19. GRAND CANYON (parte 2) + ROUTE 66 (parte 1)

Viernes 12 de octubre de 2018

Hoy suena el despertador a las 6.30 horas. Ayer miramos el tiempo y daban sol así que no queríamos desperdiciar ni un momento. Pero claro, no es lo mismo hablar esto ayer a las 19 horas que cumplirlo hoy a las 6.30 horas, así que como Nacho está en plan remolón, de ver el amanecer nada de nada… Y no consigo que salgamos de la habitación hasta las 8 horas, justo cuando nos espera una manada de más de ocho ciervos a la puerta de la habitación. ¡¡¡¡Qué emocionanteeee!!!!

Hoy no ha hecho falta que rellene el hielo de la nevera porque como teníamos nevera en la habitación, ayer metí todos nuestros productos dentro y hoy por la mañana la mitad estaban congelados. Más que una nevera era un congelador… Un detalle que deberían revisar…

El hotel ha estado genial y no ha sido caro (99,52€) para los precios que suelen tener los hoteles dentro de los parques nacionales. La única posible pega es que el wifi no llega a la habitación y en el lobby va bastante mal, pero es algo que ya sabía y siempre viene bien desconectar un rato.

HERMITS REST ROUTE – RUTA DE LA LÍNEA ROJA DE BUS

Hacemos el check out y vamos hasta la parada de la línea roja. ¡¡¡Hace sol!!!! Hacemos la línea roja completa (tardamos dos horas treinta y cinco minutos):

• 1. Maricopa Point: hay que bajarse a la ida ya que a la vuelta los buses no paran.

• 2. Powell Point.

• 3. Hopi Point.

• 4. Mohave Point.

• 5. The Abyss.

• 6. Monument Creek Vista.

• 7. Pima Point: es el más espectacular de los que hemos visto. En él se aprecian tramos más largos del curso del río Colorado y se puede escuchar el sonido del mismo, una milla más abajo. 

Como siempre procuro no ver fotos de los sitios que voy a visitar, yo pensaba que el Gran Cañón era del estilo de Horseshoe Bend, que veríamos dos grandes mesetas con un profundo corte en su centro por el que transcurriría el río Colorado. Lo que se suele ver por Internet cuando se habla del Gran Canyon:

La verdad es que no tiene nada que ver con esa imagen y una vez que aceptamos que no vamos a ver lo que estábamos esperando, las vistas son impresionantes, con esos contrastes de colores y el río Colorado color chocolate al fondo.

Vamos andando del mirador uno al tres y del cuatro al seis. Se disfruta mucho más haciendo el sendero a la orilla del cañón que en el autobús, porque además casi no hay gente y los trail los hacemos completamente solos, con la inmensidad y magnitud de lo que tenemos a nuestra derecha, que transmite una sensación de paz y serenidad.

A las 11.10 horas aparcamos en el Visitor Center.

En toda esta zona hay mucha gente y ya no es lo mismo. Además aunque cada mirador tenga un nombre, al final estás viendo todo el rato la misma cara del cañón y apenas cambian las vistas de uno a otro.

Cogemos el bus de la línea naranja en Yavapai Geological Museum y nos bajamos en Yaki Point. Mi idea era ver también Ooh Aah Point pero en mis apuntes lo tenía mal y no se llega andando desde Yaki Point, sino desde la parada anterior (South Kaibab Trailhead). Nacho ya está harto así que ese me toca perdérmelo. Y me da mucha rabia porque de Ooh Aah Point tenía anotado:

• El mismo nombre explica lo que sientes al llegar.
• Punto menos conocido y menos frecuentado.
• Bastante especial para ver el anochecer o amanecer (mejor el anochecer).
• Para llegar hay que acercarse hasta Yaki Point (ERROR) y desde ahí caminar unos 3 km (total ida y vuelta) al este por el sendero South Kaibab Trail, que desciende hasta el río colorado.
• Llevar linternas si vamos a ir a ver el anochecer.
• “Para mí la mejor experiencia fue el trail hasta el Ooh aah point: la subida se las trae pero merece mucho la pena ver cómo te vas internando en el cañón, ver cómo te vas metiendo en esa enormidad”.

Es una pena pero bueno, creo que son unos tres kilómetros de trail y a Nacho ya no le apetece. Cogemos de nuevo el bus de la línea naranja en Yaki Point con la idea de bajarnos en el Visitor Center. Al llegar a la parada Nacho me dice que no bajemos y que vayamos hasta Ooh Aah Point porque sabe que me hace ilusión. Resulta que el bus en el que estamos va hacia el oeste y nosotros necesitamos el que va hacia el este, que justo acaba de salir… Mecachissss…. Aunque me cuesta, decido poner fin a este parque porque sino ya nos vamos a salir del horario programado para el resto del día.

En conjunto el Gran Cañón nos ha decepcionado. Entre que traíamos una idea errónea preconcebida y que al final la mayoría de los miradores tenían unas vistas muy similares, no salimos muy entusiasmados con esta visita.

