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3. DUBLÍN – FREE TOUR
(DÍA ANTERIOR)
Martes 18 de abril de 2023
ÍNDICE
FREE TOUR
Desayunamos en el hotel como haremos el resto de los días. A las 9.30 horas nos ponemos en marcha. Os dejo mi track de Wikiloc para que podáis seguir nuestro itinerario con facilidad.
Tenemos reservado este free tour con Civitatis, cuyo punto de inicio se ubica a menos de cuatrocientos metros del hotel, junto a The Spire.
El chico con el paraguas amarillo ya se encuentra esperando cuando nosotros llegamos, por lo que validamos el bono y hacemos un poco de tiempo hasta las diez de la mañana, que empieza el tour.
Nuestro guía, Álvaro, es madrileño pero lleva diez años viviendo en Irlanda. Además de guía es psicólogo clínico y forense. Tiene un blog sobre Irlanda y un canal en YouTube.
Según empezamos el tour ya queda claro que este muchacho me va a gustar, y mucho.
Con él vivimos una experiencia muy dinámica, interesante y entretenida. El resumen que nos hizo de la historia de Irlanda, que duró unos veinte minutos, fue absolutamente espectacular, nos dejó a todos con la boca abierta. Eso sí que es un resumen.
Añado a continuación las imágenes de algunos de los lugares que recorrimos.
Os dejo un montón de datos interesantes que nos ha contado:
Como recomendaciones de pubs, que en Irlanda se pronuncian «pops», nos ha hecho las siguientes:
Como recomendaciones de cervezas irlandesas (os lo adjunto literal tal como nos lo enseñó Álvaro en una foto):
Tras un descanso de quince minutos para tomar un café rápido e ir al baño en la biblioteca Chester Beatty, nuestra última visita del tour es The Temple Bar, el bar más famoso de Dublín por haber adquirido el nombre del barrio en el que se ubica. Nos indica nuestro guía que aquí tienen música en directo todos los días del año. La fachada, que es muy vistosa, es uno de los lugares más fotografiados de Dublín.
Finalizamos el free tour a las 13.30 horas, después de 4,5 kilómetros de recorrido. Diría que es el mejor free tour que he hecho hasta ahora con muchísima diferencia. Álvaro nos ha dado muchísimas recomendaciones tanto de lugares para visitar como de bares con música en directo, como de lugares en los que sirvan buena cerveza. Las explicaciones han sido de lo más interesantes y entretenidas. ¡Ha sido genial! Le entregamos 40€ en efectivo y nos despedimos de él hasta la próxima. Os recomiendo 100% que os pongáis en contacto con él (@paseandoporirlanda) para concertar un recorrido guiado porque de verdad que nuestra visita a Dublín no hubiese sido lo mismo sin él.
Os dejo el track de Wikiloc del free tour, grabado en nuestra escapada exprés a Irlanda en agosto del 2023.
TARDE POR LIBRE
Tras esta primera parte del día, estamos bastante cansados por lo que buscamos un sitio donde reposar un poco y cargar las pilas.
Avanzamos por la calle principal de The Temple Bar, la Fleet Street, que me gusta mucho por todas esas fachadas tan bonitas y llamativas.
Acabamos sentados en un banco en los jardines del Trinity College, uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad. Estamos tan cansados que en este momento no nos apetece visitarlo para nada, por lo que aprovechamos para organizar un poco el itinerario de la tarde y para mirar dónde vamos a ir a comer.
No entiendo por qué muchos de los lugares que nos encontramos para comer tienen solo una o dos mesas en el interior y luego una terraza, cuando hace un frío intenso y eso que nosotros estamos teniendo mucha suerte con el tiempo.
Acabamos en Beanhive Coffee, uno de los lugares que traíamos recomendado en nuestra lista de restaurantes. Tiene solo cuatro pequeñas mesas en el interior, pero por suerte encontramos una de ellas libre.
Pedimos una baguette para cada uno:
Las raciones son abundantes y están bien para una comida rápida y cómoda, aunque he encontrado los bocadillos un poco insípidos. Pagamos 21€ por los bocadillos y dos Coca-Colas.
