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  • HAARLEM – QUÉ VER EN UN DÍA EN LA «PEQUEÑA ÁMSTERDAM»

    En este link tenéis toda la información necesaria para organizar vuestra propia escapada a Ámsterdam y a la campiña holandesa. 

    Todos los puntos visitados a lo largo del día están recogidos en este mapa de «Holanda»: ver mapa.

    Para PASARLO A LA APP MAPS.ME (que es la que me guía en todos mis viajes y rutas por mostrar mucho mejor los senderos que Google Maps y por funcionar a la perfección sin conexión) solo tenéis que seguir estas instrucciones.

    Martes 7 de noviembre de 2023

    Aprovechando que era mi segunda vez en el país, quise visitar algún pueblo nuevo e, indagando, descubrí Haarlem. Su nombre recuerda a Nueva York porque en 1658 el neerlandés Peter Stuyvesant, procedente de Haarlem, fundó la ciudad de Nueva Haarlem en la localidad de Manhattan, Nueva York. Seis años después los británicos tomaron la colonia neerlandesa y la rebautizaron con el nombre de Nueva York, por lo que Harlem pasó a ser un barrio de la ciudad neoyorkina.

    Todo lo que leí sobre Haarlem (ya que nunca veo fotos ni vídeos de aquellos lugares que voy a visitar) me tuvo muy buena pinta, por lo que pronto quedó claro que este sería nuestro objetivo para uno de los tres días que íbamos a pasar en Ámsterdam.

    Para ir a Haarlem tomamos el tren en la estación central de Ámsterdam, ubicada a menos de cinco minutos a pie de nuestro alojamiento, el hotel Manofa. Sacamos los billetes sobre la marcha con la app NS (sacarlo en la propia máquina de la estación ferroviaria cuesta 1€ más por gestión, no por billete).

    Un billete de ida y vuelta a Haarlem cuesta 9,80€ por persona. El QR que nos descargamos es el mismo tanto para la ida como para la vuelta, no os volváis locos buscando el de la vuelta, tal y como nos ocurrió a nosotros.

    HAARLEM

    Tardamos dieciséis minutos en llegar a nuestro destino. Tengo muchos puntos marcados en mi mapa y me gustaría visitarlos todos (para no variar, jajaja), así que nos ponemos en marcha con entusiasmo.

    Os dejo mi track de Wikiloc para que podáis seguir nuestro itinerario con facilidad.

    Powered by Wikiloc

    Una de las peculiaridades de Haarlem son sus Hofjes, asilos o casas de beneficencia ubicadas alrededor de un patio, que existen desde la Edad Media y que dan cobijo a personas mayores. Es probable que la forma de los hofjes se inspirara en los antiguos beguinajes (grupos de pequeñas casas habitadas exclusivamente por mujeres religiosas de vida seglar). En Haarlem aún se conservan diecinueve y algunos de ellos se pueden visitar. A pocos metros de la estación encontramos el primero de los hofjes, el hofje van Staats. Aunque un cartel indica que abre de lunes a sábado de 10 a 17 horas y son las diez de la mañana de un martes, la puerta de entrada no está abierta por lo que pasamos de largo. OJO, a la vuelta descubriríamos que hay que empujar la puerta para poder acceder, no la dejan abierta de forma permanente.

    Avanzamos hasta el Nieuwe Gracht, uno de los canales de la ciudad y giramos a mano izquierda en busca de unas buenas panorámicas de uno de los iconos de la ciudad.

    Nieuwe Gracht

    Pasamos por delante de otro de los hofjes, el hofje van Noblet, pero al igual que el anterior lo vemos cerrado, por lo que nos quedamos sin visitarlo. No sabemos si su puerta también estaría abierta…

    Desde el puente Zandersbrug tenemos la primera visión del molino de Adriaan, una de las señas de identidad de Haarlem. A pesar de ser uno de los edificios históricos de la ciudad, la construcción actual cuenta con poco más de diez años. El molino original fue construido en 1779 y durante años sirvió para moler toba, grano y roble. En torno a 1930 una tormenta y un incendio lo redujeron a escombros. En 2002 finalizó su reconstrucción y actualmente es un museo que cuenta la historia de los molinos holandeses. Como dato curioso, celebran bodas en su interior.

