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7. LA PALMA – CUBO DE LA GALGA, MIRADOR DE LA CUMBRE, MIRADOR DE LA CUMBRECITA – MIRADOR DE LOS ROQUES – MIRADOR DEL LOMO DE LAS CHOZAS, OBSERVACIÓN ASTRONÓMICA
(DÍA ANTERIOR)
Viernes 12 de mayo de 2023
Hoy toca recapitular aquellas cosas que nos han ido quedando pendientes a lo largo de los días anteriores. Nada más despertarnos estructuramos el itinerario para la jornada y reservamos el parking para visitar el mirador de La Cumbrecita, que tuve que cancelar el martes cuando nos anularon la excursión al volcán de Tajogaite por culpa del viento. En el post de la «introducción» os he dejado mucho más detallado todo lo que hay que saber con respecto a la reserva del parking.
Pese a hacer la reserva del estacionamiento en el mismo día, prácticamente están libres todas las plazas en todos los tramos horarios.
CUBO DE LA GALGA
Salimos del apartamento a las 9.50 horas. Nuestra primera aventura programada para hoy es hacer una ruta por el Cubo de la Galga.
«El Cubo de la Galga es un barranco situado en la localidad de La Galga, cubierto por un milenario bosque de laurisilva así como por helechos de gran tamaño. Permite ver las principales variedades propias de este ecosistema: viñátigos, aceviños, barbusanos, laureles, helechos y tilos. La laurisilva es un tipo de bosque nuboso, propio de lugares húmedos, cálidos y sin grandes variaciones estacionales, formado por grandes árboles perennes cuyas hojas se parecen a las del laurel (de ahí su nombre). Se trata de un ecosistema exuberante, frondoso, con gran diversidad de especies, pero también frágil frente a las agresiones externas«.
Esta excursión es algo que tengo muchísima ilusión por hacer desde que lo descubrí, porque tiene una pintaza excelente.
La carretera que nos lleva hasta nuestro destino, por la que ya hemos pasado un mínimo cuatro veces, sigue pareciéndome una auténtica pasada. Para mí es una de las carreteras escénicas de la isla. Os dejo un listado de las carreteras escénicas que más me gustaron en el último post del blog.
Llegamos al parking habilitado veinte minutos después de salir del apartamento. Hay muchas plazas libres todavía.
Junto al estacionamiento se encuentra el Centro de Información del Cubo de la Galga, cuyo horario de apertura es:
Es interesante acudir a estos Centro de Información porque la gente que allí trabaja suele aportar datos muy interesantes. Antes de empezar con esos datos quiero hacer un pequeño apunte: yo siempre había pensado que las rutas lineales son aquellas en las que se hace la ida y la vuelta por un mismo camino mientras que las circulares eran en las que la ida se hace por un camino y la vuelta por otro diferente, volviendo tanto en las lineales como en las circulares al mismo punto de partida. Pero un día un experto montañero me sacó de mi error y me explicó que las rutas LINEALES son aquellas que se inician en un punto y se terminan en otro, mientras que las rutas CIRCULARES son aquellas que se inician y finalizan en un mismo punto, independientemente de que la vuelta se haga por el mismo camino o no.
Tras esta aclaración, esta es la útil información que nos dio la chica:
Iniciamos la ruta a las 10.25 horas. Os dejo mi track de Wikiloc para que podáis seguir nuestro itinerario con facilidad.
Nos encontramos con una pista asfaltada en constante ascenso, con enormes paredes verticales llenas de vegetación, vigilando nuestros pasos.
Este primer tramo, común para las tres rutas que nos describió la chica de información, se trata de un sendero autoguiado en el que vamos encontrando distintas indicaciones numéricas que se corresponden con los textos de un folleto que nos entregaron en el Centro de Información.
Os adjunto el código QR por si preferís llevarlo descargado. En él podréis encontrar además el resto de senderos autoguiados de la isla, con sus distintas explicaciones.
