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  • 2. TOKIO (parte 1)

    Domingo 3 de noviembre de 2019

    ¡¡¡Y comienza la aventura!!! 

    Comprobamos los pesos de las maletas con mi maravillosa y muy útil báscula de maletas.

    Envuelvo la maleta a facturar con una funda super chula que me compré en AliExpress por 12,22€ y que me hace las veces de funda protectora y además me permite identificar rápidamente mi maleta. Es la segunda vez que la uso, porque para Estados Unidos con eso de que te pueden abrir la maleta sin miramientos en el aeropuerto nunca me atrevo a ponerla por si me la rompen.

    El taxista llega puntual, ya con mis padres en su interior. Las maletas nos entran justas justas, y eso que el taxista dijo que no había ningún problema de hueco y que mis padres solo llevan una maleta grande entre los dos, que si llegan a llevar dos no nos entran ni de broma. 

    Nos despide un día horriblemente lluvioso y con mucho viento… Esperemos que no haya problemas para despegar.

    En el mostrador de Iberia, como siempre y uno de sus únicos puntos buenos es que no miran para las maletas de mano ni para el resto de bolsas que llevamos. Además mi madre se ha pasado en un kg y medio en la maleta facturada y no le dicen nada. Me entregan las tarjetas de embarque con los supuestos asientos que quería… Ya falta poco para saber si los tendremos ¡¡¡de verdad!!! ¡¡¡Qué nerviossss!!! (Para todo este tema de los asientos siempre soy 100% escéptica hasta que no estoy sentada en ellos). En solo media hora ya nos encontramos en la puerta de embarque, habiendo pasado el control de equipajes sin incidencias, es lo único bueno de tener un aeropuerto tan pequeñito. El vuelo transcurre sin incidencias en la salida de emergencia, que es casi tan estrecha como las otras. A mí la que me interesa es la del vuelo de Madrid a Tokio. Llegamos en hora a Madrid y tras un control de pasaportes un tanto caótico, no tardamos en llegar a la puerta de embarque.

    Y por fin…. ¡¡¡Conseguidos!!! Mis ansiados asientos y ¡¡¡gratissss!!! ¡¡¡¡Qué fuerteeee!!!! ¡¡¡¡¡¡No me lo puedo creer!!!!!! 

    Al poco de despegar nos entregan para rellenar la «Declaración aduanera» (una por familia) y el «Disembarkation card for foreigner» (una por persona).

    En el avión ya vemos a ¡japoneses con mascarillas! ¡Me hace ilusión! ¡¡Es nuestro primer contacto con los orientales!!

    El primer menú de nuestras 14 horas de viaje llega a las dos horas de despegar: albóndigas o pollo, que está bueno y jugoso.

    Aprovechamos a dormir todo lo que podemos ya que vamos a llegar a Tokio hacia las 10 de la mañana teniendo todo el día por delante, lo cual es un fastidio porque vamos a estar agotados, pero no quedaba otra… Para poder descansar en el avión descubrí hace un par de años algo que cambió mi vida durante los vuelos. El caso es que antes en cuanto me dormía se me caía la cabeza hacia delante y me despertaba en el acto, y así pasaba las horas. Pero como está claro que cualquier cosa que se nos ocurra ya está inventada, busqué por internet y descubrí en AliExpress por 2,59€ una cinta sujeta cabezas. Aunque en principio es para niños, a mí me vale de sobra, por lo que desde que la utilizo puedo dormir durante los viajes varias horas seguidas. La recomiendo totalmente si alguien tiene mi mismo problema. Además, justo antes del viaje descubrí otro sujeta cabezas que tiene pinta de ser más cómodo aunque también más aparatoso y ya lo he encargado por 5,03€ para que me llegue nada más volver de Japón.

    Para merendar nos entregan unos bocadillos de los que podemos repetir sin problema.

    GASTOS DEL DÍA:

    • Taxi: 40€.

    TOTAL: 40€.