    Os recomiendo que avancéis por la orilla del canal hasta este punto, donde obtendréis mejores perspectivas.

    Pese a que las previsiones climatológicas para hoy eran terribles, con lluvia constante y viento de hasta cincuenta kilómetros por hora, el sol decide iluminarnos con su presencia para mejorar aún más la visión. Habíamos pensado cruzar el puente Catharijnebrug para echar una ojeada más de cerca al molino pero, aprovechando que el clima nos está dando una tregua, preferimos tratar de visitar lo máximo posible.

    Al fondo atisbamos la cúpula de Koepelgevangenis, una antigua prisión que cerró como cárcel en el 2016, ahora reconvertida en una especie de centro comercial con cine y restaurante. Descubrí esta información a la vuelta del viaje y me quedé con ganas de visitarla porque las fotos que vi por Internet me resultaron de lo más llamativas.

    A pocos metros encontramos el Teylers hofje, cuyo horario de apertura es de 10 a 18 horas (domingos cerrado). Data de 1787 y fue diseñado para damas honorables mayores de setenta años. El recinto cuenta con veinticuatro viviendas ubicadas alrededor del patio. Estas casas tienen categoría de Monumento Nacional.

    Su fachada exterior de estilo neoclásico con enormes columnas dóricas es de lo más llamativa y, lo mejor de todo, es que su puerta está abierta y la visita es gratuita.

    En el acto me enamoro de este lugar. Me recuerda muchísimo a los beguinarios belgas y neerlandeses que me tienen totalmente encandilada.

    Tenemos el privilegio de tener este precioso y cuidado patio ajardinado entero para nosotros dos. Con el otoñal árbol ubicado en el centro y la iglesia Bakenesserkerk al fondo, las imágenes que obtenemos me resultan idílicas. Es un lugar que transmite paz y que invita a descansar y relajarse.

    Continuamos avanzando por el canal rumbo al puente levadizo Gravestenenburg. Me gustan las fachadas de las casitas ubicadas a ambas orillas, con las torres de las iglesias de fondo.

    Atravesamos el puente y avanzamos por Spaarnwouderstraat, que me parece una calle muy pintoresca y fotogénica, a pesar de que el cielo esté tan grisáceo.

    Vamos rumbo al que leí que es el lugar más «instagrameable» de Haarlem: la puerta de Ámsterdam o Amsterdam poort. Se trata de la única de las doce puertas de entrada a la ciudad que se conserva en la actualidad. Construida a principios del siglo XIV, servía como defensa frente a los ataques de piratas y asaltantes. Declarada Monumento Nacional, está flanqueada por dos torres octogonales y otras dos redondas, así como por restos de las antiguas murallas.

    La puerta con sus torreones y su pequeño foso es muy bonita y merece la pena una visita.

    Desandamos camino hasta la zona del puente levadizo, donde en la orilla de enfrente podemos observar el museo de Teyler del que leí que: «es el más antiguo de los Países Bajos, fundado en 1778 después de que su propietario, un rico comerciante de telas y seda, legara su fortuna para construir un recinto que ilustrara el desarrollo del arte y la ciencia. Cuenta con una amplia colección de arte, numerosos dibujos y cuadros de los primeros maestros holandeses. Resulta especialmente interesante su exquisita Sala Oval, diseñada como lugar de investigación y estudio, en la que antiguamente se realizaban experimentos científicos. El edificio es una joya en sí, ya que sigue intacto desde que se abrió en 1784, y cuenta con una ubicación inmejorable junto al río Spaarne. El Museo de Teyler está incluido en la lista de los cien mejores sitios del patrimonio neerlandés, elaborado por el Departamento de Conservación en 1990«.

