INTRODUCCIÓN
Hoy podemos dormir un poquito más pues el desayuno está programado para las ocho de la mañana.
De menú tenemos: huevos cocidos, salchichas, tortitas, mashuni (desayuno maldivo), sandía y tostadas.
Tengo grandísimas expectativas para esta jornada pues hoy nos vamos… ¡¡¡En busca de DELFINESSSSSS!!! ¡¡¡Mi sueñoooo!!! ¡¡Qué emocionante todooooo!! Además nos han dicho que en caso de que no los veamos hoy, mañana retomaríamos la búsqueda, por lo que tengo dos oportunidades.
PRIMERA PARADA: DELFINES
Zarpamos a las nueve de la mañana. Tenemos que prepararnos con todo el equipo (calcetines, gafas y aletas) nada más salir de Fulidhoo porque la zona en la que suelen estar los delfines está a solo diez minutos del puerto. ¡¡¡Qué nerviossssss!!!
Treinta minutos después los encontramos y… ¡¡¡Halaaaaaaa!!! ¡¡¡Nos reciben con saltos y piruetas!!! ¡¡¡Qué bonitoooooo!!! Grito con alegría sin poder contener la emoción.
Hemos saltado al agua y hemos nadado con tantísimos delfines, tan cerca de mí… Más de cincuenta, nos rodeaban por ambos lados y pasaban tranquilamente por debajo sin inmutarse con nuestra presencia. Ha sido tan tan alucinante, cumplir un sueño que tenía desde hace tantos años, tan bestial… Verlos tan de cerca, escuchar su peculiar silbido… Ha sido tan mágico, tan bonito, tan increíble, tan espectacular, tan inolvidable e irrepetible… ¡¡¡Madre mía de mi vida!!!! ¿¿¿¿¿¿Cómo se siente una al cumplir un sueño?????? ¡¡¡Feliz feliz feliz!!!


Una vez de regreso a la embarcación, mientras todo el mundo canta y baila con alegría al son de la música, yo me resguardo en un rincón llorando de la emoción sin ser capaz de creerme aún lo que acaba de ocurrir.
SEGUNDA PARADA: TIBURÓN LEOPARDO
A las 10:30 horas arrancamos nuevamente el barco y a los pocos minutos Alba se tira agarrada a una cuerda, a modo de sonar, en busca del tiburón leopardo. No tarda ni cinco minutos en localizarlo, echado sobre el fondo del mar y en ese momento nos dan el aviso para lanzarnos todos al agua.
En cuanto la primera persona intenta sumergirse para sacarse un vídeo con el tiburón, este empieza a nadar y, tal y como nos había advertido Alba, se dirige hacia la superficie, llegando muy cerca de todos nosotros, lo que nos permite ver sus colores y manchas a menos de dos metros de distancia.
Al igual que ver delfines era mi sueño, el tiburón leopardo está chulo pero no despierta en mí mayor interés… Por ello, cuando se vuelve a posar en el fondo marino, teniendo en cuenta que está a unos diez metros de profundidad, y, desde mi punto de vista, los vídeos que nos van a grabar no van a ser nada espectaculares puesto que para mí está lejísimos y no tengo la capacidad de llegar hasta él, me vuelvo nadando al barco para ir poniendo al día mi diario y echarme crema nuevamente mientras la gente está en su sesión fotográfica.
TERCERA PARADA: LENGUA DE ARENA
A las 11:10 horas ponemos rumbo hacia una lengua de arena. Durante casi una hora nos echamos unas buenas risas disfrutando de este paradisíaco lugar, grabando con el dron vídeos de postureo total.
Fue graciosísimo porque en el vídeo grupal que filmamos, cuando echamos a correr y nos tiramos al agua, no contaba con que iba a haber un abismo vertical tan radical y yo, que no quería mojar mis gafas de sol, me hundí hasta lo más profundo… Jajajaja.
VUELTA A FULIDHOO
A las 12:15 horas ponemos rumbo hacia nuestra isla, pues tenemos la comida programada para dentro de quince minutos.
De menú tenemos: arroz amarillo con pollo y huevo cocido, pescado y ensalada.
Menuda primera parte del día más brutal y alucinante, y aún no es ni la una de la tarde… Y lo mejor es que nos queda por delante una tarde de lo más completita.
BAUTISMO DE BUCEO
A las 14 horas hemos quedado en la recepción de nuestro hotel porque nos vamos a hacer un bautismo de buceo. Está actividad es voluntaria, NO necesita titulación ni preparación previa y tiene un coste extra de 95$. Podemos pagarlo en efectivo o a Alba el último día a través de Bizum.
Tenemos un monitor para cada tres o cuatro personas.
Tras un briefing en la arena, nos metemos a la orilla de la playa para practicar todas las instrucciones. Una de nuestras compañeras se ha agobiado un poco por lo que prefiere no continuar con la actividad. Yo por el momento lo llevo bien, así que vamos a por todas.
Nadamos hasta el barco y a las 15:15 horas zarpamos rumbo al “Coral Garden”, en el que ya estuvimos el domingo explorando los transparentes fondos marinos.

