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  • QUÉ VER EN MALDIVAS – DESCUBRIENDO LOS ARRECIFES

    He dormido once horas del tirón. ¡¡¡Qué bien!!!

    Tenemos el desayuno programado para las nueve de la mañana: huevos revueltos, salchichas, tortitas, mashuni (el desayuno típico maldivo compuesto por cebolla, atún y coco) y, como cada día, tostadas, Nutella y aceite de oliva.

    Disfruto un montón de nuestros desayunos en grupo, socializando con unos y con otros. El sentarme cada vez en un lugar diferente me permite ir conociendo un poquito más a cada uno.

    A las 10 horas asistimos a un briefing sobre cómo comportarnos en los arrecifes y sobre aquellos arrecifes que vamos a ver estos días. Me resulta interesante saber que siempre iremos con tres guías: uno delante, uno detrás y otro en medio, con nosotros.

    EXPLORANDO NUESTROS DOS PRIMEROS ARRECIFES 

    En el barco se respira una atmósfera buenísima, la música suena y la alegría vibra en el ambiente. Tenemos grandes expectativas después de lo que vivimos ayer en la playa de las rayas

    Nuestra primera inmersión de hoy la realizamos en el Alba Happy Club, un arrecife alargado. La visión es una maravilla, tan clara, con el coral tan cerca… Descubrimos multitud de anémonas con sus peces payaso, peces loro comiendo coral para luego llenar las playas de esa preciosa arena blanca, enormes almejas azules, una tortuga carey y multitud de peces de distintos colores y tamaños. 

    Alba Happy Club + Coral Garden

    A las 12 horas arrancamos la embarcación rumbo a nuestro segundo arrecife del día, el Coral Garden, que en este caso tiene forma circular. 

    El trayecto dura muy poco porque nuestro siguiente destino está muy cerquita. Los ánimos en el barco están muy a tope.

    Bañarse en esta zona es como hacerlo en un acuario. ¡Qué barbaridad! Nunca jamás había visto un fondo marino tan claro y con tantísimos corales y pececillos de colores. Mires donde mires es una absoluta maravilla. 

    VUELTA AL HOTEL

    Llegamos al hotel a las 13:30 horas. Comemos todos juntos, como siempre. Hoy de menú tenemos: macarrones, pollo en salsa agridulce, arroz tres delicias, pescado recién pescado esta mañana y ensalada.

    Tras la comida tenemos tiempo libre hasta las 16:45 horas. Un grupito nos vamos hasta la única “bikini beach” de la isla. Disfrutamos de un rato de relax con una charla de lo más agradable.

    Pasear por esa arena blanca llena de cangrejitos ermitaños con el sonido constante de las olas batiendo en esa espectacular agua tan turquesa no tiene precio. Me encuentro en un paraíso absoluto y me siento una auténtica privilegiada por estar viviendo esta experiencia.

    A las 16:45 horas nos juntamos con Alba para que nos enseñe la isla a modo de “free tour”. Durante una hora nos muestra y cuenta todos los entresijos de la isla:

    • No hay ningún vehículo con gasolina, son todos eléctricos.
    • Toda la electricidad se gestiona en la propia isla con placas solares y gasoil.
    • Tienen instalada una desaladora para el agua del mar y una potabilizadora.
    • El sueldo medio de un maldivo son menos de quinientos euros al mes.
    • Hay cuatro tiendas de souvenirs en la calle principal, más baratas que en Malé y, además, hacen descuento por ser de Objetivo El Azul.

    Disfrutamos de un maravilloso atardecer sentados en el muelle mientras nos bebemos un coco recién preparado (cortesía de Alba). No podemos pedir más… ¡¡Estamos en el paraíso!!

    A las 19 horas nos reunimos en el comedor para hacer una presentación de cada uno de nosotros, en una sesión de lo más emotiva. Yo es contar que vengo en busca de mi sueño de nadar con delfines y no puedo contener las lágrimas… 

    A continuación toca cenar: hamburguesas, patatas gajo y ensalada. ¡Todo buenísimo!

    Después me acerco hasta el embarcadero a ver si me encuentro con algún animalito. Al llegar y descubrir tanta gente asomada mirando hacia el mismo lugar, voy corriendo de lo más ilusionada y emocionada. Más de nueve tiburones nodriza o gato, algunos de ellos bastante grandes, nadan sin cesar en torno al muelle a ver si consiguen algo de comida. Además de forma puntual he podido ver alguna raya, pero ellas no ascienden tanto a la superficie y son más difíciles de captar por la noche. Es increíble poder contemplar esta escena sin siquiera tener que meterme en el agua… 

    De camino al hotel paro en el “Mercadona” local para comprar provisiones para mañana. Un bote de patatitas Pringles y un paquete de galletas Oreo me cuestan 4,33 dólares (o 65 rufiyaas). Le entrego un billete de cinco dólares y me devuelve el dinero en rufiyaas.

    Son las 21:20 horas y toca ir a descansar porque mañana tenemos programado el desayuno para las seis de la mañana.

    GASTOS DEL DÍA

    • Patatas Pringles y galletas Oreo: 4,33$ (65 rufiyaas).

    TOTAL: 4,33$

    POSDATAS

    Posdata 1: todos los puntos visitados a lo largo de este viaje están recogidos este mapa de «Maldivas«: ver mapa. Si pulsas desde tú MÓVIL en el link anterior se te pasarán mis iconos directamente a tu Google Maps.

    Posdata 2: me encantaría que dejases un COMENTARIO con tu opinión sobre lo que has leído. ¡Venga, anímate! Siempre se agradece un buen feedback…

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