    Lunes 4 de noviembre de 2019

    Una hora antes de aterrizar reparten los desayunos: la típica caja roja de Iberia con bocadillo, yogur, mini bol de fruta y mini Kit Kat.

    Un rato antes de aterrizar insertamos las tarjetas SIM de Japan Rail Pass. Como las tarjetas tienen una duración de 16 días y el viaje dura 17 días en total, hoy solo insertaremos dos de las cuatro tarjetas SIM y compartiremos datos con el resto. Mañana los otros dos insertarán también sus tarjetas, así los cuatro tendremos nuestras SIM y el último día quedarán solo con datos las tarjetas que se inserten mañana.

    Pese a tener los maravillosos asientos y haber viajado cómodamente, el viaje se nos ha hecho un poco largo, y es que 14 horas son muchas horas. Y eso que llegamos al aeropuerto de Narita 40 minutos antes de lo previsto. Hace 18 horas que salimos de casa para coger el taxi. 

    Para tener internet seguimos las instrucciones adjuntas a las tarjetas y nos conectamos sin problema. (Imprescindible llevarlas impresas o descargadas en más de un móvil y no perderlas, porque sino es imposible instalar las SIM)

    Pasamos un primer control de pasaportes sin esperar ni un minuto de cola. Entregamos solo el «Disembarkation card for foreigner» (uno por persona) → Recogemos las maletas que ya están en la cinta → Segundo control de pasaportes, también sin cola, donde entregamos la «Declaración aduanera» (una por familia). No ponen ningún inconveniente por la medicación de mi padre, porque de hecho ni lo miran. Llevamos parte de la comida del avión y algo de casa: pizza, bocadillos y sándwiches para nosotros, y polvorones, latas de fabada y callos para regalar. Nadie nos pregunta por la comida y la podemos meter sin inconvenientes.

    El mostrador del Keisei Skyliner está nada más abandonar la zona de maletas (hay otro en el piso de abajo, pero no lo sabía). Es muy pequeñito y puede pasar desapercibido. Como lo había comprado por internet (Keisei Skyliner one way + Tokyo Subway Ticket de 72 horas) le entrego el voucher impreso. Hay que entregar los pasaportes de todos. Al darme el ticket del Skyliner consta ya el horario del tren que tenemos que coger, el coche y el asiento. No sabía que me iba a dar ya un horario concreto, por lo que tenemos casi que echar a correr para que nos dé tiempo, porque quería cambiar algo de dinero. 

    Bajamos al piso de abajo y encontramos una casa de cambio (1€ – 124,19 yenes) que tiene mejor cambio que en Ninja Money Exchange, cuyo cambio puedo ver online (1€ – 120,78 yenes). Cambiamos 2.000€, 500€ por cabeza, y nos entregan 232.980 yenes.

    Cambio aeropuerto
    Cambio Ninja Money Exchange

    Llegamos al tren con unos 10 SEGUNDOS de margen, vaya estrés, ha sido un poco horrible toda la situación. Recomiendo coger el tren que pase mínimo 30 minutos después de recoger las maletas.

    Ya en el tren veo que me he equivocado al cambiar el dinero y en vez de mirar «buy» miré la opción de «sell» por las prisas… Qué rabia… Ya me extrañaba que diesen mejor cambio que en la casa de cambio de Ninja Money, donde la opción de «buy» estaba a 119,3 yenes. Hemos perdido unos 46€ con respecto al cambio en la otra casa de cambio… Agggg… Y de hecho sigo sin aclararme cuál de los dos términos tengo que mirar y por qué… (buy o sell).

    Ha sido todo un auténtico caos… No sabíamos qué cartel seguir para coger el tren, no sabíamos dónde ponía el número del coche, no nos aclarábamos con nada… Y teniendo en cuenta que teníamos unos dos minutos para averiguarlo todo y que llevábamos ya 18 horas de viaje, fue un desastre total… 

    Coger un taxi en la estación de Ueno se convierte en una odisea. No entramos todos en ninguno debido a la cantidad de equipaje que llevamos, por lo que después de que nos manden de un lado para otro y de preguntar en el mostrador de información, decidimos volver al primer lugar (el señalizado con un cartel grande de “taxi”, justo después de pasar las consignas para dejar maletas) y coger dos taxis. Traemos el nombre, la dirección y el teléfono del hotel en japonés, por lo que lo entienden sin problema.