Tras un kilómetro caminando sobre asfalto, la pista pasa a ser de tierra y piedras. Nos vamos adentrando en el cauce seco de un río que atraviesa el barranco. Los bastones de trekking nos vienen genial para darnos apoyo puesto que hay muchos cantos rodados por el suelo que hay que ir esquivando. Es un tanto incómodo ir caminando por aquí.
Todas esas pequeñas molestias quedan totalmente eclipsadas por los paisajes que nos vamos encontrando. Las vertiginosas y altísimas paredes verticales recubiertas de vegetación son de lo más llamativas. Cuesta darse cuenta de que estemos en una de las volcánicas islas canarias y no en uno de nuestros preciosos bosques asturianos.
Cuando llegamos al claro del Cubo de la Galga, a unos 2,5 kilómetros del Centro de Información, donde finaliza la ruta más corta, quedamos boquiabiertos. Un efímero rayo de sol atraviesa la espesa vegetación dándole un toque onírico a la escena. Allí encontramos un mar de helechos gigantes, de lo más fotogénicos.
CONSEJO: aunque como digo, aquí acaba la ruta más corta y si es esta la que habéis elegido, os tocaría dar la vuelta por donde habéis venido, os recomiendo muchísimo que avancéis unos cuantos cientos de metros más. Tras pasar bajo un pequeño acueducto que atraviesa el camino y cuya función es transportar el agua para su uso en los cercanos campos de agricultura, nos encontramos con un tupido pasadizo con gigantes helechos a ambos lados, que nos hace tener la sensación de estar en medio de una película de Parque Jurásico.
Al salir del mar de helechos encontramos el desvío que marcará cuál de las otras dos rutas vamos a elegir. Por un lado nos dirige:
Tomamos el desvío de la derecha, rumbo hacia el mirador, y nos encontramos con un precioso sendero rodeado de frondosa vegetación que nos lleva en un ascenso constante.
Me está gustando muchísimo esta primera aventura del día. Aunque apenas hay indicaciones, más que en los desvíos, claramente señalizados, la ruta no tiene pérdida ninguna porque los senderos se aprecian con facilidad entre la maleza. Sí que de vez en cuando encontramos mimetizadas en el paisaje las líneas blancas y amarillas que indican que estamos en un sendero de Pequeño Recorrido (PR).
El Cubo de la Galga es una senda ideal para hacer en pleno verano porque vas en sombra todo el rato, con un agradable y constante fresquito. Lo mismo ocurría en la zona de Los Tilos, que recorrimos el miércoles.
Encontramos un segundo desvío en el que nos indican que aún nos queda un kilómetro hasta el mirador de Somada Alta. A partir de aquí el sendero deja de ser especial ya que discurre por una pista forestal sin demasiado interés.
Llegamos al mirador a las 12.40 horas, tras 4,6 kilómetros de recorrido.
Después de todos los miradores que hemos visitado hasta ahora, este no me parece especialmente imprescindible.
Hacemos aquí nuestro picnic del día de lo más acompañados con múltiples pajaritos y lagartos que quieren compartir nuestras migas. Es increíble la cantidad de lagartos que hay en esta isla. Si en Fuerteventura la plaga era de ardillas (y de cucarachas), aquí está claro quiénes son los reyes de La Palma.
A las 13.15 horas nos ponemos en marcha de nuevo. Seguimos las indicaciones de «La Galga – 1,7 kilómetros».