    Desde lejos no nos llama especialmente la atención por lo que sacamos una foto rápida y cruzamos hasta el Bakenessergratch. De él traigo anotado que: «es el canal más antiguo de la ciudad, alrededor del que se encuentra uno de los rincones más pintorescos de Haarlem, con algunos de los edificios más antiguos y espectaculares de la ciudad«. Nuevamente no me parece especialmente llamativo pero avanzamos por él hasta este punto donde encontramos el callejón de acceso para explorar dos nuevos hofjes: hofje van Bakenes y Johan Enschedé Hof. Se pueden visitar de lunes a sábado de 10 a 17 horas.

    Hofje van Bakenes es el patio más antiguo de Haarlem, construido en 1395. Las casas actuales datan de mediados del siglo XVII. En la piedra de la fachada está escrito el siguiente acertijo: «Ingang vant Gestichtvan Dirck van Baekenesvoor Vrouwen acht entwee mael ses» (algo así como «entrada al asilo por Dirck van Bakenes para mujeres de ocho y dos veces por semana«). Esta adivinanza tiene dos significados:

    • (8 + 2) × 6 = 60, la edad que debía tener una mujer para venir a vivir aquí.
    • 8 + (2 × 6) = 20, el número de mujeres que podían vivir en el patio.

    La construcción del Johan Enschedé Hof finalizó en el año 2007.

    Ninguno de los dos me parece una visita imprescindible por lo que salimos por la parte trasera del segundo hofje a través de una puerta automática que se abre pulsando un botón rojo que encontraréis en la pared.

    Avanzamos unos metros más por el canal Bakenessergratch hasta llegar a Groene Buurt ya que mientras marcaba los iconos en mi mapa descubrí que Haarlem también tiene un beguinario y yo no me lo quería perder. En este caso no es el típico recinto cerrado por completo con un muro y con una única puerta de entrada, sino que tiene varios accesos. Nos encontramos con un lugar muy poco fotogénico, por estar llenísimo de coches aparcados. Me ha decepcionado un montón con la ilusión que traía por visitarlo.

    Ponemos rumbo a la Grote Mark o plaza del mercado, la principal plaza de la ciudad donde se encuentra el centro tradicional e histórico de la ciudad. Tenemos mala suerte porque parte del lugar está lleno de andamios, lo que es una pena porque tiene una pinta muy buena con algunos de los inmuebles más icónicos de la ciudad:

    • Vleeshal: antiguo edificio del mercado de la carne. Data de 1600.
    • Stadhuid o Ayuntamiento: edificio gótico del siglo XIV, residencia de los condes de Holanda.
    • Iglesia de San Bavón, Grote Kerk o St. Bavokerk: de estilo gótico, construida en el siglo XIV. NO hay que confundirla con la catedral de San Bavón o Kathedrale Basiliek Sint Bavo. Aprovechando que por el momento no llueve, decidimos dejar la visita al interior de la iglesia para la vuelta.
    Stadhuid o Ayuntamiento al fondo

    Enlazamos con una de las Gouden Straatjes o calles doradas de Haarlem. Se trata de siete calles famosas por la presencia de numerosas boutiques, tiendas de grandes marcas y sastrerías, que serpentean alrededor de la plaza Grote Markt:

    • Anegang.
    • Gierstraat.
    • Kleine Houtstraat.
    • Koningstraat.
    • Schagchelstraat.
    • Warmoesstraat.
    • Zijlstraat.

    Paseamos hasta llegar a Omvalspoort, un coqueto y escondido callejón que descubrí en un blog y cuya visita merece la pena por lo recóndito y pacífico que es.

    Continuamos hasta la farmacia Van der Pigge, un local histórico que va por la sexta generación de comerciantes desde que se fundó en 1849. El lugar es curioso por dentro pero no me parece una visita imprescindible (tal y como había leído). Además no pude sacar fotos porque había varios clientes en el interior y no quería molestar.