    En el hotel, el Ici hotel Ueno Shin Okachimachi by Relief, nos permiten hacer el check in pese a haber llegado tres horas antes. Venden tarjetas SIM de 3 Gb para 30 días por 3.000 yenes.

    Las habitaciones son… minúsculas… No hay armarios ni dónde dejar las maletas y la cama es bastante pequeña para dos. Me agobia un poco tener todas las cosas por ahí sin sitio…

    Mientras yo protesto para mí misma, oigo a Nacho carcajearse de la risa mientras prueba el WC. 

    A las 13.15h nos reunimos de nuevo para comer e iniciar las visitas. Estamos destrozados (son las 5.15 am en España y llevo despierta ya más de 24 horas), por lo que sobre la marcha decido quitar la mitad del itinerario que tenía planificado para hoy.

    Visitamos la Calle Ameyoko de la que traía anotado que: “es una de las visitas turísticas más típicas junto con el parque de Ueno. Es una pequeña calle con tiendas de lo más pintorescas, que tiene un toque ‘antiguo’ y ‘cutre’, totalmente opuesto a las calles comerciales de zonas más modernas”. En realidad es una especie de mercadillo llenísimo de gente que desde mi punto de vista no merece nada la pena y en este momento no nos apetece nada.

    Toda mi familia está muy irascible y repugnante y no hablan más que de ir al hotel… 

    Entramos por primera vez en un salón de Pachinko (mezcla de pinball y máquina tragaperras) y nos invade el olor a tabaco y un ruido ensordecedor con todo el mundo dándole a las maquinitas. ¡Es una pasada! Pero aunque es un espectáculo lo que estamos viendo, nuestros chicos aguantan menos de un minuto dentro y ya están saturados… Esperemos que mañana mejoren los ánimos… Lo de llegar después de tantas horas de viaje y que no sea hora de dormir en el lugar de destino es la peor opción para iniciar un viaje. 

    Vamos hasta la estación JR Ueno para activar los JR Pass (♪ year pass ♪). A continuación reservamos los asientos, en la misma zona, unas mesas más allá. Tardamos más o menos 1h en hacer todos los trámites. Para el traslado a Takayama ya no quedaban asientos, por lo que hemos tenido que coger el tren de las 6.26 horas. Otro madrugón más…

    Cuando por fin paramos a comer, la comida es un desastre… Pedimos un supuesto arroz frito que está apelmazado y asqueroso de sabor… Y encima pedimos cuatro raciones de lo mismo… Quedó entero, y eso que venía con foto… Pedimos también unas brochetas que resultaron ser de carne un tanto dudosa y que quedaron casi enteras… Tenemos casi más hambre que cuando entramos… La broma nos sale por 5.621 yenes. Además las chicas eran bastante desagradables… Vaya desastre de día… 

    Lugar donde paramos a comer

    De aquí vamos a un supermercado PB Farm al lado del hotel para comprar el desayuno de mañana. Nacho y yo compramos cuatro cajas de galletas de chocolate por 423 yenes.

    A las 16.15 horas estamos de vuelta en el hotel, sin haber visto nada y muertos… El sueño puede al hambre y caemos rendidos.

    GASTOS DEL DÍA:

    • Taxi 1: 660
    • Taxi 2: 820
    • Comida (de cuatro): 5.621
    • Desayuno (de dos): 423

    TOTAL: 7.524 yenes (≈ 63€)

    Todos los puntos visitados a lo largo de este viaje están recogidos en este mapa de «Japón»ver mapa.

    Para PASARLO A LA APP MAPS.ME (que es la que me guía en todos mis viajes y rutas por mostrar mucho mejor los senderos que Google Maps y por funcionar a la perfección sin conexión) solo tenéis que seguir estas instrucciones.

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