WILLIAMS

Llegamos al coche a las 13 horas y ponemos rumbo a Williams, del que traigo anotado:

• Tiendas de recuerdos muy chulis.
• Es un pueblo de apenas tres mil habitantes y fue el último pueblo de la Ruta 66 que se vio sobrepasado por la Interestatal.
• Es un pueblo dedicado a la ruta. Su calle principal está repleta de tiendas y locales ambientados en la legendaria 66. A medida que caminas en dirección hacia Flagstaff las tiendas van bajando los precios de los souvenirs.
• El pueblo de día es bonito, pero al anochecer aún lo es más gracias a los neones luminosos que tienen casi todos los locales.
• Al final de esta calle podemos volver por la paralela que es la verdadera Ruta 66.
• Justo en la calle situada detrás del Twisters hay una señal enorme de la Ruta 66, un buen lugar para sacarse algunas fotos.
• En la entrada del pueblo se puede ver una puerta de metal donde se anuncia Williams como «la puerta al Grand Canyon».
• El mural de Williams es otro buen lugar para hacerse una foto.
• Es un pueblo súper pintoresco al estilo americano, con bares con música country en directo y restaurantes con parrillas inmensas en la entrada.
• Posee dos grandes supermercados donde hacer compras antes de ir al Gran Cañón.
• Hay muchas gasolineras con precio variados: dar una vuelta antes de elegir dónde repostar.

Tardamos justo una hora en llegar desde el Gran Cañón. Primero hacemos un recorrido en coche por el pueblo y miramos los precios de las gasolineras, que varían hasta en 1$ el galón. Repostamos en K donde el galón de Regular 87 está a 2,899$.

Aparcamos en un extremo del pueblo y lo recorremos entero caminando, yendo por una calle y viniendo por la otra. Pensé que iba a haber mucho más ambiente. Es un pueblo muy entretenido para sacar un montón de fotos chulas.

A las 16.30 horas iniciamos ruta de nuevo. Esta vez me toca a mí llevar el coche (que conste que no es el primer día), todo el rato dándome un sol de vértigo en la cara, cosa que cansa mucho más durante la conducción…

KINGMAN

Nuestro próximo destino es Kingman, del que traigo anotado:

• Desde Los Ángeles la carretera es muy pesada porque es una recta sin ninguna curva y además con varios controles de inmigración que pueden pararnos al menos una o dos veces.
• Qué ver:
  • Locomotora de Santa Fe:
    • Situada justo enfrente del famoso Restaurante Mr D’z, es una locomotora a vapor de dimensiones increíbles que descansa en Kingman después de haber recorrido a lo largo de su historia 2.585.600 de millas desde 1928.
    • Su trayecto era Los Ángeles – Kansas City y fue donada a la ciudad de Kingman en el año 1953.
  • Museo de la Ruta 66.
  • Restaurante Mr D’z Route 66 Diner:
    • Se encuentra en la 105E Andy Devine avenue.
    • Es uno de los restaurantes imprescindibles de la ruta.
    • A pesar de que no es tan bonito, ni tan grande, ni está tan bien decorado como el Peggy Sue, el Mr D’z parece aún más auténtico que el primero y es parada obligatoria de la ruta.
    • Solo sirven Cherry Coke o Vanilla Coke.

Tardamos una hora y media en llegar a nuestro hotel, el Quality Inn (51,05€ – una noche).

La habitación está genial, como ha sido habitual en este viaje: enorme, limpia, con nevera, microondas y cafetera, dos camas queen size y parking gratis grande. ¡Genial!

A las 18.40 horas cogemos el coche y nos dirigimos a Mr D’z, lugar que ya tenía elegido para cenar hace meses.

Aparcamos gratis al lado del restaurante, que tiene un parking bastante grande. No tenemos que esperar para conseguir mesa. ¡¡¡El sitio es tal y como me esperaba!!! Está genial, con un montón de platos a precios económicos y una decoración perfecta para la Ruta 66.

Nos pedimos dos hamburguesas con patatas que están muy buenas aunque las patatas tienen un aire como a refrito, pero entran igual, jajaja. Pagamos 17,85€ + 3$ de propina (que siguen sin pasarme por el banco…).

Al salir nos dirigimos hasta la Locomotora Santa Fe que está a unos cien metros andando. Es enorme, impresiona. (Fotos del día siguiente)

Mientras estamos haciéndole una fotos, escuchamos aplausos y una orquesta además de ver luces en el cielo. Resulta que se está disputando un partido de fútbol americano entre el equipo local, The Volunteers, perteneciente al Lee Williams High School y el Coconino High School. Allí nos dirigimos en coche corriendo pues es toda una aventura. Hay gente viéndolo a través de las rejas. Nos informan de que hay que pagar 5$ por cabeza. Nos parece un buen precio por esta experiencia así que nos dirigimos a la entrada. La chica no nos cobra pues dice que el partido ya va por la mitad, así que entramos gratis. Lo pasamos genial genial, es toda una experiencia, tan americano… Las cheerleaders, la banda de música, el público enardecido haciendo sonar una especie de cencerros cada vez que la cosa se ponía emocionante… ¡¡¡¡Fue genial!!!! ¡Nos hemos divertido muchísimo! Qué suerte haber podido vivirlo, aunque fuese un partido de instituto.

A las 21 horas nos dirigimos a ver algo del pueblo en coche pero yo estoy muerta y no doy más de mí. Pensé que Kingman sería como Williams pero a primera vista y de noche, no parece que sea tan “temático”.

A las 22.30 horas por fin me voy a dormir, cayéndome de sueño pero feliz.

GASTOS DEL DÍA

• Gasolina K Williams: 34$
• Cena Me Dz’s: 17,85€

TOTAL €: 17,85
TOTAL $: 34