    Avanzamos por la calle Barrevoetestraat, donde nos encontramos con el hofje van Loo, fundado en 1489. Es quizás el hofje más visible de Haarlem ya que mientras que los demás son patios cerrados, este solo está separado de la calle por una valla. Tiene una pinta buenísima desde las verjas pero no es accesible a los visitantes, excepto para grupos acompañados por un guía de la Oficina de Turismo, de lunes a viernes de 10 a 16 horas. Nos toca quedarnos con las ganas…

    El cielo se está poniendo muy negro por lo que entramos en la Jopen o Jopenkerk a descansar y a tomar unas consumiciones. Se trata de un restaurante – cervecería ubicado en la antigua iglesia de San Jacobo.

    Pedimos dos chocolates calientes, que son más bien leche con unos polvos de cacao, por los que pagamos 7€.

    El local me parece curioso para una visita rápida si estáis por la zona, pero no me parece algo imprescindible que hacer en Haarlem. Pensaba que iba a ser más del estilo de The Church en Dublín, la antigua iglesia de Santa María reconvertida en uno de los pubs más populares de la ciudad, que tanto nos gustó. La de Haarlem solo conserva de la iglesia lo que es la estructura y las vidrieras.

    The Church (Dublín)

    Con las pilas recargadas nos dirigimos al punto más distal que traemos marcado en mi mapa, la Catedral de San Bavón o Kathedrale Basiliek Sint Bavo. No hay que confundirla con la Iglesia de San Bavón de Haarlem ubicada en la Grote Mark, que profesa la rama protestante del cristianismo, ni con la Catedral de San Bavón de Gante en Bélgica. Todas comparten nombre porque Bavón de Gante es el patrón de ambas ciudades. La Catedral de San Bavón la construyeron los católicos entre 1895 y 1930 para reemplazar a la iglesia de San Bavón cuando esta fue convertida al protestantismo. Con un diseño neobarroco, el exterior cuenta con multitud de torreones, dos campanarios frontales y una enorme cúpula central.

    El templo me parece impresionante por su enorme tamaño y por sus bonitos torreones.

    Descubrimos sin contar con ello el hofje van Heden, al que se puede acceder de forma gratuita y desde el que salen algunas fotos coquetas de la catedral. (Todos los puntos que vamos encontrando los voy actualizando siempre en mi mapa)

    Nuestra idea era visitar el interior del edificio religioso y subir a su torre mirador pero no sabíamos que el horario de apertura es de miércoles a sábado de 13 a 17 horas, y hoy es martes… ¡¡Qué rabia!!

    Desandamos camino y cruzamos al otro lado del canal Leidsevaart. En torno a la Nieuwe Kerk o Iglesia Nueva descubrimos varios callejones que me encantan por estar llenos de vegetación y ser de lo más pintorescos. Os recomiendo que simplemente os perdáis entre las callecitas hallando idílicos rincones.

    Enlazamos con la Groot Heiligland porque tenía apuntado que por aquí se encontraba la Gasthuis – Huisjes, «la calle con más encanto que ver en Haarlem en la que (supuestamente) no hay coches y donde todas las casas siguen el mismo estilo arquitectónico«. No sé si estaremos en el lugar adecuado porque en la Grote Heiligland nos encontramos una calle con parte de las fachadas llenas de andamios y nada fotogénica por estar llena de coches aparcados que dificultan sacar cualquier foto decente. Pese a ello me ha gustado recorrerla porque tiene mucho encanto.

    El hambre empieza a apretar por lo que siguiendo la recomendación de uno de los blogs que leí, nos acercamos hasta el Bambu kitchen & bar, en la propia Grote Markt, la plaza principal del pueblo. Pedimos para compartir:

    • Bambu Borrel Mix: 13,50€.
    • Bao crispy chicken: 7,50€.
    • Frites & mayo (no llegué a hacer foto): 6€.

    Nos ponen para beber agua del grifo gratuita (tap water), cosa habitual en los Países Bajos, aunque en algunos locales de Ámsterdam no nos la han querido servir.

    La comida ha estado normal sin muchas florituras y no repetiríamos, aunque el local está coqueto y la camarera ha sido muy amable, que conste. Pagamos 27€ por todo.

