pocos kilómetros.

De repente se abre un claro entre los árboles y el paisaje me saca una sonrisa en el acto, qué panorámicas tan bonitas. A lo lejos vemos parte de la pista forestal a la que deberemos incorporarnos más adelante.

Una maravillosa senda que me enamora al instante, rodeada de florecillas amarillas denominadas piornal, nos conduce hasta el descenso más brusco que encontraremos en todo el día. Tenemos que hacer uso de los bastones de trekking porque las piedras sueltas nos hacen resbalar con facilidad, aunque por suerte dura muy pocos metros.

En el valle hallamos grandes zonas anegadas en las que los bastones se hunden más de veinte centímetros en el lodo. Nos echamos unas buenas risas tratando de superar esa zona sin acabar sumergidas en el barro, y tratando de cruzar un segundo riachuelo. Las mayores carcajadas vienen cuando, una vez que hemos conseguido pasar al otro lado del pequeño río, a pocos metros descubrimos que había un puente de madera, jajajaja.

De todas formas para llegar hasta esa pasarela hubiésemos tenido que atravesar muchos metros de zonas anegadas que nos hubiesen retrasado bastante y seguro que nos hubieran hecho acabar con el pie hundido hasta los tobillos.

Continuamos avanzando y nos topamos con el área recreativa de Los Casares provista con una mesa gigante, vajilla, paelleras, una parrilla gigante, perchero y hasta una cocina de carbón. ¡¡Menudo nivel!! Separada por un riachuelo encontramos una fuente perfecta para asearse un poquito antes de comer. 

Tras el área y sin contar con ella aparece una zona espectacular con una manada de caballos y múltiples potrillos mamando, rodeados por esas florecillas amarillas que le dan tantísimo encanto a todo. ¡¡Me chifla!!

Una vez que abandonamos la pradera y conectamos con la pista forestal NO se pierde la magia puesto que el camino queda totalmente eclipsado por el «brutalítico» valle que nos acompaña en todo momento. ¡¡Vaya belleza!! Es de ensueño… Parece que nos encontremos en uno de los escenarios de Rivendel del Señor de los Anillos. No me extrañaría nada ver aparecer elfos de un momento a otro.

Sin contar con ello nos volvemos a encontrar a lo lejos con el pantano y mi alma se ilumina de nuevo. ¡¡Qué belleza!! No por nada Riaño es mi lugar favorito en el mundo. 

Finalizamos la aventura a las 14.30 horas tras 4 horas y 10,2 kilómetros de recorrido. El hecho de que esté el ganado en las praderas y la primavera en su máximo esplendor (a pesar de que estemos a punto de entrar en el verano) ha sido un puntazo total. He disfrutado de una ruta preciosísima con gran variedad de paisajes y sorpresas. Me ha gustado tantísimo que no se me ha hecho larga para nada porque la belleza que nos rodeaba era absolutamente embriagadora. Ha sido una experiencia brutal que me ha recordado muchísimo a los paisajes que se pueden contemplar en uno de nuestros paraísos asturianos, el Parque Natural de Somiedo.

Me ha llamado mucho la atención el hecho de que sea una ruta con acceso restringido pero no haya ningún tipo de señalización al respecto, por lo que la gente puede adentrarse tranquilamente en la zona sin tener ni idea de que está infringiendo algún tipo de norma.

A modo de COMENTARIOS Y CONSEJOS VARIOS, decir que:

• Para el día de hoy me resultaron muy prácticos los bastones de trekking para superar el único par de repechos que encontramos.
• Las botas de monte impermeables fueron imprescindibles por las amplias zonas anegadas que había.
• No hemos tenido cobertura prácticamente en ningún momento.
• La ruta NO está señalizada.
• Nos hemos cruzado con solo dos personas, lo cual es un absoluto privilegio. 
• Tardamos un total de 4 horas en hacer toda la ruta, caminando un total de 2 horas y 30 minutos según Wikiloc y habiendo recorrido un total de 10,2 km.
• Os dejo el link de la ruta en Wikiloc.

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