No tienen baño ni en el local ni en el Saint Stephen’s Green, parque ubicado justo al lado (que es nuestra próxima visita), pero nos indican que podemos entrar al centro comercial Stephen’s Green para usar sus aseos. «Se trata del centro comercial más grande y moderno de Irlanda. Tiene una curiosa arquitectura con una estructura interior metálica y un impresionante techo acristalado que más bien parece un invernadero, en contraste con su fachada exterior, de madera salpicada de pequeñas flores de colores«.
Sin contar con ello, quedamos gratamente sorprendidos por el enorme centro comercial y su decoración tanto exterior (me olvidé de sacar la foto) como interior. Merece la pena una visita, a mí me ha gustado muchísimo.
A la entrada de los baños hay unos datáfonos en los que indican que hay que pagar 0,25€ con metodología contactless para entrar, pero es cierto que ningún torno impide la entrada y allí cada uno actúa como le cuadra…
A las 15.30 horas iniciamos la visita al parque Saint Stephen’s Green, que nos quedó pendiente ayer. «Es uno de los parques públicos más antiguos de Irlanda. Hasta el año 1663 el área en el que hoy se asienta estaba ubicada a las afueras de la ciudad y se utilizaba principalmente para que pastara el ganado. En dicho año el gobierno municipal decidió cerrar la finca y vender las tierras que rodeaban el perímetro. El parque fue bordeado con un muro en 1664, ocupando unas nueve hectáreas. Rápidamente se comenzó a construir una gran cantidad de edificios de estilo georgiano a su alrededor, lo que hizo que para finales del siglo XVIII la zona fuera el lugar de residencia de la alta sociedad dublinesa. A día de hoy la mayoría de los edificios que se pueden ver cercanos a Saint Stephen´s Green son una réplica de los que existieron en su día, ya que muy pocos de los originales han sobrevivido«.
Hay mucha gente tumbada en el césped de forma relajada y varias zonas ajardinadas con flores de colores que le dan un toque muy especial al parque.
Un par de pasillos con preciosos cerezos japoneses en flor hacen que me enamore perdidamente de la zona y que no pueda dejar de sacar fotos por todas partes.
Pese a que en múltiples momentos del día hemos tenido el cielo despejado con el sol acariciando nuestros rostros, mi chaqueta calefactable de AliExpress (cuyo link ya no está disponible pero tenéis multitud de modelos similares) me ha venido de lujo. Desde que la descubrí, no me la quito en todo el invierno.
Salimos del parque por la esquina opuesta a la que entramos, para enlazar con Leeson Street, de la que había leído que, al igual que su vecina Harcourt Street que la recorrimos ayer: «muestra los mejores ejemplos de arquitectura georgiana de la ciudad, con sus fachadas de ladrillo y sus típicas puertas«.
Disfrutamos como niños sacando fotos de las puertas de colores en este barrio de tintes georgianos.
La calle que más me gustó y que sin lugar a dudas para mí es un imprescindible si queréis ver puertas de colores variopintos sin necesidad de recorrer media ciudad, es Pembroke Street. ¡¡Ha sido tope gama!! Me reitero diciendo que traía cero expectativas de este viaje y que me está gustando muchísimo.
A las 17 horas, una vez saciados de sacar fotos a una puerta detrás de otra, ponemos rumbo a una zona que ayer nos llamó la atención y que se parecía a Candem Town en Londres, Wexford Street. De hecho vemos el nombre de Candem en muchos de los negocios y fachadas, no tenemos claro el porqué. Es una calle muy colorida y ambientada pero que, una vez recorrida, no me resulta imprescindible.
Seguimos con nuestro recorrido y las llamativas puertas de colores vuelven a cautivarme una y otra vez. Puede que me repita, pero lo feliz que he sido fotografiando puertas en Dublín, no lo sabe nadie.