    Ya que estamos en la plaza principal aprovechamos para visitar el interior de la Iglesia de San Bavón, Grote Kerk o St. Bavokerk, que por fuera no me resulta especialmente llamativa. La puerta de acceso se encuentra en un lateral de la misma. Se puede visitar de lunes a sábado de 10 a 17 horas por 4€. Al hacer el pago nos entregan un díptico en español con información interesante.

    La iglesia por dentro me parece una auténtica pasada por distintos motivos:

    • Por sus altísimos techos abovedados.
    • Por el suelo compuesto enteramente de lápidas sepulcrales, más de mil quinientos ejemplares, algunos de los cuales se remontan al siglo XV.
    • Por el alucinante órgano de Christian Müller compuesto por 5.068 tubos, con una altura de casi treinta metros en el que tocó en 1766 el pequeño Mozart a la edad de diez años. También Händel tocó este famoso instrumento.

    Creo que por el económico precio de 4€ merece muchísimo la pena entrar, a mí me ha dejado de lo más impactada. Y eso que en este caso no se puede acceder a ninguna de sus torres para contemplar Haarlem desde las alturas.

    Con esta finalizamos todas las visitas que quería realizar en la ciudad, por lo que ponemos rumbo hacia la estación ferroviaria. Pasamos nuevamente frente al hofje van Staats (el primero que nos encontramos al salir del tren) y no me preguntes por qué me da por empujar la puerta (ya que estamos dentro del horario de apertura) y descubro que se puede acceder al interior sin problema.

    «IJsbrand Staats estipuló en su testamento que toda su herencia debía estar destinada a mujeres pobres de cincuenta años o más. Tras su muerte en 1729 se vendió su empresa de transporte de hilos y los ingresos se utilizaron para comprar el terreno para la construcción del patio. Se trata de uno de los hofjes más grandes de Haarlem, con treinta viviendas (de las que solo quedan veinte) y un gran patio. Tras una renovación en 1992, las contraventanas de las casas se pintaron de amarillo y negro, siguiendo los colores del escudo de armas de la familia Staats«.

    Nos llevamos una gratísima sorpresa por un lado porque no contábamos con ello y por otro porque el lugar es muy hermoso, la luz del sol que ha decidido obsequiarnos con su presencia es perfecta en este momento y, además, lo tenemos nuevamente entero para nosotros dos. Es el punto final perfecto para nuestra estancia de seis horas en Haarlem donde hemos hecho un recorrido de más de diez kilómetros visitando todos los puntos previstos.

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    A las 16 horas regresamos felices a la estación de tren y utilizamos el mismo código QR que a la ida para volver a la estación central de Ámsterdam.

    Haarlem me ha parecido una ciudad preciosa, muy pintoresca, sin apenas turistas y que merece mucho la pena recorrer perdiéndose entre sus distintos callejones descubriendo maravillosos rincones y algunos de sus hofjes. Ha cumplido satisfactoriamente mis expectativas y me marcho con muy buen sabor de boca.

    GASTOS DEL DÍA

    • Billetes de tren (ida y vuelta) x 2: 19,60€.
    • Chocolates en Jopen o Jopenkerk: 7€.
    • Comida en Bambu kitchen & bar: 27€.
    • Entradas a la Iglesia de San Bavón, Grote Kerk o St. Bavokerk 8€.

    Total: 61,60€

    POSDATAS

    Posdata 1: todos los puntos visitados a lo largo del día están recogidos en este mapa de «Holanda»: ver mapa. Para PASARLO A LA APP MAPS.ME (que es la que me guía en todos mis viajes y rutas por mostrar mucho mejor los senderos que Google Maps y por funcionar a la perfección sin conexión) solo tenéis que seguir estas instrucciones.

    Posdata 2: todas las fotos están hechas con mi móvil Samsung Galaxy S22 ultra sin ningún tipo de filtro o retoque, todas en modo normal o en modo gran angular.

    Posdata 3: me encantaría que dejases un COMENTARIO con tu opinión sobre lo que has leído. ¡Venga, anímate! Siempre se agradece un buen feedback…

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