El descenso desde el mirador es terrorífico, con un desnivel muy importante a través del (creemos) cauce seco de un riachuelo, lleno de piedras, por el que vamos resbalando todo el rato con las hojas secas y la arenilla. Por suerte los bastones de trekking nos han ayudado a evitar las caídas. Cuanto más avanzamos, más arrepentidos estamos de haber elegido esta tercera opción de ruta… De verdad que desde que superamos los ochocientos metros más allá del acueducto del Cubo de la Galga, el resto no ha merecido la pena para nada. Además estos descensos tan bruscos son muy rompe – piernas y de forma gratuita, ya que no estamos obteniendo ningún beneficio en el paisaje que nos rodea…
CONSEJO: yo os recomiendo que hagáis la versión más corta del Cubo de la Galga y que avancéis unos ochocientos metros más hasta el cartel que indica que falta un kilómetro para el mirador. Ahí sin lugar a dudas me daría la vuelta por donde he venido. El paisaje hasta entonces es de ensueño y merece totalmente la pena.
Si os hace especial ilusión llegar hasta el mirador de Somada Alta, yo haría la vuelta por el mismo sendero por el que habéis ido.
Finalizamos la ruta a las 14.10 horas después de casi 4 horas y 7,53 kilómetros (la estimación inicial en el Centro de Información eran 3 horas y media y 9 kilómetros). Venimos totalmente desencantados de esta segunda mitad, que nos ha parecido una absoluta pérdida de tiempo. Incluso ha eclipsado en parte lo muchísimo que hemos disfrutado de la primera mitad de la ruta, que ha sido de diez, espectacular y totalmente imprescindible.
Al llegar al parking vemos que sigue habiendo muchos huecos vacíos para estacionar.
MIRADOR DE LA CUMBRE
Pronto arrancamos el coche y nos ponemos en marcha puesto que:
La carretera que nos conduce hacia nuestro próximo objetivo, el mirador de La Cumbre, es una auténtica pasada. No consigo acostumbrarme a estos paisajes tan verdes y frondosos en una isla canaria. La carretera es escénica total.
OJO porque el último tramo de dicha carretera, de la que nos acercamos al mirador de La Cumbre, pasa a ser unidireccional. Hay que tenerlo muy en cuenta a la hora de programar vuestro itinerario ya que, en nuestro caso por ejemplo, hoy solo podemos pasar por delante del mirador a la ida.
Llegamos a La Cumbre a las 14.55 horas. Hay parking para varios vehículos en el margen de la carretera.
¡¡El mirador es una auténtica pasada!! Tenemos el mar de nubes a nuestra espalda sobre una frondosa vegetación y, por el otro lado, el océano y los distintos pueblos de la costa. ¡Me ha gustado muchísimo!
MIRADOR DE LA CUMBRECITA – MIRADOR DE LOS ROQUES – MIRADOR DEL LOMO DE LAS CHOZAS
No tardamos mucho en ponernos en marcha de nuevo para llegar puntuales en nuestro tramo horario reservado en el estacionamiento de La Cumbrecita. Dan un margen de quince minutos, para que lo tengáis en cuenta.
Una vez que tomamos el desvío para el mirador de La Cumbrecita, debemos parar junto a una caseta para enseñar la reserva del aparcamiento. CONSEJO: os recomiendo que llevéis una captura de imagen de la reserva por si no tenéis Internet en el momento clave. Es cierto que yo sí lo tuve pero, por si acaso…
A partir de las 16 horas (en media hora) el parking pasa a ser de acceso libre, sin necesidad de reservas.
La carretera serpentea entre un poblado pinar. De verdad que resulta imposible darte cuenta de que estás en las volcánicas islas canarias con estas carreteras escénicas tan verdes.
La vía, como la mayoría de las que hemos recorrido por la isla, es una buena carretera, suficientemente ancha y bien asfaltada. Teníamos bastante temor con respecto a las carreteras antes de iniciar el viaje, pero nos han sorprendido para bien. Es cierto que hay muchísimas curvas, pero eso es totalmente inevitable.
Llegamos al parking a las 15.30 horas exactas. Eso sí que es cuadrar bien los horarios, jajaja. Por el momento solo hay tres plazas ocupadas. Tenemos el primer mirador, el de La Cumbrecita, entero para nosotros dos. De repente llega un bus cargado de gente y el mirador se transforma de golpe en una romería, por lo que decidimos ponernos en marcha y dejar este balcón para el final.