Iniciamos la vuelta hacia la zona de The Temple Bar y en Grantham Street nº 3 descubro mi rincón favorito del día, un lugar que roba mi corazón al instante. Y es que dos puertas de colores, aunque poco llamativas, se ubican tras un enorme cerezo japonés con las flores en su máximo apogeo haciendo de la estampa un lugar completamente idílico. Conociéndome un poco como me conocéis ya os podéis imaginar la cantidad de fotos y vídeos que tuve que sacar en ese mágico rincón (cincuenta y seis concretamente, jajaja)
Disfruto mucho dando un paseo por la zona, muy tranquila y fotogénica. A veces es mucho mejor «perderse» por una ciudad que seguir un itinerario concreto para poder descubrir de esta forma, rincones maravillosos.
Pasamos por delante del Market Arcade y entramos a echar un vistazo pero coincide que cierran en cuatro minutos (a las 18 horas) por lo que prácticamente todos los puestos están cerrados. Nos lo dejamos anotado para otro día, porque tiene una pinta muy chula.
Estamos bastante cansados así que aprovechamos que llegamos a Dame Lane, donde están dos de los bares que nos recomendó nuestro guía para tomar una buena Guinness: The Dame Tavern y The Stag’s Head. Entramos en este último. Hay muchísimo ambiente pero por suerte encontramos una mesa libre y, como a mí no me gusta el alcohol, mi chico prueba su primera pinta de Guinness por 6,40€.
Tras un merecido descanso, nos ponemos en marcha de nuevo y callejeamos por The Temple Bar (el barrio) descubriendo preciosas y llamativas fachadas en cada esquina, además de unos coloridos pasos de peatones (los tenéis ya marcados en mi mapa).
A las 19.20 horas y recomendados nuevamente por Álvaro, nuestro magnífico guía del free tour de esta mañana, nos acercamos al Darkey Kelly’s a ver si tienen hueco libre para cenar. Tenemos mucha suerte porque nos dan una mesa alta en primera línea del show musical que comienza diez minutos después.
Pedimos para compartir un «beef and guinness stew», uno de los guisos irlandeses más típicos (16,95€) y una classic Dublin burger (15,95€), acompañados de una cerveza Guinness (6,40€) y un vaso de «tap water». Pagamos 39,40€ por todo.
La comida estaba sabrosa, las raciones eran abundantes y el espectáculo era bastante ambientado a pesar de que la mayor parte de los músicos debía superar los setenta años de edad. Nos parece un lugar recomendable.
A las 20.15 horas (menos de una hora después) ya estamos fuera del local. Poco a poco vamos poniendo rumbo al hotel.
Entramos en The Temple Bar (el bar), el pub más famoso de Dublín, para sacar unas fotos y contemplar brevemente su concierto de música en directo. Se puede acceder de forma gratuita a su interior.
Por la noche iluminan la fachada y, aunque aún no ha oscurecido del todo, la estampa es muy bonita. Eso sí, es totalmente imposible sacar una foto sin gente por el medio. Da igual la paciencia que tengas, no lo vas a conseguir, jajaja.
Regresamos al hotel por el Ha’penny Bridge o puente del Medio Penique, que sigue sin llamarnos la atención. No entendemos por qué es una de las imágenes más icónicas de Dublín…
Llegamos a nuestro alojamiento a las 21 horas después de casi trece kilómetros de recorrido y once horas y media fuera de «casa».
Estamos agotados pero nos está encantando muchísimo Dublín y estamos deseando que llegue el día de mañana para disfrutar de la excursión que tenemos contratada a Wicklow y Glendalough.
GASTOS DEL DÍA
TOTAL: 100,30€
POSDATAS
Posdata 1: todos los puntos visitados a lo largo de este viaje están recogidos en este mapa. Para poder utilizarlos basta con pinchar en el enlace azul de «mapa», NO en el propio mapa.
Posdata 2: todas las fotos están hechas con mi móvil Samsung Galaxy S22 ultra sin ningún tipo de filtro o retoque, todas en modo normal o en modo gran angular.
Posdata 3: me encantaría que dejases un comentario con tu opinión sobre lo que has leído.
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