5. PUEBLOS E ISLAS DE GALICIA – ISLAS DE ONS: TODO LO QUE DEBES SABER 

Jueves 11 de agosto de 2022

Al abrir las contraventanas, ¿con qué nos encontramos? Con niebla, para no variar… 

Desayunamos temprano pues hoy nos vamos a visitar la isla de Ons.

Para ello repetiremos todos los trámites que seguimos el martes para las islas Cíes. El único cambio es que el martes ya conseguimos los tickets del barco para la excursión de hoy, por lo que nos ahorraremos la cola de las casetas de la compañía Mar de Ons. Recordar que en el post de la introducción tenéis toda la información sobre cómo sacar las autorizaciones para visitar la isla de Ons.

Desde que salimos de nuestro hotel ubicado en Cambados, tardamos solo veinte minutos en estacionar en Portonovo. Nuestra idea era aparcar como el otro día junto a la piscina municipal pero no contábamos con que los jueves hay mercadillo en el aparcamiento de la piscina, por lo que nos toca dejar el coche un poquito más lejos. 

Una niebla densa nos recibe al acercarnos a la playa. Esperemos que hoy las islas estén despejadas, aunque viendo la dinámica de los últimos días, no tenemos grandes esperanzas.

Al pasar delante de las casetas para sacar los tickets de los barcos, vemos que hay una importante cola en la taquilla de Mar de Ons (señalizada con una flecha roja). Suerte que este trámite hoy nos lo podemos saltar.

En el embarcadero tenemos que hacer nuevamente la fila única junto con la gente que viaja a las islas Cíes para mostrar los códigos QR.

Hoy compartimos barco con la compañía Cruceros de las Rías Baixas. Me imagino que es porque la isla de Ons tiene menos demanda que las Cíes… 

¡¡¡Hemos visto delfines!!! ¡¡¡Qué emocionanteeee!!! Las dos veces que los vimos coincidió que iban precediendo a un barco que venía de vuelta de las islas, así que os recomiendo que estéis ojo avizor cuando os crucéis con algún barco. Ha sido alucinante, ¡¡¡me siento super feliz!!! ¡¡¡El delfín es mi animal favorito!!! A tener en cuenta es que el capitán no avisó en ninguna de las dos ocasiones de que se estaban avistando delfines…

Tardamos treinta minutos desde que zarpó el barco hasta que atracamos en la isla de Ons, exactamente la mitad de tiempo del que nos llevó ir a las islas Cíes.

Una niebla más densa aún que la que hemos dejado en Portonovo, rodea toda la isla…

Nada más pisar tierra nos ponemos en marcha pues queremos hacer una ruta de senderismo que junte las cuatro rutas que atraviesan las Ons para, de esta forma, rodearla por completo.

Os dejo mi track de Wikiloc para que podáis seguir el itinerario sin dificultad ninguna.

Atravesando un frondoso bosque que nos hace pensar que estamos en Asturias y no en una isla en el océano Atlántico, tardamos treinta minutos en llegar caminando a la playa de Melide.

Aunque el día no está despejado, no hay mucha gente y la arena clara en contraste con el agua turquesa y el velero de fondo, hace que la estampa sea paradisíaca. ¡¡Me encanta!!

Como tenemos ocho horas para recorrer la isla, hoy nos vamos a tomar las cosas con calma. Nos quedamos un rato en la playa simplemente a contemplar el espectáculo que parece recién salido del mar Caribe. Lástima que el clima no acompañe…

Una vez que nos ponemos en marcha la idea era acceder a la punta del Centollo, ubicada en el extremo norte de la isla, donde leí que había un buen mirador. El camino de acceso está cerrado del 1 de abril al 31 de agosto porque las aves están criando, así que no podemos llegar hasta él. Tampoco nos hemos perdido mucho ya que toda la punta está completamente tapada por la niebla por lo que no hubiésemos visto nada.

Por un sendero sin vistas por culpa de la niebla y todo rodeado de helechos, llegamos al faro de Ons. 

No se puede atravesar la valla que rodea al faro a no ser que vayas en grupos guiados, por lo que lo contemplamos desde fuera.

Parece que poco a poco la niebla va levantando… A ver si tenemos suerte y llega a despejar del todo…

Mientras paramos a descansar, entablamos conversación con dos señoras llamadas Montserrat, madre e hija. Una de ellas, con sus 96 años (nació en 1925) está recorriendo parte de la isla de Ons SIN siquiera utilizar bastón. ¡¡¡Menuda señora!!! Ojalá llegase yo a su edad en su estado. Hemos quedado completamente alucinadas.

Continuamos nuestro camino siempre rodeadas de helechos y, poco a poco, con alguna visión más nítida de la costa.

Encontramos un adorable bosque que nos parece el lugar perfecto para hacer un picnic sentadas en el mismo sendero.

Aunque las indicaciones en los cruces son bastante buenas, tengo que guiarme de vez en cuando con la aplicación Maps.me, que señaliza a la perfección todos los senderos.