Hemos venido a hacer una ruta corta que nos permitirá recorrer tres miradores. Iniciamos la caminata a las 15.50 horas. Os dejo mi track de Wikiloc para que podáis seguir nuestro itinerario con facilidad.
El sendero comienza por la izquierda de la caseta que está ubicada en el parking. Os lo marco en la foto inferior con la flecha negra y roja.
Dejando atrás a casi todas las personas, que venían a ver solo el primer mirador, avanzamos unos metros y quedamos boquiabiertos porque por un lado tenemos un enorme e imponente pinar y por el otro el efecto Foenh descendiendo tranquilamente por la ladera. ¡Qué suerte estamos teniendo! ¡Otra cosa más a tachar de nuestra lista! A excepción de la visita al volcán de Tajogaite, que sigue cerrado tras un derrumbamiento a causa del viento, creemos que vamos a poder llevar a cabo todas las actividades y excursiones que teníamos en mente. ¡¡Qué maravilla!!
Según los paneles informativos que encontramos por la zona:
El acceso hasta nuestro primer objetivo se realiza a través de un pronunciado descenso en zigzag que nos va introduciendo por el bosque de pinos. El sendero es precioso. Los bastones de trekking nos vienen de lujo.
Tardamos solo quince minutos en llegar al mirador de Los Roques. Lo tenemos entero para nosotros, y eso es un auténtico lujo.
Las vistas desde este lugar son asombrosas. La enormidad que contemplan nuestros ojos es imposible de apreciar en las fotos o vídeos…
Los desvíos están perfectamente señalizados, además los senderos se ven claramente marcados sobre la ladera. De todas formas, aunque Google Maps no muestra este tipo de caminos, en la app Maps.me podéis verlos a la perfección.
Me encanta recorrer la senda horadada en la ladera de la montaña. Caminar por aquí me recuerda a los Parques Nacionales de la Costa Oeste de Estados Unidos.
La paz que se respira en el ambiente es un auténtico lujo. Aún no nos hemos cruzado con ninguna persona y lo único que escuchamos es el viento soplar entre los pinos. ¡La sensación es indescriptible!
Llegamos al mirador del Lomo de las Chozas a las 16.45 horas. Hay varios maravillosos bancos a la sombra, perfectos para descansar de la solana que nos viene dando en este último tramo. Qué calor, por favor, con lo mal que lo tolero yo…
Descansamos un rato en el banco, en una paz absoluta hasta que llegan unos alemanes dando voces.
OJO: hay que bajar por una pasarela hasta llegar al mirador como tal, que tiene unas vistas mucho más reducidas que el mirador de Los Roques…
En esta zona los bichos nos acosan sin descanso. Espero que solo molesten y que no acabemos llenos de picaduras.
A las 17.20 horas nos ponemos en marcha de nuevo. Os recomiendo sin lugar a dudas que hagáis la ruta en el mismo sentido que nosotros para evitar que tener que subir el pronunciado zigzag que baja desde el parking hasta el mirador de Los Roques.
Finalizamos la aventura a las 17.40 horas, tras casi dos horas y tres kilómetros de recorrido.
Ahora en el mirador de La Cumbrecita ya no hay nadie y podemos disfrutar del espectacular mar de nubes que sigue su camino hacia el otro lado de la ladera.
Me ha gustado muchísimo esta ruta porque la hemos hecho prácticamente solos, pudiendo disfrutar de un Parque Nacional entero para nosotros. No la puedo meter en mi top de imprescindibles, pero sí de altamente recomendables.
Al pasar cerca del Centro de Visitantes de la Caldera de Taburiente, del que había leído que era uno de los puntos de la isla donde se podía apreciar de manera especial el mar de nubes, nos encontramos totalmente inmersos en el mismo. ¡¡Me encanta!!