Estamos algo menos de una hora debajo del agua, pues salimos a la superficie a las 16:30 horas. Para mí la experiencia ha sido un poco demasiado… Nada más hundirme el primer metro, me ha entrado agua en los ojos, me han empezado a picar muchísimo y no era a quien a explicarle al monitor que necesitaba subir para frotármelos. Ese problema lo tuve durante toda la actividad y cada vez me molestaban más los ojos, dificultándome la visión en todo momento. Además, nada más sumergirme empecé a agobiarme bastante y eso me sorprendió muchísimo porque yo siempre soy como “Juan sin miedo” y nunca tengo miedo a nada… Me he tirado en caída libre desde cuatro mil metros de altitud en dos ocasiones, he volado en parapente, he nadado entre tiburones, he hecho rafting, espeleología… pero en esta ocasión, en cuanto metí la cabeza en el agua, tuve que hacer unas cuantas respiraciones profundas y hablar conmigo misma para tranquilizarme y continuar con la experiencia. Sobre todo agarrar la mano del monitor fue lo que me dio mucha paz. Las únicas dos veces que me soltó empecé a entrar un poco en pánico, pero yendo de su mano iba mucho mejor. Es verdad que apenas miraba a mi alrededor y solo fijaba la vista en el frente, porque sentir la inmensidad del océano sobre mí me parecía demasiado sobrecogedor. Me resulta bastante asombrosa esta reacción en mí porque de verdad que yo nunca tengo miedo a nada…
Bajamos diez metros de profundidad y vimos dos tiburones, una tortuga, varios peces globo, grandes estrellas de mar, dos ostras gigantes, un pez escorpión, anémonas con sus peces payasos… Pero a mí me picaban muchísimo los ojos y no podía ver con facilidad en ningún momento. Esa fue la peor sensación… Varias veces tuve que pararme a respirar profundo porque de verdad que jamás había sentido una sensación así y por momentos me superaba muchísimo.
Si me preguntáis si os recomiendo esta actividad, mi respuesta es: ¡claro que sí! Porque las dos compañeras que venían conmigo en el grupo disfrutaron muchísimo y la experiencia se les hizo cortísima, mientras que a mí se me hizo excesivamente larga. Hay que probarlo para saber qué se siente y para saber si realmente os gusta o no, pero es algo muy intenso y hay que estar bastante mentalizado y sobre todo muy muy tranquilo.
Sorprendentemente, después de escribir todo esto me he puesto a llorar. No contaba con ello, pero ha sido una sensación tan fuerte y tan sobrecogedora la que he sentido allá abajo, que me ha desbordado por un momento. Me alegro de haberlo hecho por probar la experiencia, pero creo que esta no es una actividad para mí. Ha sido demasiado fuerte.
OJO: un error muy grande ha sido echarme abundante crema solar por la cara y por los párpados justo antes de tirarme al agua, porque entre el picor por la crema y el picor por el agua, lo he pasado muy mal en ese sentido.
Quiero agradecer muchísimo a Ali, mi instructor, que estuviese en todo momento tan pendiente de mí, porque me hizo sentirme mucho más segura y solo el hecho de ir agarrada a su mano me permitió completar la actividad. Yendo sola no lo hubiese conseguido.
Cuando salí por fin a la superficie, la sensación de alivio que me invadió fue exagerada.
LLEGADA A FULIDHOO
Llegamos a Fulidhoo a las 17 horas. Tenemos tres horas de tiempo libre hasta la cena. Hoy tenemos un plan diferente ya que hemos reservado todos en un local al lado del hotel, el Kunnaa cafe & bistro.
Mis compañeros se van a tomar algo a un bar en la playa pero yo necesito descansar un poco tirada en la cama y echarme suero en los ojos cada poco para ir aliviando el picor.
Antes de cenar asistimos al briefing de la excursión de mañana, donde iremos en busca del tiburón nodriza o tiburón gato.
CENA EN KUNAA CAFE & BISTRO
Alba nos ha recomendado este lugar ya que los jueves hay música en directo y además se suele cenar por unos 15 – 20$.
Ayer ya encargamos nuestros menús y nuestras bebidas porque al parecer son un poco lentos a la hora de servir, cosa que no nos llama especialmente la atención porque siguen el “ritmo maldivo” que ya llevamos observando día tras día.
Para nuestra sorpresa la comida sale bastante pronto. Yo he pedido “chicken fried noodles”, que estaban muy buenos y era una ración muy abundante. Muchos de mis compañeros se pidieron el “butter chicken parata” y lo encontraron bastante escaso.


He disfrutado muchísimo de la cena junto a mis compañeras, en una noche de risas y confidencias. ¡Ha sido una velada genial!
Paga Alba lo de todos y nosotros le hacemos un Bizum el último día del viaje.
GASTOS DEL DÍA
- Bautismo de buceo: 95€.
- Cena en Kunaa cafe & bistro: 12€.
TOTAL: 107€
SIGUE TODOS MIS VIAJES Y ESCAPADAS EN INSTAGRAM
POSDATAS
Posdata 1: todos los puntos visitados a lo largo de este viaje están recogidos este mapa de «Maldivas«: ver mapa. Si pulsas desde tú MÓVIL en el link anterior se te pasarán mis iconos directamente a tu Google Maps.
Posdata 2: me encantaría que dejases un COMENTARIO con tu opinión sobre lo que has leído. ¡Venga, anímate! Siempre se agradece un buen feedback…
Hola Ali!!! Te sigo desde hace tiempo y me encanta el entusiasmo con el cuál cuentas tus aventuras. Hace años que tengo ganas de hacer un viaje a Maldivas, pero nunca me he terminado de animar. La verdad que leyendo todos los lugares y animalitos que has visto, creo que me animaré lo más pronto posible. Muchas gracias por contar todo con tanto detalles y por los consejitos.
Holaaa!!! Muchas gracias a ti por dedicarme un ratito de tu tiempo para escribirme!! Mi viaje a Maldivas fue una experiencia increíble que recomiendo a todo el mundo porque jamás la olvidaréis! Eso sí, sin lugar a dudas yo repetiría con Objetivo El Azul!!