Tenía muchas ganas de llegar al agujero del infierno (buraco do inferno). «Se trata de una gran grieta, de algo más de cuarenta metros de profundidad, que desciende verticalmente hacia el mar. En su terminación el agujero forma una pequeña cueva. En los días de temporal, cuando la fuerza del mar y del viento arremeten sin descanso contra la costa, la boca de la sima emite una serie de sonidos y rugidos que, según cuenta la leyenda, eran los gritos de las almas en pena atrapadas por el diablo en este punto. En una isla como Ons, durante mucho tiempo aislada, para los habitantes de la isla y para los marineros que se acercaban a Ons este lugar era la conexión directa con el infierno, una entrada al inframundo«. 

Al acercarme al «buraco» me llevo una soberana decepción puesto que ni siquiera se aprecia el agujero, ya que está rodeado por una valla de piedra. 

Lo compensan las espectaculares vistas que tenemos desde aquí ya que la niebla ha despejado casi del todo y el sol brilla por fin.

Las gaviotas chillando sin parar nos hacen sentirnos como si estuviésemos en las islas Cíes.

Del buraco enlazamos con el miradoiro de Fedorentos. Desde aquí tenemos una vista perfecta de la isla de Onza y justo detrás, pero ya atrapado entre la niebla, el archipiélago de las islas Cíes.

¡¡¡Qué ilusión que «nuestra niebla» por fin haya despejado casi del todo!!! Me siento tan feliz… Se ven unos contrastes espectaculares entre el cielo sin una sola nube, el mar color turquesa, el verde intenso de los montes que nos rodean… Por fin podemos resarcirnos de nuestra experiencia en las islas Cíes. Todo el mundo me decía que para qué iba a visitar la isla de Ons visitando previamente las islas Cíes, pero menos mal que así lo hicimos, porque con la climatología tan variopinta que tiene Galicia, está claro que nunca se sabe lo que puede ocurrir…

Cuando nos encontramos con la playa de Canexol quedamos alucinando. Parece recién sacada del Caribe con su arena blanca y su agua cristalina. ¡¡¡Uaooooo!!!

Nosotras decidimos instalarnos en la siguiente playa, en la praia Area dos Cans, que es la más cercana al muelle. De esta forma podemos relajarnos a gusto ya que tenemos el embarcadero a menos de cinco minutos andando.

Dedicamos algo más de dos horas y media a disfrutar de este lugar de postal. Había leído que el agua estaba congelada y que prácticamente era imposible bañarse. Ya en las islas Cíes me pareció que no era para tanto y eso que no había sol, pero es que hoy con el día tan espectacular que ha quedado, pude disfrutar de un buen chapuzón durante más de quince minutos. Y sí, está fría, pero no mucho más que la que tenemos en el mar Cantábrico…

A las 19 horas nos ponemos en marcha (nuestro barco zarpa a las 20 horas) y casualmente nos encontramos con las dos Montserrat que conocimos en el faro, así que nos vamos con ellas a tomar algo porque nos han parecido geniales. La Montserrat mayor no deja de parecernos una auténtica pasada con sus 96 añazos y al mismo tiempo esa vitalidad que desprende.

Embarcamos puntuales y nuevamente en media hora estamos en Portonovo. Esta vez no hemos podido ver delfines pero sí todo el maravilloso paisaje que nos rodeaba y que estuvo oculto tanto en el trayecto de ida de hoy como en el de ida y vuelta del martes a las islas Cíes.

¡¡¡Ha sido un día de diez, perfecto!!! Ha cumplido ampliamente mis expectativas. Empezamos viendo delfines y, aunque el clima en un primer momento no acompañó, eso nos permitió dar la vuelta alrededor de la isla sin un calor excesivo. Es verdad que las vistas no aparecieron hasta la mitad del camino pero luego la niebla se disipó por completo y la cosa no hizo más que mejorar. Llegar a esa playa paradisíaca y poder reposar más de dos horas allí fue de ensueño… Y encontrarnos de casualidad nuevamente con las Montses y tomar unas consumiciones rápidas con ellas poniéndonos al día con esa nonagenaria señora de 96 años fue toda una experiencia. Yo de mayor quiero ser como ella, ¡¡lo tengo claro!! ¡¡Enérgica y viajera!!

De Portonovo ya ponemos rumbo al hotel donde picamos algo de lo que nos ha sobrado del picnic tras un día de intensas aventuras y emociones. 

GASTOS DEL DÍA

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POSDATAS

Posdata 1: todos los puntos visitados a lo largo de este viaje están recogidos en este mapa. Para poder utilizarlo basta con pinchar en el enlace azul de «mapa», NO en el propio mapa.

Posdata 2: todas las fotos están hechas con mi móvil Samsung Galaxy S22 ultra sin ningún tipo de filtro o retoque, todas en modo normal o en modo gran angular.

Posdata 3: me encantaría que dejases un comentario con tu opinión sobre lo que has leído.

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