OBSERVACIÓN ASTRONÓMICA
¡¡¡¡Hoy por fin vamos a poder ir a ver las estrellas con Start La Palma!!!! Nos dirigimos presurosos al Mercadona para hacer la compra y vamos al apartamento a descansar un rato antes de la última aventura del día, que estoy deseando experimentar.
Llegamos al alojamiento a las 18.50 horas. Tenemos una hora y media para descansar, que bien nos vendrá, porque estamos muertos, la verdad.
Hemos quedado a las 21 horas en el mirador astronómico del Llano del Jable, situado a media hora de nuestra ubicación.
La carretera de subida al mirador es un auténtico espectáculo, eso cuando los bancos de niebla no me tapan la visión por completo. Un precioso bosque de altísimos pinos da paso de repente a un paisaje todo bañado de negro por la arena volcánica. ¡¡El contraste ha sido una pasada!! No lo he podido grabar porque, por segunda vez en el viaje, me he animado a llevar yo el coche.
La carretera de acceso al mirador está en perfectas condiciones: bien asfaltada y con las líneas bien señalizadas separando ambos carriles.
Cuando llegamos arriba del todo hemos dejado por debajo el denso mar de nubes. Además, por los pelos no hemos pillado la enorme bola de fuego anaranjada que veíamos entre los pinos y ya aparecimos en el momento del ocaso. Qué pena…
El parking es bastante reducido y está lleno de gente que ha venido a contemplar el espectacular atardecer pero, por suerte, podemos aparcar un poquito más allá.
Un viento gélido y muy intenso nos lanza «puñados» de arena negra a la espalda sin cesar (estuve dos días sacando arena de las orejas…). El paisaje es absolutamente alucinante.
No llegamos a tiempo para ver el sol ponerse, lo que fue una auténtica pena, pero sí que llegamos a tiempo de ver las luces que deja al final, así como para ver iluminarse poco a poco El Paso y Los Llanos de Aridane, además de encontrarnos ya en la noche más profunda con un cielo cuajado de estrellas.
A las 21.30 horas comenzamos la aventura que nos ha traído hasta aquí. Nuestros monitores astronómicos y los creadores de esta actividad tan especial, de divulgación astronómica, son Nicolás y María José, un matrimonio que vive la astronomía de una forma tan intensa que transmite su pasión nada más empezar con las explicaciones. Ambos son monitores astronómicos certificados por la fundación Starlight, asociada al Instituto Astrofísico de Canarias. Así mismo Nicolás es ingeniero ambiental y artista plástico; María José ha estudiado filosofía y astronomía, además de ser actriz de teatro y voz. De ahí que su empresa tenga ese tono artístico: «StArt».
Empezaron con su cometido hace un año, durante la erupción del Tajogaite. Como por aquel entonces no había mucho que hacer más que esperar y la gente estaba muy nerviosa, pidieron un permiso para ubicar su primer telescopio en la Plaza de España de Los Llanos de Aridane. Tenían una pizarra de tiza que decía: «ven y observa gratis», permitiendo contemplar el cielo de forma gratuita. Tal y como nos cuentan, a la gente le gustó tanto que pensaran en los residentes de esa forma y que charlaran sobre astronomía con ellos, que les preguntaban que qué más realizaban, si hacían actividades… María José y Nicolás empezaron contestando que no, porque no era su trabajo, pero acabaron creando una empresa y un equipo de divulgación astronómica dedicado a difundir su amor por los cielos.
Os cuento algunos de los datos llamativos que he aprendido, porque han sido tantos, que no me daba tiempo a escribirlos todos (ni nada que se le parezca, jajaja).
El funcionamiento de la actividad es el siguiente: nos cuentan la apasionante historia y nos señalan varias estrellas, planetas y constelaciones en el firmamento, y luego tratamos de ver varias de ellas a través del telescopio. Creía desde mi ignorancia que desde el telescopio íbamos a poder ver los planetas casi como por la tele, y no tiene nada que ver. En ese momento descubrí que los objetos astronómicos se ven muy diferentes al ojo y con los móviles. Todas las fotos que vemos en Internet son imágenes que no podemos captar directamente con el ojo o con una cámara común. Son combinaciones de muchas fotos tomadas con muchos filtros diferentes como para captar rayos gamma, ultravioletas, infrarrojos, ondas de radio…
Las fotos que os adjunto a continuación las sacaron CON MI MÓVIL A TRAVÉS DEL OBJETIVO DEL TELESCOPIO, para que os podáis hacer una idea de lo que vieron mis ojos.
Esas mismas estrellas y planetas con la aplicación del móvil Stellarium, que permite mirar el cielo de forma mucho más profunda que si se estuviesen contemplando a simple vista, se apreciarían como os muestro a continuación.
Disfruto muchísimo más de toda la información que nos va dando Nicolás, que de la observación como tal a través del telescopio. Me llena mucho más escucharle boquiabierta mientras contemplo el cielo plagado de estrellas.
Os muestro justo debajo las fotos hechas CON MI MÓVIL, SIN EL TELESCOPIO.
Ver cómo vive este matrimonio la astronomía y cómo la divulga, es una auténtica maravilla. Mientras escuchábamos atentamente las explicaciones, vimos pasar dos (supuestas) estrellas fugaces alucinantes. Digo supuestas porque realmente las estrellas no se caen, por lo que las denominamos de forma errónea. «Realmente hablamos de objetos de distintos materiales (hielo, roca, minerales…), denominados meteoroides, que se encuentran en el espacio. Cuando entran en contacto con nuestra atmósfera y se empiezan a desintegrar, dejan una estela, pasando a llamarse meteoros. Si la estela se ve blanca es que el material que atravesó la atmósfera era de hielo, si se ve rojo es que era de hierro… Los meteoros solo se transforman en meteoritos cuando logran impactar en la Tierra«. La aclaración me pareció una pasada.
Creo que lo que más me marcó a lo largo de la noche fue ver la Estación Espacial Internacional (EEI) que tiene astronautas en su interior, así como su satélite. No pude evitar chillar de la emoción. Nos cuentan que la EEI solo se puede ver cerca del amanecer o del atardecer porque es cuando sus paneles solares reflejan la luz del sol. Da ocho vueltas a la tierra en veinticuatro horas, es decir, una vuelta completa cada tres horas. Yo no tenía ni la menor idea, pero los tripulantes de las naves espaciales reciben un nombre diferente según el país de origen de la nave:
Finalizamos esta espectacular aventura astronómica a las 23.30 horas. Lo que hemos aprendido en este par de horas, no lo sabe nadie, ha sido una clase magistral. ¡¡Me ha gustado muchísimo!! Ha sido una experiencia mágica que no puedo más que recomendar.
Como CONSEJO imprescindible os diré que pasé muchísimo frío pese a llevar cuatro chaquetas, guantes, gorro, bufanda y mallas térmicas, por lo que, aunque vengáis en pleno verano, os aconsejo venir lo más abrigados posibles.
GASTOS DEL DÍA
TOTAL: 36,29€
POSDATAS
Posdata 1: todos los puntos visitados a lo largo de este viaje están recogidos en este mapa. Para poder utilizarlos basta con pinchar en el enlace azul de «mapa», NO en el propio mapa.
Posdata 2: todas las fotos están hechas con mi móvil Samsung Galaxy S22 ultra sin ningún tipo de filtro o retoque, todas en modo normal o en modo gran angular.
Posdata 3: me encantaría que dejases un COMENTARIO con tu opinión sobre lo que has leído.
Si quieres conocer más a fondo otras islas canarias, aquí os dejo mis diarios.
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